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3 de septiembre de 2020

Carmen Ruiz Fleta, 13


Fotografía de Giovanni Marrozzini

13

Que no te escondas.
Que no hagas como tu madre y no te escondas.
Que aprendas de ellas:
de Virginia, de Alfonsina, de Anaïs,
y sepas dar un golpe de verso
cuando la vida se ponga bruta.




Carmen Ruiz Fleta
(Zaragoza, España, 1978)
POETA/PERIODISTA
de Vida doméstica, colección La Gruta de las Palabras, 
Editorial Prensas de la Universidad de Zaragoza (PUZ), 2017
para leer MÁS


3 de julio de 2020

Laura Freixas, El animal más comentado



Obra de Emma Ainala

EL ANIMAL MÁS COMENTADO

Cuando en 1928 una asociación femenina de estudiantes pidió a Virginia Woolf una conferencia sobre mujeres y literatura, la concienzuda escritora se fue a la biblioteca del Museo Británico. Allí solicitó el catálogo, lo abrió por la W de"women" y... "Estos puntos suspensivos indican cinco minutos, uno por uno, de estupefacción, perplejidad y desconcierto", escribe Woolf en "Una habitación propia", donde relata la anécdota. Pues lo que había encontrado, bajo el epígrafe "Mujeres", eran páginas y más páginas de bibliografía sobre el tema, desde todos los puntos de vista imaginables: "Amor a los niños de las - ", "Cerebro más pequeños de las -", "Condición de la edad media de las -", "Inferioridad mental, moral y física de las -", "Menos vello en el cuerpo de las -", "Opinión de La Bruyère sobre las -", "Opinión del señor Oscar Browning sobre las -", "Opinión de Shakespeare sobre las -", "Pubertad entre las - de las islas de los mares del sur", ... "¿Tenéis la menor idea -pregunta Woolf a sus oyentes- de cuántos libros se escriben sobre las mujeres a lo largo de un solo año?
¿Tenéis la menor idea de cuántos de ellos son escritos por varones? ¿Os dais cuenta de que sois, quizá, el animal más comentado del universo?..."
Hay cosas que nos pasan inadvertidas de puro omnipresentes. Yo confieso que, hasta que leí "Una habitación propia", tampoco me había dado cuenta de que en nuestra cultura el hombre es el sujeto (el poeta, el ensayista, el pintor, ...) y la mujer el objeto (el tema, el personaje, la musa, el enigma, la encarnación del arte): "Poesía eres tú", como escribía Bécquer a su amada, implica que "el poeta soy yo".
Hasta que, un día, las mujeres tomaron la pluma. ¿Y sobre qué escribieron? ¿Sobre hombres? Pues no: sobre mujeres. La condición femenina, los roles sexuales, las relaciones entre madres e hijas, amigas, hermanas... son el gran tema de la literatura escrita por mujeres. Extraño fenómeno que tiene seguramente una explicación muy simple: cuando una mujer accede a la literatura, lo primero con  que se encuentra -en las obras creadas por varones, es decir casi todas- es una imagen de la mujer en la que no se reconoce y que le urge rectificar, una imagen que de ser cierta haría imposible, para empezar, que ella fuese escritora.
Viene todo esto a cuento de que la periodista Joana Bonet acaba de publicar un libro titulado "Hombres, material sensible" (Plaza&Janés), en el que empieza a desmentir lo que afirmaba Woolf tras visitar la biblioteca: "Las mujeres no escriben sobre hombres". Bonet se basa en las confesiones que 1.300 varones han enviado al premio Contradiction de literatura personal. Es significativo que ese premio se convocara primero sólo para mujeres y ahora se haya abierto a ellos. Una invitación implícita a que empiecen, por fin, a pensar en sí mismos, a cuestionarse, no en tanto que seres humanos -eso no sería nuevo-, sino en tanto que varones; a analizar, ellos también, su propia condición, los roles sexuales, las relaciones entre padres e hijos, amigos, hermanos... A la larga, y si mucho perseveran, no es imposible que en el próximo concilio de obispas reunidas bajo la autoridad de la Papisa terminen decretando que, en contra de las apariencias, los hombres tienen alma.

en La Vanguardia, lunes 30 de junio de 2003




Laura Freixas
(Barcelona, España, 1958)
ESCRITORA/NOVELISTA/ENSAYISTA/INVESTIGADORA 
Y PROMOTORA DE LA LITERATURA ESCRITA POR MUJERES/
PRESIDENTA DE HONOR DE CLÁSICAS Y MODERNAS
para leer una entrevista en ANTÓN CASTRO
para leer + en LA TRIBU
su WEB


4 de agosto de 2011

Lilian Elphick, 2 poemas 2


Fotografía de Oleg Dou

AVISO DE ROBO

Mi silencio ha sido robado.

La persona que lo encuentre, trátelo con cariño.
No le grite, que se asusta.
No lo maree con palabras inútiles.
Una vez que el silencio se haya acostumbrado,
favor de clavarle el puñal bien adentro, en el centro
de su total indiferencia.
Deje los restos en la calle.
No faltará quien se los lleve.




"Aftershave", fotografía de Jiri Ruzek
AVISO DE EXTRAVÍO

Así que voy a hacer lo que creo mejor…
Nota de Virginia Woolf

He perdido mi imagen, la palabra, ese amor feble y fugaz; 
he perdido lo que nunca perdí: la sombra y la luz. 
También se han extraviado algunos granos de arena que guardaba en mis zapatos.
A quien los encuentre, por favor, no los devuelva.





Lilian Elphick 
(Santiago de Chile, 1959) 
de Abismos habituales
para leer MÁS
su BLOG


19 de diciembre de 2010

Virginia Woolf, Fragmento de Diario de una escritora

"Rosaverde", obra de Frank de las Mercedes, 2010


Casi todo me atrae. Sin embargo se alberga en mí algún buscador infatigable. ¿Por qué no hay un descubrimiento de la vida? Algo para ponerle las manos encima y exclamar: "¿Es esto?" 
Mi depresión es un sentirme acosada. Estoy buscando: pero no, no es eso… no es eso. ¿Qué es entonces? ¿Tendré que morir sin haberlo encontrado? Y luego (como anoche, cuando atravesaba Russell Square) veo las montañas en el cielo: las grandes nubes; y la luna que se está alzando sobre Persia; tengo una grande, sorprendente impresión de que hay algo allí, que es "eso"? No es exactamente la belleza a lo que me refiero. Quiero decir que la cosa en sí basta: es satisfactoria; acabada. 
También una impresión de mi propia rareza, de la rareza de estar caminando sobre la tierra. También está ahí, la infinita extrañeza de la posición humana; estar atravesando Russell Square, con la luna allí arriba y las nubes como montañas.

Quién soy yo, qué soy, y todo el resto; preguntas que siempre flotan en torno: y de pronto doy de narices con algún hecho concreto -una carta, alguien- y vuelvo a ellos con un gran sentimiento de frescura. Y así continúa. Suelo toparme frecuentemente con este "eso", y experimento entonces un gran reposo.





Virginia Woolf 
(Londres, 1882 - Lewes, Inglaterra, 1941)
NOVELISTA/ENSAYISTA/CRÍTICA
de Diario de una escritora, Buenos Aires, Sur, 1954  
Traducción de José M. Coco Ferraris

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