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11 de agosto de 2013

Joaquín Giannuzzi, Noticias


Fotografía de Phil Poynter
NOTICIAS

Cuando la comedia humana se pone movida
los periódicos
abundan en golpes de estado, huelgas generales,
crímenes, bodas, insurrecciones y muertes terribles.
Del basurero de la historia no colman la medida.
Sin embargo,
¿quién consagró estos hechos?

Esta mañana el viento
golpeó en algunas ventanas.
Un hombre y un perro cruzaron la calle.
María reclinó la cabeza a las tres de la tarde.
Nadie contó estas verdades.

No hay sucesos pequeños.
En el taller de mi esquina, cuando amanecía,
un obrero puso en marcha un motor.
Nadie habló de ese gesto oscuro.
Pero a partir de entonces
infinitas cosas se pusieron a funcionar a causa suya.
Así, de simple y rico,
y tan fecundo hacia distintas direcciones
el menor movimiento de tu mano.






Joaquín Giannuzzi 
(Bs.As., 1924 - Salta, Argentina, 2004)
de En Señales de una causa personal, Colección Poetas Contemporáneos, 
Cuarto poder, 1977
y en Obra poética, Emecé, 2000
para leer MÁS


24 de enero de 2013

Héctor Abad Faciolince, de Tratado de culinaria para mujeres tristes (fragmentos)


Fotografía de Andreas Heumann

Esa tendencia a traicionar, a mentir y a ser perfectamente franca. A esconderte o a mostrarte mucho. Ese cuidado de cuidarte tanto para acabar narrando tu historia, tu verdad con pelos y señales a un desconocido. Esas ganas de huir, de salir corriendo cuando alguien muestra que empieza a conocerte, aunque no te reveles. Ese vértigo de quedarte. Esa indomable sed de alguien y de no estar con nadie. De envolver las caricias en palabras. Esas ganas de cambiar sin renunciar a nada. Esa hambre de imposibles. ¿Cómo pensar en esta confusión contradictoria? Es verdad y mentira, está bien y está mal, y no hay salida.

Nada que hacer. Tómate un vaso de agua.”

1996

“Questa tendenza a tradire, a mentire ed a essere perfettamente franca. A nasconderti e mostrarti tanto. Questa tanta attenzione ad aver cura di te per finire così a raccontare la tua storia, la tua verità con capelli e segnali a uno sconosciuto. Questa voglia di fuggire, di scappare correndo quando qualcuno sembra che inizia a conoscerti, anche se non ti sveli. Questa vertigine di restare. Questa indomabile sete di qualcuno e non stare con nessuno. Di avvolgere le carezze nelle parole. Questa voglia di cambiare senza rinunciare a niente. Questa fame dell’impossibile. Come pensare a questa confusione contradditoria? E’ la verità e la menzogna, sta bene e sta male, e non c’è uscita.

Niente da fare. Prenditi un bicchiere d’acqua.”


"¿Pero es quizás un mal la soltería? No dejes que te agobien las casamenteras, no dejes que te ronden las falsas celestinas. Unas hay que se casan a la fuerza y son felices; otras que van sonrientes al rito de la boda sin siquiera pensar que andan hacia el patíbulo. ¿No podrán ser felices las que a la fuerza se queden solteronas por carencia de ofertas? Quizás entre las lágrimas te estés ganando un cielo aquí en la Tierra. Eso de maridarse es una lotería. Los más apuestos jóvenes se vuelven barrigones poco antes del tercer aniversario. Dictadores ociosos, tiranos insaciables, indiferentes lelos que leen el periódico y ven televisión. Los príncipes azules son escasos de veras. No cojas, eso sí, los vicios más funestos de la soltería. Deja de ser chismosa. Rechaza todo rastro de amargura...".



Si algún día te enfermas de palabras, como a todos nos pasa, y estás harta de oírlas, de decirlas. Si cualquiera que eliges te parece gastada, sin brillo, minusválida. Si sientes náusea cuando oyes “horrible” o “divino” para cualquier asunto, no te curarás, por supuesto, con una sopa de letras. Has de hacer lo siguiente: cocinarás al dente un plato de espaguetis que vas a aderezar con el guiso más simple: ajo, aceite y ají. Sobre la pasta ya revuelta con la mezcla anterior, rallarás un estrato de queso parmesano. Al lado derecho del plato hondo colmo de espaguetis con lo dicho, pondrás un libro abierto. Al lado izquierdo, pondrás un libro abierto. Al frente un vaso lleno de vino tinto seco. Cualquier otra compañía no es recomendable. Pasarás al azar, las páginas de uno y otro libro, pero ambos han de ser de poesía. Sólo los buenos poetas nos curan la llenura de palabras. Sólo la comida simple y esencial nos cura los hartazgos de la gula.”


