Mostrando entradas con la etiqueta poesía palestina. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta poesía palestina. Mostrar todas las entradas

19 de mayo de 2025

Farah Barqawi, El último abril



EL ÚLTIMO ABRIL

El último abril caminamos durante toda
una mañana por Shuya'ia.
Yo era como una turista y vos eras
como la llave de lugares
que se cayeron de la memoria, de la vida misma.

Caminamos y sacamos fotos divertidas
o más bien tristes
o quizá incómodas

de una realidad que no puede albergarnos
al mismo tiempo a las dos,
pero la forzamos a hacerlo,
al menos durante toda una mañana
en el casco antiguo de Gaza.

Yo, con mi pelo enrulado; vos,
con tu niqab gris,
un mundo de controversias estaba
redescubriendo los
callejones ocultos, revelándose
a sí mismo.

Quisiste llevarme a
Hamam al-Sammara
Me quedé ingenuamente sorprendida. Supongo que
la distancia me ha vuelto ignorante
y rígida. Te retiraste el niqab
de la cara. Me quedé,
por supuesto, sorprendida otra vez.

Nos sacamos una selfie como dos colegialas
que se ausentaron de la clase de matemáticas
procurando algo de libertad
al descubrir sus inmediaciones.

Me mostraste la antigua puerta de
la mezquita Omari,
tu mezquita favorita. Luego
me presentaste al vendedor de knafeh. Me convertí
en tu amiga extranjera
de visita desde otro mundo. Vos
querías jugar.
Te reíste de tu mentira inocente.
Querías resolverle
el rompecabezas de vernos juntas,
tan dispares.

En el mercado Fras me aseguraste que podía sacar
fotos de la gente que pasaba.
Era Ramadán, estaban haciendo
las compras para el Eíd, gritándoles cosas graciosas
a sus hijos.
Nosotras también decíamos cosas graciosas,
y vos me hiciste un video caminando
entre carros llenos de menta fresca,
rúcula y rabanitos.
Me llevaste a ver
la tienda de encurtidos.
Yo era tu prima turista, tu hija
no nacida, tu amiga perdida.

Te probaste un vestido. Era del color
del vino tinto, y vos no
tomás vino, pero el árabe te obliga
a usar esa expresión. Te dije
que te quedaba bien. Compraste
el vestido para el Eíd.

El paseo terminó pronto junto al mar.
El calor te cansaba, pero teníamos
que ver el puerto, lo único parecido
a una salida libre, pese a saber las dos
que nunca lo fue.

El mar de Gaza nos infunde muchos deseos,
pero sencillamente podría devorarnos
si intentamos seguirlos.

El paseo terminó demasiado pronto, mi amor.
Estabas ayunando y te cansaste.
Me preguntaste de nuevo si estaba
bien desear una hija después de
tres varones. Te dije que sí, pero
temí por ella y por vos en mi corazón.

El viaje terminó demasiado pronto, mi Doa'a.
El taxista te dejó
antes que a mí. Luego hubo
confinamiento, luego tuve que tomar
un vuelo, luego llegó la guerra,
allí estaba tu edificio,
con su estructura vieja

y muchas bombas israelíes
hundiéndose en el vientre
de tu calle.
Allí estaba tu vestido de Eíd sin estrenar, tu
hija sin nacer, tus hijos
sin crecer y tus historias
sobre Gaza que no pudiste contar. Todos estaban allí
contigo mientras escuchabas los últimos ruidos
de lo que pensaste que estaba lejos, hasta
que estuvo cerca; y caminaste
sola esta vez hacia el mar abierto de Gaza.

Sin caras cubiertas, sin extraños molestos,
sin necesidad de mentiras inocentes
ni de entender las controversias.

El paseo terminó demasiado pronto mientras
espero aquí otra
aventura turística con
vos en las calles que amabas,
las calles que te llevan en su vientre.

(Para vos y para ese día, 22 de abril de 2021)

Traducción de Olga Outside
LAST APRIL

Last April we walked for a whole
morning in Shejaiya
I was like a tourist and you were
like the key to places
that fell out of memory, out of a lifetime.

