Fotografía de Angela W. |
Acaricio su mano y el tacto de las venas en el dorso de la muñeca me estremece. Algo de mis propias venas se remueve hacia el centro, al sentir que estas otras están dispuestas para mí sobre la colcha, como minúsculos ríos de agua que hierve, desnudos ante el acecho de mis dientes.
Sigue en mí el tacto, el pensamiento.
Porque la calma de esta habitación viene a parar al sueño, a la tarde inmóvil de invierno, con el sol caído y unos perros rebeldes desgañitándose al fondo de la plaza.
Perder el tiempo no es mirar embobado
el cielo azul de las diez de la mañana.
No es hacerse el remolón en la cama,
decidirse por una leche con miel.
Perder el tiempo no es no tenerlo claro,
o cambiar el taxi por el autobús.
Subir la cuesta del parque del Oeste.
Perder el tiempo no es no saber adónde ir
ni adónde mirar.
Dejar el trabajo para más tarde.
Cancelar las citas del día.
Todas (hasta las verdaderamente importantes).
Dejar que pasen las horas de la mañana
fumando hachís entre medias y frío.
Perder el tiempo no es acercarse a un cuerpo extraño
con todas las dudas colgándote del pelo,
arriesgándote a no sentir,
a no percibir.
Tomar la parte por el todo,
y no querer huir, que ya es tanto.
Recolectar colillas a las tres de la mañana,
oler los gatos en las escaleras.
Una rendición falsa, un aplazamiento.
En la cabeza otro nombre
a punto de salirse por la boca;
mirar de reojo, por si acaso estuviera.
Y sin embargo sentir,
sentir la calma.
A ratos mucha calma.
Las manos ásperas,
los labios blandos.
Hay algo en esta vida que me gusta.
Perder el tiempo no es pararse a mirar a través de los cristales.
Perder el tiempo es otra cosa.
Es estar muerto, en orden.
ha publicado los libros de relatos Casi todas las tijeras (Quórum, 2004)
y Cuatro veces fuego (Tropo, 2008) y los poemarios La herida costumbre
(Puerta del Mar, 2008) y Después de la apnea (Ediciones del 4 de Agosto, 2013)
y Cuatro veces fuego (Tropo, 2008) y los poemarios La herida costumbre
(Puerta del Mar, 2008) y Después de la apnea (Ediciones del 4 de Agosto, 2013)
Recientemente publicó la novela Por si se va la luz, Lumen, Barcelona, 2013
para leer poemas inéditos en PERIÓDICO DE POESÍA
4 comentarios:
Por estos, y por algunos otros que he rastreado en su blog, una voz que exprime el lenguaje hasta destilar una poesía personal, de resonancias a vida sin impostar en palabras. Gracias por traerla.
Abrazos, siempre
El primero es de esos que me dejan como embobada, y el final del segundo...Abrazo
Perder el tiempo es estar muerto. A mí mató el segundo poema. WOW
El segundo poema debería leerse de atrás hacia adelante.
(Me mató)
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