29 de julio de 2012

Karl Vennberg, Epílogo

Fotografía de Petr Lovigin


EPÍLOGO

Finalmente así es el amor:
una herida incurable
que cada vez aguanta menos que la rocen;
pero también un espejismo
del que la mirada sólo se desprende al final de todo
antes de que volvamos el rostro
hacia la pared vacía.
Quizá nos llegue, añade la irónica esperanza,
una palabra en una carta el día después de nuestra muerte.

I vantan pa pendeltaget, 1990







Karl Vennberg 
(Blädinge, Suecia, 1910-1995)
de Poesía Nórdica, Ediciones de la Torre, 1999
Traducción de Francisco J. Úriz
extraído de OTEADORES EN FUGA

9 comentarios:

Fuga Interior dijo...

Qué bueno encontrar blogs como este. Excelente

NINA dijo...

Bueh...

Y si lo dejamos en las tres primeras líneas, nomás?

Baci, hermoooooosaaa

Axis dijo...

En eso pensaba hoy...
quizá me llegue (?)
já.

Besos Emma querida!

Anónimo dijo...

This is a good blog message, I will keep the post in my mind. If you can add more video and pictures can be much better. Because they help much clear understanding. :) thanks Cavalieri.

vera eikon dijo...

Casi diría que un espejismo necesario, pues su contemplación nos ayuda a mantener la esperanza. Y a veces la esperanza es necesaria para continuar en movimiento, aunque este nos lleve al desencanto o a la herida....Beso

En mi propia tinta dijo...

una herida
un espejismo
una palabra
a des\tiempo

un abrazo
preciso

Leo Mercado dijo...

una herida incurable

Y no esperemos nada más y nada menos que eso

EG dijo...

NO ESTOY
NO SOY
NO FUI
NO SERÉ

Leo Mercado dijo...

Muchos no son si.

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