We walked and took funny photos
or rather sad ones
or maybe awkward ones

of a reality that cannot hold both
of us at a time —
but we forced it to —
at least for a whole morning
in oldtown Gaza.

I, with my curly hair; you,
with your grey niqab
a world of controversies was
rediscovering the
hidden alleys, revealing
itself to itself

You wanted to take me to
Hamam al-Sammara
I was naïvely shocked. I guess the
distance has made me ignorant
and rigid. You lifted the niqab
away from your face. I was,
of course, shocked again.

We took a selfie like two school girls
skipping math class
attempting some freedom
in discovering their surroundings

You showed methe old gate of
the Omari mosque,
your favorite mosque. Then you
introduced me
to the Knafeh maker. I became
your foreigner friend
visiting from another world. You
wanted to play.
You laughed at your own little lie.
You wanted to relieve him the
puzzle seeing us together,
such a mismatch.

In Souq Faras, you assured me I can take
photos of passing folks.
It was Ramadan, they were
shoppings for Eid, shouting funny things
to their kids.
We were saying funny things too,
and you took a video of me walking
among carts full of fresh mint,
rocca, and radishes.
You made me take a close
look at the pickles shop.
I was your tourist cousin, your unborn
daughter, your lost friend.

You tried a dress on. It had the colour of
red wine, and you don't
drink wine, but Arabic forces
you to use Its name this way. I told
you it fit you well. You
bought that dress for Eid.

The walk ended soon by the sea.
The heat made you tired, but we had
to see the port, the only resemblance
of a free exit, despite both of us
knowing it was never one.

The sea in Gaza throws many desires
in us, but could simply eat us
if we try to follow them.

The walk ended too soon, my love.
You were fasting and you got
tired. You asked me again if it was
okay to desire a daughter after
three boys. I said yes, but
I feared for her and you in my heart.

The trip ended too soon, my Doa'a.
The taxi driver dropped
you off before me. Then there
was curfew, then I had to catch a
flight, then there was war,
there was your building
with an old structure,

there were many Israeli bombs
diving down in the belly
of your street.
There was you unworn Eid dress, your
unborn daughter, your ungrown
boys, and your untold
stories about Gaza. They were all there
with you as you heard the last noises
from what you thought was far, until
it was close, and you walked
alone this time to the open sea of Gaza.

No face covers, no annoying strangers,
no need for little lies nor an
understanding of controversies.

The walk ended too soon while
I wait here for another
touristic endeavor with
you in the streets you loved,
the streets that carry you
in their belly.

(to you and to that day.
April 22nd, 2021)



©Houssam Mchaimech
Farah Barqawi 
(campo de refugiados de Yarmuk,
Damasco, Siria, 1985)
De origen Palestino
Reside en El Cairo  
POETA/ESCRITORA/TRADUCTORA/
INTÉRPRETE/PRODUCTORA/ACTIVISTA FEMINISTA/
para leer + en FI ALMUANATH
su BLOG
su WEB

18 de abril de 2024

Ahed Tamimi, No se escucha el silencio


Fotografía de Elena Vojvodina

NO SE ESCUCHA EL SILENCIO

No hay forma de imaginar el
Silencio1
Aquí
Porque detrás del ruido de un rifle
Está el llanto de una niña
—Que no sabe por qué llora: pero ese
Es el único lenguaje que conoce—
Y bajo el llanto
Hay un dialecto2 prohibido
Cuyas palabras no tienen equivalente
Al canto; pero mar es igual3 a furia
Y más allá
En su fondo
Se escucha como una transparencia4
El eco de los pasos de una madre que
Atiende veloz la herida del pequeño Amhed
Que tiene una vena en el cuello
Que produce el mismo sonido que la llave5 rota
Del baño
Pero va debilitándose conforme pasan las seis quince:
Hora6
En que el padre reza (eso se escucha también)
A un dios que abandonó la religión por las finanzas7
Y ahí, justo, ahí, en esa capa
Inferior
A todos los sonidos de la guerra
Estoy yo —tratando de imaginar el silencio—
Y debajo de mí los escombros
De lo que ayer fue mi casa.
 