Héctor Abad Faciolince 
(Medellín, Colombia, 1958)
de Tratado de culinaria para mujeres tristes
Editorial Alfaguara, 1998
para leer el libro en PDF

29 de octubre de 2012

Raymond Carver, 2 poemas 2


Fotografía de Sabina Dimitriu
FELICIDAD

Es tan temprano que afuera casi no hay luz. 
estoy parado cerca de la ventana con un café, 
y esas cosas que siempre a la mañana 
parecen ideas 

veo al chico con su amigo 
que vienen por la calle 
para entregar el diario. 

tienen gorras y sweaters, 
y uno lleva una mochila. 
son tan felices 
que no dicen nada. 

creo que si pudieran 
caminarían abrazados. 
es muy temprano 
y están haciendo esto juntos.

se acercan despacio. 
el cielo empieza a iluminarse, 
aunque todavía la luna cuelga sobre el agua. 

tanta belleza que por un minuto 
la muerte o el amor 
no tienen nada que ver.

felicidad. llega de repente. 
y va más allá, en verdad, 
cualquier mañana muy temprano habla de eso.




Fotografía de Laura Marie

TU PERRO SE MURIÓ

Una camioneta lo atropelló.
lo encontraste en la banquina
y lo enterraste.
te sentís mal.
te sentís mal por vos,
pero peor te sentís por tu hija
porque era su mascota,
y ella lo quería mucho.
siempre lo dejaba dormir en su cama
y le cantaba.
escribís un poema sobre eso.
lo llamaste un poema para tu hija,
sobre el perro atropellado por una camioneta
y de lo que hiciste después,
de cómo lo llevaste al bosque
y lo enterraste,
y ese poema resultó tan bueno
que casi estás contento de que atropellaran
al perro, porque si no nunca
hubieras escrito ese poema.
entonces te sentás a escribir
un poema acerca de la escritura de un poema
sobre la muerte de ese perro,
pero mientras escribís
escuchás que una mujer grita
tu nombre
dos sílabas,
y tu corazón se para.
después de un minuto, seguís escribiendo.
ella vuelve a gritar.
te preguntas cuánto puede durar eso.

YOUR DOG DIES

it gets run over by a van.
you find it at the side of the road
and bury it.
you feel bad about it.
you feel bad personally,
but you feel bad for your daughter
because it was her pet,
and she loved it so.
she used to croon to it
and let it sleep in her bed.
you write a poem about it.
you call it a poem for your daughter,
about the dog getting run over by a van
and how you looked after it,
took it out into the woods
and buried it deep, deep,
and that poem turns out so good
you're almost glad the little dog
was run over, or else you'd never
have written that good poem.
then you sit down to write
a poem about writing a poem
about the death of that dog,
but while you're writing you
hear a woman scream
your name, your first name,
both syllables,
and your heart stops.
after a minute, you continue writing.
she screams again.
you wonder how long this can go on.




Raymond Clevie Carver, Jr. 
(Clatskanie, Oregón, EE.UU., 1938-1988)
de All of Us: The Collected Poems, 1999
versión Patricio Grinberg
para leer MÁS

26 de octubre de 2012

Joaquín Giannuzzi, Poniéndome la corbata (+1)

"Mujer con corbata", de Amadeo Modigliani
PONIÉNDOME LA CORBATA

Cuando J. O. G. se pone la corbata
su mueca ante el espejo no interpreta el mundo.
Más bien es una distorsión desesperada
de un rostro que está allí sin saber cómo.
Ojos espantados que preguntan cuándo acabará todo.

Piedad para todos aquellos que como J. O. G.

aprietan el nudo de la corbata cada mañana
y nunca terminan por ahorcarse.
Sentimentales y astutos como moribundos
que olfatean el límite y retroceden a tiempo.

en Poesía completa GiannuzziSibilina, Sevilla, 2009


PONDO A GRAVATA

Quando J.O.G. põe a gravata
o seu gesto ao espelho não interpreta o mundo.
É antes uma torção desesperada
de um rosto que está ali sem saber como.
Olhos espantados a perguntar quando tudo acabará.

