Mostrando entradas con la etiqueta lucy salgado. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta lucy salgado. Mostrar todas las entradas

4 de septiembre de 2021

Débora Machuca, 9 poemas 9


Atardecer en camino rural de Charata, Chaco

INVITACIÓN

Hay caminos
acá
en chaco
que buscan
ser
transitados
árboles que
merecen
ser
conocidos
besos y caricias
que necesitan
ser.

Así que ésta es mi invitación
a recorrer, transitar, observar y acariciar
este vasto territorio
rodeado de ríos, de pájaros.

Territorio quebrachero y montaraz.

De tierra negra preparada para reverdecer el desmonte...

Tierra que volverá
a hacer brotar
el paisaje
que creímos muerto.



Ilustración de Brunna Mancuso


FALTA

Algunas veces me faltó mi mamá.
Necesaria falta,
me impulsó a moverme
ahora de adulta, casi giganta
a rodearme de mujeres, hablar con ellas,
aprender y observarlas.
Recibir su amor
su reconocimiento.
Me sirvió la falta de mi mamá
en las fiebres juveniles
porque fue
cuando me rodee de mis hermanas
que me acompañaban en silencio
hasta la
madrugada.
Me sirvió la falta de la teta
para admirar el candor de los pechos
de las mujeres que amé y amo.
Pienso
y la falta
me hizo tan afortunada.


Ilustración de Brunna Mancuso

Eran un solo cuerpo
conectadas
directamente
con la tierra.
Se aunaban
sus respiraciones.
Fueron un solo temblor.
Acumulación de llantos
angustias
no dichas
jamás 
nombradas.
Nada
volvería a su lugar
después del sacudón
donde juntas
quebraron
a tiempo
el cruel mandato
de gestar.


Ilustración de Lucy Salgado

ALFAJOR

Quiso alimentar
Su corazón
Con un alfajor
El corazón
No quiere ser alimentado
Ni alimentar
El alfajor espera
En la heladera
No se pudre
Pero se seca


Ilustración de Brunna Mancuso

Esa tarde
los semáforos
nos dieron todos sus verdes
los fresnos
su amarillo otoñal
y el rojo faltante
lo encendimos
nosotras
con nuestra pasión



Ilustración de Brunna Mancuso

PLUMAS EN LA CABEZA

Madre manda videos de bailes
de ella bailando
al canal local.
Hoy se puso plumas en la cabeza
"Hoy no gané nada", dice.
Pero yo se que va ganando
recuperando
su manera de gozar.
Hoy fue un poco pájara
Ojalá que vuelva a volar.


Ilustración de Brunna Mancuso

Las pibas
Se reúnen 
Remueven juntas 
La tierra
Aúnan
Sus fuerzas
Se escucha 
"Esto no podrá con nosotras"
Al dolor
Lo desarraigan
Con pala 
Y asada.



Ilustración de Brunna Mancuso

No batallaré
contra
los fantasmas
de otres.
Para eso
tengo
los propios.
Con los que
me voy
amigable
de a poco,
noche tras noche,
cana tras cana,
amor tras desamor.

No batallo
contra terceros.
Mi batalla es
con lo que hicieron de mi.
Y lo que deseo ser.

Mi batalla
es contra
el abandono, la injusticia
la indiferencia.

Es contra lo que fui.
Y a favor de lo que estoy siendo.



Ilustración de Brunna Mancuso

SOY FELIZ ABUELA

Tengo muchas amigas 
Duermo con ellas
Les cocino
Y te juro....
Ya no me olvido del vino.
Hago guisos 
Para la familia.
Barro con una escoba 
De flores
Como la tuya
Barro mientras duermen
Barro y fumo 
Para que vuelvan a compartir 
La comida 
El helado
Y mis siestas.



Débora Machuca - Negra Beli
(Grl. San Martin, Chaco, Argentina, 1989)
POETA/NARRADORA/TRABAJADORA COMUNITARIA/
CO-CREADORA DEL ESPACIO DE 
LECTOESCRITURA AL FONDO LAS PALABRAS







16 de febrero de 2017

Mary Oliver, Singapur


Ilustración de Lucie Salgado

SINGAPUR

En Singapur, en el aeropuerto,
una sombra fue retirada de mis ojos.
En el cuarto de baño de mujeres, una división estaba abierta.
Una mujer de rodillas lavaba el fondo
   de la taza blanca.

Una desagradable sensación en mi estómago
y toqué mi boleto en el bolsillo.

Un poema siempre debiera tener pájaros.
Un martín pescador, por ejemplo, con ojos audaces y alas relucientes.
Los ríos son placenteros, y por supuesto los árboles.
Una cascada, o si no es posible, una fuente
   que suba y baje.
Una persona quiere habitar en un lugar feliz, en un poema.

Cuando la mujer me vio no pude interpretar su gesto.
Su belleza y su bochorno se mezclaban, y ninguno de 
   los dos ganaba la batalla.   
Ella sonrió y yo sonreí. ¿Tiene algún sentido?
Todos necesitamos un trabajo.