لا توجد طريقة لتخيل

الصمت
هنا
لأنه وراء ضجيج البندقية
هناك صرخة فتاة
– لا يعلم لماذا يبكي: لكن هذا
إنها اللغة الوحيدة التي يعرفها.
وتحت البكاء
هناك لهجة محرمة
الذي ليس لكلماته ما يعادله
إلى الأغنية؛ لكن البحر يساوي الغضب
وما بعدها
في خلفيتها
يبدو وكأنه الشفافية

صدى خطوات الأم
عالج جرح أحمد الصغير بسرعة
الذي لديه الوريد في رقبته
الذي يصدر نفس صوت المفتاح المكسور.
من الحمام
لكنه يضعف عند مرور ستة وخمسة عشر:
ساعة
الذي يصلي فيه الأب (يمكن سماعه أيضًا)
إلى إله ترك الدين من أجل المال
وهناك، هناك، في تلك الطبقة
أدنى
إلى كل أصوات الحرب
ها أنا أحاول أن أتخيل الصمت
وتحتي الركام
مما كان بيتي أمس.
عهد التميمي


1 No hay forma de diferenciar las capitales de las minúsculas en el escrito original.
2 Esta palabra es también un sinónimo de su propia lengua, la que antes dijimos: “dialecto”, por esa misma razón. Ésa que hoy está prácticamente extinta.
3 Ésta es una curiosidad real: “mar” y “furia” se escriben y pronuncian exactamente igual.
4 También puede traducirse como “Un movimiento transparente”.
5 No he podido distinguir si esta palabra hace referencia a una llave que abre el candado de un baño o el grifo del agua. En ciertos campos de prisioneros, el uso del baño es un privilegio restringido con candado y solamente pueden acceder a él quienes tengan ciertos méritos.
6 Hay un creencia poco conocida, arraigada en el pasado entre los musulmanes que habitaron la ribera del Jordán, que asegura que los muertos rezan el Asr (oración del Corán previa al ocaso) quince minutos después de que los vivos hayan comenzado, esto con el fin de hacer eco de ello para obtener la atención de Alá.
7 En el texto original se pueden leer dos versos iguales: uno dice “finanzas”, como he sugerido en la traducción; el otro dice: “conteo de monedas”.



Ahed Tamimi
(Nabi Salih,  Cisjordania, Palestina, 2001)
ESCRITORA/ACTIVISTA POR LOS DERECHOS PALESTINOS Y ÁRABES
Notas y versión de Julio César Toledo
para leer una entrevista en MARKAZ REVIEW
para leer + en REVISTA SUDESTADA


22 de octubre de 2023

Heba Abu Nada, La noche en la ciudad es oscura... (+1)


Obra de Lina Abojaradeh

La noche en la ciudad es oscura, 
excepto por el brillo de los misiles; 
silenciosa, 
excepto por el sonido del bombardeo; 
aterradora, 
excepto por la promesa tranquilizadora de la oración; 
negra, 
excepto por la luz de los mártires. 
Buenas noches.

(08/10/2023)

معتمٌ ليل المدينة إلا من وهجِ الصواريخ، صامتٌ إلا من صوت القصف، مخيف إلا من طمأنينة الدعاء، أسود إلا من نور الشهداء.
تصبحي على خير يا #غزة.
#طوفان_الأقصى



HEBA DIXIT

Heba Abu Nada - Hiba Kamal Abu Nada

"Si morimos, sepan que estamos satisfechos y firmes, 
y digan al mundo, en nuestro nombre, 
que somos personas justas, del lado de la verdad".

