Fotografía de Anka Zhuravleva |
PARA CUALQUIER ÁRBOL MUERTO
aquí
antes había un árbol
que quizá dio poca sombra
y alguna vez echó flores moradas
que pisamos sin querer,
antes allí había un árbol
hoy sólo está el tronco
donde me siento a pensar.
el tronco estaba enfermo
y alguien vino y lo cortó.
pero es bueno sentarse en el tronco de un árbol
muerto aún al saber
que no crecerán sus ramas nuevamente
y nunca podremos arrancar
de la tierra
sus raíces.
Reina María Rodríguez
(La Habana, Cuba, 1952)
de Para un cordero blanco,
Premio Casa de las Américas, 1984
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2 comentarios:
Es como amar el beso, no la boca.
usted siempre me deja pensando...
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