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22 de febrero de 2016

Ana Salomé, 3 poemas 3



Fotografía de Marta Bevacqua


ODA DEL FIN DE LA PASIÓN

ahora que la pasión se alejó de ti
son pocas las noticias que te traigo.

las palabras bien pueden ser
pequeños papeles tirados al suelo
si el viento los levanta es porque aún
habrá un libro de poemas
en las puntas de los dedos a herir el espacio
para un último golpe.

me dejaste así con la pasión rápida
el funeral y los pájaros en las ramas
a aprender tonterías y las marchas de siglos
anteriores. rechazaste un corazón
la cercanía de las manos
a destapar el rostro oculto.

ahora es tarde
los poemas son las partes prohibidas de los bosques
que no pueden crecer más.
sin árboles el viento no sopla
y es poco el que llega hasta ti.

ODE DO FIM DA PAIXÃO

agora que a paixão se demoveu de ti
são poucas as notícias que te trago.

as palavras bem podem ser
pequenos papéis atirados ao chão.
se o vento as levantar é porque ainda
haverá um livro de poemas
nas pontas dos dedos a ferir o espaço
para um último batimento.

deixaste-me assim com a paixão rápida
o funeral e os pássaros nos ramos
a aprender asneiras e as marchas de séculos
anteriores. recusaste um coração
a cercania das mãos
a destapar o rosto oculto.

agora é tarde
os poemas são vedações de florestas
que não podem crescer mais.
sem árvores o vento não sopra
e é pouco o que chega até ti.

(de Odes, Publicações Canto Escuro, 2008)




Fotografía de Kate Barry


ODA AL CASTIGO

Solo una niña más entre otras
Y la pizarra negra donde escribir tu nombre a tiza
Como una falta de ortografía del corazón.

Castigo.
Entre nosotros el alto muro del recreo
Y la obligación de permanecer sola.


ODE AO CASTIGO

Só mais uma menina entre outras
E o quadro negro onde escrever o teu nome a giz
Como um erro ortográfico do coração.

Castigo.
Entre nós o alto muro do recreio
E a obrigação de permanecer só.

(de Odes, Publicações Canto Escuro, 2008)





Charlotte Gainsbourg /Fotografía de Kate Barry



DIARIO

A partir de ahora, todo poema que hable de amor, fuera.
Todo poema que no revolucione, fuera.
Todo poema que no enseñe, fuera.
Todo poema que no salve vidas, fuera.
Todo poema que no sobreviva, fuera.
Voy a dejar un anuncio en el periódico;
Se busca poeta. Me traspaso.



DIÁRIO

A partir de agora, todo o poema que fale de amor, fora.
Todo o poema que não revolucione, fora.
Todo o poema que não ensine, fora.
Todo o poema que não salve vidas, fora.
Todo o poema que não se sobreviva, fora.
Vou deixar um anúncio no jornal:
Procura-se poeta. Trespasso-me.



(de Criatura 4, 2009)






Ana Salomé - Ana Catarina Rocha -
(Lisboa, Portugal, 1982)
Traducción de María Sánchez
Propuesta de traducción de Emma Gunst
Revisión de los poemas por João Guerreiro
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24 de abril de 2012

Ana Salomé, Fuego



Fotografía de Emily Bem


FUEGO

Empecé a fumar para pedirte fuego.
Para encontrar un motivo. Para.
¿Tienes fuego? Te pregunté.
. Dijiste. Llevaste la mano al bolsillo.
Sujetaste el mechero. Todo plateado.
Te acercaste e hiciste una concha con la mano derecha.
Eras zurdo, como el corazón.
Ahora. Dijiste.
Y acerqué el cigarro a la llama.
Ya está. Y sonreíste.
¿Te importa que te acompañe? Preguntaste.
No, claro que no. Claro que no.
Hace frío. Dijiste. Y frotaste las manos.
El cigarro siempre calienta.
Sí. Tosí.
¿Estás bien? Preguntaste.
Estoy muy bien.
Perfecto. Dijiste. Y sonreíste.
Aquel café es acogedor. ¿No tomas nada?
Un té sería bueno para la tos. Preguntaste. Y dijiste.
Sí, un té sentaría bien. Me estaba apeteciendo.
Parece que acerté. Dijiste. Y ahí sonreí yo.
Tomamos un café y de inmediato hicimos planes de vida
Que marcharon mal, inmediatamente mal.

Empecé a fumar para pedirte fuego.
Para soportar el frío.
Descubrí que no moriría
Ni de cáncer de pulmón, ni de amor,
sino de la propia muerte, el fuego se apagó mal
y el café cerró las puertas. Para siempre.




LUME

Comecei a fumar para te pedir lume.
Para arranjar um motivo. Para.
Tens lume? Perguntei-te.
Sim. Disseste. Levaste a mão ao bolso.
Engatilhaste o zippo. Todo prateado.
Abeiraste-te e fizeste concha com a mão direita.
Eras canhoto, como o coração.
Agora. Disseste.
E levei o cigarro até à chama.
Já está. E sorriste.
Importas-te que te acompanhe? Perguntaste.
Não, claro que não. Claro que não.
Está frio. Disseste. E esfregaste as mãos.
O cigarro sempre aquece.
Sim. Tossi.
Estás bem? Perguntaste.
Estou muito bem.
Óptimo. Disseste. E sorriste.
Aquele café além é acolhedor. Não tomas nada? 
Um chá fazia bem à tosse. Perguntaste. E disseste.
Sim, um chá calhava bem. Estava mesmo a apetecer-me.
Parece que adivinhei. Disseste. E aí sorri eu.
Tomámos chá e de imediato fizemos planos de vida
Que correram mal, imediatamente mal.

Comecei a fumar para te pedir lume.
Para passar o frio.
Descobri que não viria a morrer
Nem de cancro pulmonar, nem de amor,
mas da própria morte, mal o lume se apagou
e o café fechou as portas. Para sempre.







Ana Salomé - Ana Catarina Rocha -
(Lisboa, Portugal, 1982)
Traducción de Selo Blanco
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