(19/10/2023)



Heba Abu Nada - Hiba Kamal Abu Nada
(La Meca, 1991 - Jan Yunis, 
Franja de Gaza, 20/10/2023)
POETA/NOVELISTA/BIOQUÍMICA/ACTIVISTA/NUTRICIONISTA
Leído en ALMAYADEEN
para leer + en CONTRAPUNTO



15 de mayo de 2020

Mai Sayegh, La partida


Fotografía extraída de Istiklal

LA PARTIDA

En este momento de partida
apunta tus flechas rojas
desarma al relámpago
y abre amplia
la puerta de mi exilio
Cierra el rostro abierto del cielo
y cabalga la distancia
Yo añoro tan profundamente
que las orillas abran sus mares
y que los caballos se desboquen
Ahora yo llevaré los caminos y
las palmeras en mi maleta
Yo veré mis lágrimas
en los diarios de la tarde
y sellaré las estaciones
Comencemos nuestra canción
Aquí está Beirut que te lleva
Como sus propias ropas
tu debes acomodarte bien en la
superficie de su gloria
abandonando las lágrimas.
En su azul espuma.
Ella te contiene
como la eternidad
como el sentido del inicio que
llega con la certeza
¿Cómo puedes estar muerto y
sin embargo tan absolutamente
presente?
Dejemos que los ríos
abandonen sus cielos
y que los mares se sequen
todo en el Universo tiene un fin
excepto mi sangre derramada
Cada vez que yo pienso en ello
tu permaneces tan grande
como tu muerte
Los aviones de guerra te escogen,
te descubren,
plantan su oscuridad en ti.
De todas esas últimas visiones
Nubladas
¿Cómo tu comenzarás la
Historia de la cosecha
los aviones de guerra
te seleccionan
al inicio de tu sueño,
al final de tu sueño
¿Con cuanta frecuencia explotó
sobre ti el cielo con odio?
¿Con cuanta frecuencia fuiste
tú apartado?
¿A cuanta masacre sobreviviste?
Ahora tu reúnes todas las heridas
refugiándote en la muerte,
llevando los sueños como alas.




Mai Sayegh / May Sayegh
-May Musa Sayegh-
(Gaza, Palestina, 1940)
POETA/ESCRITORA/ACTIVISTA POLÍTICA/FEMINISTA
Traducción de Said Alami





25 de abril de 2020

Mourid Barghouti, También está bien


Obra de Leonardo Senas
TAMBIÉN ESTÁ BIEN

También está bien morir en nuestra cama
sobre una almohada limpia
y entre amigos.

Está bien morir, una vez,
con las manos cruzadas sobre el pecho
vacíos y pálidos
sin arañazos, sin cadenas, sin banderas,
y sin pedir nada.

Está bien tener una muerte sin polvo,
sin agujeros en la camisa,
sin marcas en las costillas.

Está bien morir
con una almohada blanca, no la acera, bajo las mejillas,
las manos descansando en las de los que amamos
rodeados de médicos y enfermeras desesperados,
sin nada pendiente salvo una elegante despedida,
sin prestar atención a la historia,
dejando el mundo tal como es,
esperando que, algún día, algún otro
lo cambie.

Traducción de María Soledad Sánchez

IT'S ALSO FINE

It’s also fine to die in our beds
on a clean pillow
and among our friends.

It’s fine to die, once,
our hands crossed on our chests,
empty and pale,
with no scratches, no chains, no banners,
and no petitions.

It’s fine to have a clean death,
with no holes in our shirts,
and no evidence in our ribs.

It’s fine to die
with a white pillow, not the pavement, under our cheek,
with our hands resting in those of our loved ones,
surrounded by desperate doctors and nurses,
with nothing left but a graceful farewell,
paying no attention to history,
leaving this world as it is,
hoping that, someday, someone else
will change it.

Traducción al inglés de Radwa Ashour
en Midnight and Other PoemsArc Publications,
Todmorden, Lancashire, 2009



Mourid Barghouti 
(Cisjordania, Palestina, 1944-2021)
Reside en El Cairo
POETA/ESCRITOR
de A Small Sun, Aldeburgh Poetry Trust, 2003
Traducción de María Soledad Sánchez
en WIKIPEDIA

