14 de diciembre de 2020

Gloria Anzaldúa, Hablar en lenguas: una carta a escritoras tercermundistas (fragmentos)


Ilustración de Ping Zhu

¿Quién nos dio el permiso de realizar el acto de escribir? ¿Por qué será que el escribir se siente tan innatural para mí?
¿Quién soy yo, una pobre Chicanita del campo, que piensa que puede escribir? 
¿Qué tenemos para contribuir, para dar? (…) ¿Acaso no nos dice nuestra clase, nuestra cultura, tanto como el hombre blanco que el escribir no es para mujeres tal como nosotras?



Ilustración de Ping Zhu


Olvídate del “cuarto propio” –escribe en la cocina, enciérrate en el baño. Escribe en el autobús o mientras haces fila en el Departamento de Beneficio Social o en el trabajo durante la comida, entre dormir y estar despierta. Yo escribo hasta sentada en el excusado. No hay tiempos extendidos con la máquina de escribir a menos que seas rica o tengas un patrocinador (puede ser que ni tengas una máquina de escribir). Mientas lavas los pisos o la ropa escucha las palabras cantando en tu cuerpo. Cuando estés deprimida, enojada, herida, cuando la compasión y el amor te posean. Cuando no puedas hacer nada más que escribir.



Ilustración de Ping Zhu

Escribir es peligroso porque tenemos miedo de lo que la escritura revela: los temores, los corajes, la fuerza de una mujer bajo una opresión triple o cuádruple. Pero en ese mero acto se encuentra nuestra supervivencia porque una mujer que escribe tiene poder. Y a una mujer de poder se le teme.



Ilustración de Ping Zhu

Yo digo mujer mágica, vacíate a ti misma. Estrújate hasta percibir maneras nuevas de ver, estruja a tus lectores hasta lo mismo. Para el chirrido en su cabeza. Tu piel debe ser lo suficientemente sensible para el beso más ligero y lo suficientemente gruesa para evitar las burlas. Si le vas a escupir en el ojo al mundo, asegúrate de que llevas la espalda contra el viento. Escribe de lo que más nos une a la vida, la
sensación del cuerpo, las imágenes vistas, la extensión de la psique tranquila: momentos de alta intensidad, su movimiento, sonidos, pensamientos. Aunque pasamos hambre no somos pobres en experiencias.




Ilustración de Ping Zhu

Escribe con tus ojos de pintor, con oídos de músico, con pies de danzantes. Tú eres la profeta con pluma y antorcha. Escribe con lengua de fuego. No dejes que la pluma te destierre de ti misma. No dejes que la tinta se coagule en el bolígrafo. No dejes que el censor apague las chispa, ni que las mordazas te callen la voz. Pon tu mierda en el papel. No estamos reconciliadas con los opresores que afilan su gemido con nuestro lamento. No estamos reconciliadas. Busca la musa dentro de ti misma. La voz que se encuentra en-terrada debajo de ti, desentiérrala. No seas falsa con ella, ni trates de venderla por un aplauso, ni para que se te publique tu nombre. 
Amor, 
Gloria.



Gloria E. Anzaldúa
(Valle del Río Grande, Texas, EE.UU, 1942-2004)
POETA/ACADÉMICA/ACTIVISTA POLÍTICA/PERIODISTA/
FEMINISTA/ESCRITORA/CRÍTICA LITERARIA
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4 comentarios:

Jorge dijo...

Una maravilla.

lunaroja dijo...

Qué maravilla de texto! De rabiosa actualidad!
Me ha enamorado.

Laura dijo...

¡Hermosisismo! Gracias por compartirlo.

Unknown dijo...

Estupendo escrito. Anima a cualquiera. Gracias por compartirlo

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