Fotografía de Peter Lindbergh |
INQUIETUD
Antes de partir de viaje
en el exótico restaurante
que abrieron en Retiro
la extraña mujer sentada
en la mesa de al lado comió
varios poemas.
Uno lleno de dudas
uno de amor
uno rimado
y de postre uno con palabras
incomprensibles.
Yo que sólo comí una sopa de letras
no podía dejar de mirarla.
se la veía liviana,contenta,
segura de sí misma.
Al levantarse me sonrió abiertamente
como si algo, sutil y profundo nos uniera.
Devolví la sonrisa y mientras caminaba
pude ver una gran angustia en los tacos de su zapato
y con una mirada mía -que desconocía-
me vi adentro de su cuerpo llevándome a su selva.
Fotografía de Miles Aldridge |
TEORÍA DE LOS ESCÁNDALOS
Por el borde de cualquier escándalo
se desprenden cascarillas extrañas.
A veces se investigan por arriba
otras con microscopios de avanzada técnica.
Hasta ahora no se ha podido detectar a que se deben.
Las estadísticas sobre este tema lo único que
pudieron aclarar es que son más las mujeres
las escandalosas.
¿Serán escándalos de amor?
Quejidos que se deslizan en la tarde .
Serán de aquéllas que necesitan sonrisas para seguir luchando
o las que buscan desesperadas palabras que intenten un mejor poema?
¿Las que en briosos corceles van por el mundo desatando misterios
y se ríen de ellas?
Las que tienen una feroz memoria y no dejan que se olvide la necesidad de pan
en los ojos de niños que parecen detenidos en el tiempo?
O tal vez las que insisten en aprender a volar y se caen y levantan
porque Girondo les susurra que sólo así una mujer vale la pena.
Fotografía de Evelyn Benčičová |
ALGO SABE
Ella se esconde detrás de un velo
no se deja auscultar por el viento
se resiste a ser decorada.
En desolación y despojo se abre
a la noche fantasmal ,
no le teme al azar , a la irrupción
de lo desconocido,
a la confusión de la sangre cuando
habla de destiempos.
Sabe que en el centro de todo está el poema.
(de Cotidiana)
Fotografía de Katerina Plotnikova |
HEMBRAS DEL PARAÍSO
Tejiendo el puente con tela de araña
haciendo nudos a corazón abierto
tratando de sostener la luna cuando
la vi tambalearse perdí mi nombre
y se oscureció el día
se desparramaron las manzanas
cientos de adanes corrieron detrás
mordiscón a mordiscón
Emergieron mujeres sin nombre
-con abrazos de nostalgia-
cantaron
cocinaron
hicieron el amor
dieron con su instinto un ejemplo
de ser
ellas
hembras del paraíso.
Fotografía de Katerina Plotnikova |
SORTEAR LO INDECIBLE
Desconozco esa mujer que se derrama sobre la tarde quieta
el fulgor de esos ojos para adentro/de esas pestañas enredadas
esa impasible demudada transparencia/
sé que va cayendo /
Quisiera vaciarla / que caiga leve/
como una hoja
como la sombra de una hoja/
como el recuerdo de esa sombra/
tal vez la luz ilumine un pensamiento
aniquilado
si encuentra el final de la caída/
Graciela Wencelblat Wainbuch
(Buenos Aires, Argentina, 1947 -2013)
para leer su poesía traducida al portugués por Antonio Miranda
para leer más en: POEMASPOETAS
y MÁS
1 comentario:
así caíste, graaciela " como la sombra de una hoja" pero queda tu hoja semillando la tierra, tus poemas. gracias por todo lo que dio tu palabra!! susana zazzetti
Publicar un comentario