Piedade para aqueles que, como J.O.G.,
apertam o nó da gravata em cada manhã
e não acabam por se enforcar.
Sentimentais e astutos como moribundos
que farejam o limite e retrocedem a tempo.

(Traducción A.M.)


B O N U S   T R A C K


NI ÁNGEL NI REBELDE

No arriesgó nada
no practicó la irreverencia
no mordió el sexo del paraíso
no padeció la pesadilla de vivir
no aulló por falta de demonios en el vientre
no enturbió el agua de ninguna academia
no gozó la locura de la realidad
no destruyó su propia fisiología
no reveló lo insensato de la sensatez
no orinó ni escupió ni eyaculó fuera de foco
no hizo de la palabra la enemiga total
no metió ningún dedo en la llaga
de ninguna cosa hizo destino
no tuvo miedo de sí mismo
no metió mundo ni absoluto en sus venas
no arrulló entre sus brazos una bomba ni siquiera pacífica
no tuvo pensamiento ni ademanes
ni colores militantes
no se encamó con el monstruo de sí mismo
no hizo del vacío una utopía
no amó ni para nacer ni para morir
no telefoneó al otro mundo, no arrojó
bocanadas de sangre sobre el orden y el lenguaje.
Fue correcto adecuado municipal y obvio
o sea una buena persona en el peor sentido de la palabra.





Joaquín Giannuzzi 
(Bs.As, 1924 – Salta, Argentina, 2004)
de Obra poética, Emecé, 2000
en WIKIPEDIA
para leer MÁS

17 de octubre de 2012

Mex Urtizberea, El cuerpo de la mujer


s/d del autor de la fotografía




EL CUERPO DE LA MUJER

Hay instituciones históricamente manejadas por hombres que siempre han decidido, y siguen decidiendo, sobre el cuerpo de la mujer.



Hay culturas lejanas que se apropian del cuerpo femenino y ejecutan la escisión, la mutilación sexual femenina.


Hay hombres que, de pronto, se adueñan del cuerpo de una mujer al azar, y a la fuerza, y a escondidas, y deciden

qué hacer con él un rato.

Hay incluso padres, padrastros, tíos, que deciden qué hacer con el cuerpo de una mujer por un rato.


Hay jueces y juezas que dictaminan qué es lo que tiene que hacer una mujer con su propio cuerpo.


Hay liberales que defienden a ultranza las libertades individuales, pero censuran la libertad individual de la mujer para decidir qué quiere hacer con su cuerpo, un cuerpo que no es propiedad privada de ellos.


Hay opinólogos que opinan sobre qué debe hacer una mujer con un cuerpo, que es el suyo.


Hay una tradición que determina qué debe hacer con su cuerpo una mujer y que no se inmiscuye en lo que el hombre haga con el suyo. Y si es mucho lo que éste hace, en todo caso será llamado ganador, playboy, tigre. Si lo hiciera una mujer sería ligera, indecente, descocada y otros adjetivos que ni siquiera se pueden decir porque son malas palabras.


Hay asociaciones y ligas constituidas para regular lo que una mujer desee hacer con su cuerpo.


Hay modas impuestas por el mercado que decretan cómo tiene que ser el cuerpo de la mujer.


Hay demoras que demoran decisiones sobre el cuerpo de la mujer.


Hay mujeres con pancartas que exigen que otra mujer no pueda decidir sobre su propio cuerpo.


Hay dos chicas que nunca decidieron tener relaciones sexuales, ni tener un hijo. Pero alguien decidió por ellas que tuvieran relaciones sexuales. Después, alguien decidió que tuvieran el hijo, pues mucho antes alguien había decidido que el cuerpo de la mujer no fuera propiedad de ella, sino de ciertas instituciones (históricamente manejadas por hombres) que luego fueron tejiendo una cultura en la que el cuerpo de la mujer no es de ella, sino de las legislaciones, de los opinólogos, de las pancartas, de las asociaciones, de las juezas, de las ligas, de la tradición, de los otros.


Hay dos chicas y cientos de chicas y cientos de mujeres que si toman una dolorosa decisión sobre su cuerpo, el de ellas, su propio cuerpo, resulta que están cometiendo un delito.


El cuerpo de la mujer es el pecado; la dolorosa decisión de una mujer sobre qué hacer con su cuerpo es pecado.


El cuerpo de la mujer está legislado. La dolorosa decisión de una mujer sobre qué hacer con su cuerpo es ilegal.