2 de marzo de 2020

Suheir Hammad, Lo que haré


Obra Family of Women, de David Kreider

LO QUE HARÉ

No voy
a bailar al son de tu tambor
de guerra. No voy
a prestar mi alma ni mis huesos a tu tambor
de guerra. No voy
a bailar a tu
ritmo. Conozco ese ritmo.
Es inerte. Conozco
íntimamente esa piel
que golpeas. Estuvo
viva una vez
cazada robada
estirajada. No voy
a bailarle a tu guerra
de tambores. No voy a explotar
girar romper por ti. No
voy a odiar para ti ni
siquiera voy a odiarte a ti. No voy
a matar por ti. Especialmente
no voy a morir
por ti. No voy a velar
a los muertos con asesinato ni
suicidio. No voy a alinearme
contigo ni a bailar a las bombas
porque todos los demás
estén bailando. Todos los demás pueden estar
equivocados. La vida es un derecho no es
colateral o casual. No voy
a olvidar de dónde vengo. Voy a
construir mi propio tambor. 
Reunir a mis seres queridos
cerca y nuestro canto
será baile. Nuestro
rumor será tambor. No voy
a ser un juego. No voy
a prestar mi nombre
ni mi ritmo a tu
son. Bailaré
y resistiré y bailaré y
persistiré y bailaré. Este latido suena más alto
que la muerte. Tu tambor de guerra
no suena más alto que esta respiración.

WHAT I WILL

I will not
dance to your war
drum. I will
not lend my soul nor
my bones to your war
drum. I will
not dance to your
beating. I know that beat.
It is lifeless. I know
intimately that skin
you are hitting. It
was alive once
hunted stolen
stretched. I will
not dance to your drummed
up war. I will not pop
spin break for you. I
will not hate for you or
even hate you. I will
not kill for you. Especially
I will not die
for you. I will not mourn
the dead with murder nor
suicide. I will not side
with you nor dance to bombs
because everyone else is
dancing. Everyone can be
wrong. Life is a right not
collateral or casual. I
will not forget where
I come from. I
will craft my own drum. Gather my beloved
near and our chanting
will be dancing. Our
humming will be drumming. I
will not be played. I
will not lend my name
nor my rhythm to your
beat. I will dance
and resist and dance and
persist and dance. This heartbeat is louder than
death. Your war drum ain’t
louder than this breath.


ZaatarDiva, Cypher Books, New York, 2005



Suheir Hammad
(Ammán, Jordania, 1973)
Reside en Nueva York, EE.UU. desde los 5 años
POETA/PERFORMER/ACTIVISTA POLÍTICA
de ZaatarDiva, Cypher Books, New York, 2005
Traducción de Laura Casielles
Leído en CAJA DE RESISTENCIA
en TWITTER
para leer MÁS

7 de enero de 2020

Naomi Shihab Nye, Quemando el año viejo


Ilustración de Jeannie Phan


QUEMANDO EL AÑO VIEJO                                                                       

Las cartas se tragan así mismas en segundos.
Notas que amigos ataron a la aldaba de la puerta,
papel escarlata transparente,
chisporrotean como alas de polilla,
casándose con el aire.

Gran parte de cualquier año es inflamable,
listas de vegetales, poemas parciales.
Llama naranja, remolino de días,
tan pequeña, una piedra.

Donde había algo y de pronto nada,
una ausencia grita, celebra, deja un espacio.
Comienzo nuevamente con los números más pequeños.

Baile rápido, mezcla de pérdidas y hojas,
solo las cosas que no hice
crujen después de que muera el fuego.



BURNING THE OLD YEAR

Letters swallow themselves in seconds.
Notes friends tied to the doorknob,
transparent scarlet paper,
sizzle like moth wings,
marry the air.

So much of any year is flammable,
lists of vegetables, partial poems.
Orange swirling flame of days,
so little is a stone.

Where there was something and suddenly isn’t,
an absence shouts, celebrates, leaves a space.
I begin again with the smallest numbers.

Quick dance, shuffle of losses and leaves,
only the things I didn’t do
crackle after the blazing dies.





Naomi Shihab Nye
(St. Louis, Missouri, EE.UU., 1952)
COMPOSITORA PALESTINA-ESTADOUNIDENSE/
POETA/NARRADORA
de Words Under the Words: Selected Poems, Far Corner Book, 
Portland, Oregon, 1995 
Traducción de Beverly Pérez-Rego
para leer MÁS


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...