Sí, una persona quiere habitar en un lugar feliz, en un poema.
Pero antes debemos mirarla ahí abajo mientras atiende su trabajo,
     lo que es en sí aburrido.
Con un trapo azul está lavando la parte superior de los ceniceros del aeropuerto, que son tan 
grandes como las tapas de los basureros.
Su pequeña mano voltea el metal, tallando y levantando.
No trabaja con lentitud, tampoco con rapidez, pero como un río.
Su cabello oscuro es como el ala de un pájaro.

No dudo ni un instante que ella ame su vida.
Y quiero que se levante de entre la costra y el agua sucia
   y vuele hacia el río.
Esto probablemente no ocurra.
Pero quizá sí.
Si el mundo fuera sólo dolor y lógica, ¿quién lo apreciaría?

Claro que no lo es.
Tampoco me refiero a algo milagroso, es sólo
la luz que emana de la vida. Me refiero 
a la forma en que ella dobla y desdobla el trapo azul,
a la forma en que sonrió para mí; me refiero
a la forma en que este poema está lleno de árboles y pájaros. 


SINGAPORE

In Singapore, in the airport,
a darkness was ripped from my eyes.
In the woman restroom, one compartment stood open.
A woman knelt there, washing something
in the white bowl.

Disgust argued in my stomach
and I felt, in my pocket, for my ticket.

A poem should always have birds in it.
Kingfishers, say, with their bold eyes and gaudy wings.
Rivers are pleasant, and of course trees.
A waterfall, or if that is not possible, a fountain
rising and falling.
A person wants to stand in a happy place, in a poem.

When the woman turned I could not answer her face.
Her beauty and her embarrassment struggled together, and
neither could win.
She smiled and smiled. What kind of nonsense is this?
Everybody needs a job.
Yes, a person wants to stand in a happy place, in a poem.
But first we must watch her as she stares down at her labor,
which is dull enough.
She is washing the tops of the airport ashtrays, as big as
hubcaps, with a blue rag.
Her small hands turn the metal, scrubbing and rinsing.
She does not work slowly, nor quickly, but like a river.
Her dark hair is like the wing of a bird.

I don´t doubt for a moment that she loves her life.
And I want her to rise up from the crust and the slop
and fly down to the river.
This probably won´t happen.
But maybe it will.
If the world were only pain and logic, who would want it?

Of course it isn’t.
Neither do I mean anything miraculous, but only
the light that can shine out of a life. I mean
the way she unfolded and refolded the blue cloth,
the way her smile was only for my sake; I mean
the way this poem is filled with trees, and birds.





Mary Oliver  
(Cleveland, Ohio, EE.UU., 1935 - 2019)
de House of Light, Beacon Press, 1990 
y en New and Selected Poems, Volume One, Beacon Press, 1992
Traducción de Gabriela Cantú Westendarp
para leer MÁS y MÁS




13 de enero de 2017

Ana Castillo, Pido lo imposible


Ilustración de Lucy Salgado

PIDO LO IMPOSIBLE

Yo pido lo imposible: ámame por siempre
Ámame cuando todo el amor se haya ido.
Ámame con la dedicación de un monje.
Cuando el mundo en su totalidad,
y todo lo que para ti es sagrado, te aconsejan
contra ello: ámame aún más.
Cuando la cólera te llene y no tenga nombre: ámame.
Cuando cada paso de tu puerta a nuestro trabajo te fatigue,
ámame; y del trabajo de retorno a casa, ámame.
Ámame cuando estés aburrido,
cuando cada mujer que veas sea más bella que la anterior,
o más patética, ámame como siempre lo haz hecho:
no como admirador o juez pero con
la compasión que guardas para ti mismo
en tu nostalgia.
Ámame tanto cuanto aprecias tu soledad,
la anticipación de tu muerte,
misterios de la carne, mientras se rompe y se sana.
Ámame como tu más atesorada memoria de la infancia
– y si no hay ninguna a recordar –
imagínate una, y yo allí contigo.
Ámame marchita tanto como me amaste nueva.
Ámame como si yo fuera para siempre
y haré de lo imposible
un acto simple,
al amarte, amarte como yo te amo.

I ASK THE IMPOSSIBLE

I ask the impossible:  love me forever.
Love me when all desire is gone.
Love me with the single mindedness of a monk.
When the world in its entirety,
and all that you hold sacred,  advise you
against it:  love me still more.
When rage fills you and has no name:  love me.
When each step from your door to our job tires you,
love me;  and from job to home again,  love me,  love me.
Love me when you’re bored,
when every woman you see is more beautiful than the last,
or more pathetic, love me as you always have:
not as admirer or judge but with
the compassion you save for yourself
in your solitude.
Love me as you relish your loneliness,
the anticipation of your death,
mysteries of the flesh, as it tears and mends.
Love me as your most treasured childhood memory
– and if there is none to recall –
imagine one,  place me there with you.
Love me withered as you loved me new.
Love me as if I were forever
and I will make the impossible
a simple act,
by loving you,  loving you as I do.






Ana Castillo
(Chicago, Illinois, EE.UU., 1953)
ESCRITORA/POETA/EDITORA/ACTIVISTA/PINTORA
de I Ask the Impossible: Poems, Anchor Books, 2001
Traducción de Lidia García Garay
para leer una entrevista en MESTER
para leer MÁS
su WEB

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...