Fotografía de Kristen T. Cates |
MINUTO
Esta es la vida,
estos son los hechos:
los álamos se han puesto amarillos,
Saturno
tiene dieciocho lunas.
Siempre hay alguien que no entiende nada.
Siempre hay alguien crucificado
por el horror del mundo.
La gente nace, constelaciones
de gente, como pájaros
y almendros,
como palabras, leve arena.
Todas estas estrellas han partido.
...Qué soledad, dios mío,
qué soledad.
Fotografía de Kristen T. Cates |
HAMBRE
De la nieve no quiero más que el corazón
y no comeré su túnica de hojas secas
ni sus celestes cabellos,
y no morderé su leve pañuelo
que se posa en la cima del día
demasiado cerca de los planetas.
Nada de esto me interesa,
declaro ante los duros álamos
y los erizos mudos de estupor en mitad del viento:
nada de esto –anillos, brasas de la nieve-
es pan para hartarse,
es harina viva entre los dientes.
Yo vi una vez el corazón de la nieve:
casi estalló entre los castaños
pero la sangre adentro no era blanca,
como animal en fuga blanquísimo entre los castaños
y su sangre no era blanca
sino roja y más roja y más roja
que todas las amapolas terrestres.
No quiero nada sino esto:
ahogarme en la sangre más roja,
devorar el corazón más blanco.
Silvia García
(Pcia. Roque Sáenz Peña, Chaco, Argentina, 1970)
POETA/ESCRITORA/TRADUCTORA
de Calendario, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 2005
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3 comentarios:
Qué belleza. La primera me estremeció.
Qué belleza, qué versos...
Gracias!
Me impresiono la profundidad del pensamiento poetico himjinario una concordancia veraz y practica
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