19 de diciembre de 2017

Ingrid Tempel, 4 poemas 4 (+2)



Fotografía de Colo Gens


DICIEMBRE

Puedo imaginar tu furia cuando leas mis poemas
o cuando tropieces con esta manera que tengo de encontrar
las palabras que expresan tu torpeza para la ternura
y mi incapacidad de sumisión.
A pesar de mis voraces lecturas
soy incapaz también de explicarte
que en el amor no hay amos ni esclavos
sólo dos personas que buscan un lenguaje nuevo
para acercarse en una selva habitada por animales feroces.
En este mes de diciembre que precede a una larga ausencia
busco inútilmente la manera de decirte
que sólo por orgullo me alejo de ti
cuando descubro que tu infatigable apetito de placeres
intenta reducirme a un animal obediente y ciego.

de Persiguiendo mariposas carnívorasEstuario EditoraMontevideo, 2008




Fotografía de Elina Brotherus 


CASAS ABANDONADAS

Me pregunto quién habita ahora las casas que abandoné
luego de llenarlas de besos, aromas y canciones
erigiendo un tótem invisible en la puerta de cada refugio.
He instalado mis posesiones en un nuevo territorio
violando quizás recuerdos ajenos
mientras los amantes de mis predecesores
son esas sombras que perturban mi descanso
cuando los rumores de la ciudad se detienen
y otro fracaso me derriba temblorosa
con los ojos irremediablemente abiertos
a la tentación de otras fugas.
De madrugada escucho las voces de mis padres
hablando de mí
reinventando el pasado.
Confieso que muchos años después de su muerte
sigo buscando palabras que me permitan reconciliarme
hasta que abuela canta una canción de cuna
y acaricia dulcemente mi cabeza
para engañar al insomnio que me lleva de regreso
a hogares lejanos ocupados por intrusos.

de Persiguiendo mariposas carnívorasEstuario EditoraMontevideo, 2008
y en Asia en el corazón, Editorial Verbum, Madrid, 2015



Fotografía de Elina Brotherus 

PERSIGUIENDO MARIPOSAS CARNÍVORAS

Sonreímos aunque atravesemos la vida con heridas incurables
y las mariposas carnívoras que guían nuestra errancia
dibujen un recorrido caprichoso en la tibieza vespertina.
A veces basta una frase
para recordarnos un sufrimiento antiguo
mil veces negado y suprimido
asfixiado en las insomnes madrugadas solitarias
como si por un curioso desdoblamiento
fuésemos la mujer que se mira a sí misma
desde ambos lados del espejo
gritando
con las manos crispadas en la superficie mágica del dolor.
A partir de ese descubrimiento somos ella y la otra
la que se niega a vivir su duelo
y la que lo vomita muy a su pesar
en el enfrentamiento permanente en que Eros y Tanatos
se disputan nuestra supervivencia. 

de Persiguiendo mariposas carnívorasEstuario EditoraMontevideo, 2008






Fotografía de Elina Brotherus 


EN LA LUZ DEL ECLIPSE

Basta acercarse a la muerte para amar la vida apasionadamente
ansiar amores tumultuosos y viajes deslumbradores
el cuerpo que se fragmenta en el sexo y se reconstruye en el placer
cuando el pensamiento vuela deleitándose en el goce vuelve a la infancia
y se ilumina en la frontera que separa al sueño de la realidad
allí el deseo de vivir crea un oasis
donde los exploradores se refugian de los cataclismos
una viajera solitaria se asoma a la luz del eclipse
intentando descifrar ese nuevo enigma
así descubre que todo lo antiguo se renueva
y aunque la amenacen con terribles maleficios
la intrusa trata de armar un rompecabezas
con nuevas sendas para que los cachorros del hombre
se extravíen en busca de respuestas.

de En la luz del eclipse, Editorial Yaugurú, 2014
Prólogo de Horacio Xaubet, North Carolina Central University, EE.UU.





B O N U S  T R A C K (x2)




Fotografía de M.A.F.I.A.

Si me hubiesen advertido que las deudas de amor se pagan con odio
y que de los exilios no me quedarían más que fotos amarillentas
me hubiera arrancado a dentelladas este corazón
para gitanear ilesa entre guerras, traiciones, 
y el esfuerzo de sonreír a la cámara dos veces al año.

de Exorcismos, Editorial Artefato, Montevideo, 2005





Fotografía de Colo Gens


(…) Pero no hay alcohol que borre estos recuerdos:
la memoria es un verdugo cortés que pide permiso
para desgarrar tus madrugadas
quebrando el esplendor de una pesadilla
con rugidos de tanques y monstruos vestidos de uniforme.
Ahora los días transcurren apaciblemente
aunque los niños que claman a medianoche
reabran viejas heridas
y otra ciudad sea bombardeada en primavera.

de Exorcismos, Editorial Artefato, Montevideo, 2005





Ingrid Tempel 
(Montevideo, Uruguay, 1947) 
Reside en París desde 1983
POETA/PERIODISTA/TRADUCTORA
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2 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Bella lúcida amargura de enorme poeta que tras leerla imposible no querer hablar con y aprender de ella...

Gracias por presentarla, Miriam. Te debo otra.

Y si no vuelves a presentarme a nadie más, Muy Feliz Año.

lunaroja dijo...

Emma, creo sin equivocarme y si no me falla la memoria, que Ingrid es la poetisa que me ha conmovido más, que me ha enamorado, desgarrado... es impresionante! Gracias gracias..eres lo de lo mejor que me ha pasado este año!

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