Es ilegal en algunos países, y en otros no.


Vaya a saber uno qué legislación hay en el cielo.


Vaya a saber uno por qué todos podemos decidir sobre el cuerpo de una mujer.


Vaya a saber uno cómo sería el mundo si el hijo de Dios hubiera sido una mujer.







Mex Urtizberea (Buenos Aires, Argentina, 1960)
Publicado en el año 2006, en el diario LA NACIÓN
su WEB

29 de julio de 2012

Karl Vennberg, Epílogo

Fotografía de Petr Lovigin


EPÍLOGO

Finalmente así es el amor:
una herida incurable
que cada vez aguanta menos que la rocen;
pero también un espejismo
del que la mirada sólo se desprende al final de todo
antes de que volvamos el rostro
hacia la pared vacía.
Quizá nos llegue, añade la irónica esperanza,
una palabra en una carta el día después de nuestra muerte.

I vantan pa pendeltaget, 1990







Karl Vennberg 
(Blädinge, Suecia, 1910-1995)
de Poesía Nórdica, Ediciones de la Torre, 1999
Traducción de Francisco J. Úriz
extraído de OTEADORES EN FUGA

12 de diciembre de 2011

Joaquín Giannuzzi, 3 poemas 3


Fotografía de Annette Pehrsson
AMANTES EN LA NOCHE

Nos amamos y apagamos el televisor
como negando la realidad. Pero el mundo
insiste en sus convicciones o las busca
por motivos que ignoramos o acaso
porque el crimen debe seguir su curso.
Desde afuera, sus figuras insomnes
presionan contra las paredes que nos refugian.
Se encarnan en el viento, aullidos
de neumáticos y en las inmediaciones
de todas las cosas, tiroteos
que no resuelven la discordia general.
Ahora acumula hojas secas
al pie de las ventanas y desliza
una carta de origen desconocido
por debajo de la puerta.
Pero florecemos desnudos en medio de la noche
donde el amor decide en su propia voluntad
y por él sabemos cómo hacer de la historia
un rumoroso escándalo que no nos concierne.




Obra de Jeremy Mann
BASURAS AL AMANECER

Esta madrugada, en la calle
dominado por una especie
de curiosidad sociológica
hurgué con un palo en el mundo surrealista
de algunos tachos de basura.
Comprobé que las cosas no mueren sino que son asesinadas.
Vi ultrajados papeles, cáscaras de fruta, vidrios
de color inédito, extraños y atormentados metales,
trapos, huesos, polvo, sustancias inexplicables
que rechazó la vida. Me llamó la atención
el torso de una muñeca con una mancha oscura,
una especie de muerte en un campo rosado.
Parece que la cultura consiste
en martirizar a fondo la materia y empujarla
a lo largo de un intestino implacable.
Hasta consuela pensar que ni el mismo excremento
puede ser obligado a abandonar el planeta.




Fotografía de Rodrigo Soria
POÉTICA

La poesía no nace.
Está allí, al alcance
de toda boca
para ser doblada, repetida, citada
total y textualmente.
Usted, al despertarse esta mañana,
vio cosas, aquí y allá,
objetos, por ejemplo.
Sobre su mesa de luz
digamos que vio una lámpara,
una radio portátil, una taza azul.
Vio cada cosa solitaria
y vio su conjunto.
Todo eso ya tenía nombre.
Lo hubiera escrito así.
¿Necesitaba otro lenguaje,
otra mano, otro par de ojos, otra flauta?
No agregue. No distorsione.
No cambie
la música de lugar.
Poesía
es lo que se está viendo.




Joaquín Giannuzzi 
(Bs.As., 1924-Salta, Argentina, 2004)
de Antología, La poesía del siglo XX en Argentina,
Edición de Marta Ferrari
La Estafeta del Viento, Colección Visor de Poesía
para leer MÁS

7 de noviembre de 2011

David González, El peor insulto


Fotografía de Tomek Slupski


EL PEOR INSULTO

Asistí
desde muy temprana edad
y desde un lugar de privilegio
a la puesta en práctica
del siempre popular
arte del insulto o espelleye.
Algunas de las mujeres de mi calle,
tenían la saludable costumbre
de arreglar sus diferencias
asomándose a las ventanas,
balcones y corredores de sus casas
y luego, a cara perru, con descaro,
ponerse a ventilar, por ejemplo,
las sábanas conyugales de sus vecinas
o a sacudirles encima
las piedras
por las que, se decía,
se las habían pasado
o todavía se las pasaban,
y no sus maridos precisamente.
Más adelante, hube de vérmelas
con el vocabulario
de una cantidad considerable
de hijos de la gran puta
de toda clase y condición.
Con esto, solo quiero dar a entender
que, si la ocasión así lo requiere,
no soy de los que se lavan la boca con jabón:
soy de los que escupen
soy de los que escupen las palabras más dañinas
si de lo que se trata
si lo de que estamos hablando,
es de causarle a alguien, a quien sea,
el mayor daño emocional posible.
Pero es ahora, a los cuarenta y cuatro años,
cuando por fin acierto a entenderlo:
el insulto, el peor insulto,
es decirle a la otra persona,
y decírselo mirándola a los ojos.

te quiero,

cuando sabes fijo, positivamente fijo,
que no se lo estás diciendo
de corazón.

    


B O N U S  T R A C K


EXCUSA

no, yo no trabajo
en una fábrica de armas
ni levanto muros de cemento armado
o redes de alambre de espino
no, yo no trabajo
en ese ramo de la construcción
ni soy el brazo de la ley
que trata de llegar al cuello
o a las ropas de inmigrantes ilegales
cuando tratan de pasar por encima
de esos muros y alambradas
ni tampoco soy,
en otro orden de cosas,
el gancho, la porra, el rifle o el arpón
que asesinan a sangre fría
focas, ballenas o cualquier otra especie
animal que se les ponga por delante
no, yo no trabajo
en ninguna de esas historias
o en otras por el estilo
no, lo lamento,
yo no tengo vuestra excusa
yo no tengo
crías que alimentar



David González 
(San Andrés de los Tacones, España, 1964)
de Loser, Bartleby Editores, 2009
su BLOG , en WIKIPEDIA

29 de septiembre de 2011

Joaquín Giannuzzi, Por alguna razón


Fotografía de Jenny Howorth,
On grand street New York City, 1988

POR ALGUNA RAZÓN

Compré café, cigarrillos, fósforos.
Fumé, bebí
y fiel a mi retórica particular
puse los pies sobre la mesa.
Cincuenta años y una certeza de condenado.
Como casi todo el mundo fracasé sin hacer ruido;
bostezando al caer la noche murmuré mis decepciones,
escupí sobre mi sombra antes de ir a la cama.
Esta fue toda la respuesta que pude ofrecer a un mundo
que reclamaba de mí un estilo que posiblemente no me
correspondía.
O puede ser que se trate de otra cosa. Quizás
hubo un proyecto distinto para mí
en alguna probable lotería
y mi número no salió.
Quizá nadie resuelva un destino estrictamente privado.
Quizás la marea histórica lo resuelva por uno y por todos.
Me queda esto.
Una porción de vida que me cansó de antemano,
un poema paralizado en mitad de camino
hacia una conclusión desconocida;
un resto de café en la taza
que por alguna razón
nunca me atreví a apurar hasta el fondo.

PER CUALCHE RAGIONE

Ho comprato caffè, sigarette, fiammiferi.
Ho fumato, bevuto
e fedele alla mia particolare retorica
ho messo i piedi sul tavolo.
Cinquant’anni e una certezza da condannato
Come quasi tutti ho fallito senza fare rumore;
sbadigliando al cadere della notte ho mormorato le mie delusioni,
ho sputato sulla mia ombra prima di andare a letto.
Questa è stata tutta la risposta che ho potuto offrire a un mondo
che mi reclamava uno stile che possibilmente non mi 
corrispondeva.
O può darsi che si tratti d’altro. Forse
C’è stato un progetto diverso per me
in qualche probabile lotteria
e il mio numero non è uscito.
Forse nessuno risolve un destino strettamente privato.
Forse la marea storica lo risolva per uno e per tutti.
Mi resta questo.
Una porzione di vita che mi ha stancato già da prima,
una poesia paralizzata a metà strada
verso una conclusione sconosciuta;
un avanzo di caffè nella tazza
che per qualche ragione
mai ho avuto il coraggio di bere fino in fondo

(Traducción del CCTM)




Joaquín Giannuzzi 
(Bs.As, 1924 – Salta, Argentina, 2004)
de Señales de una causa personal, Editorial Cuarto Poder, 
Buenos Aires, 1977
Premio Fondo Nacional de las Artes 1976  
para leer MÁS 
y para DESCARGAR PDF
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