2 de septiembre de 2012

Cecilia Pavón, Bicicleta robada secuestrada


Fotografía de Karrah Kobus


BICICLETA ROBADA SECUESTRADA

Quizás la revolución está en sus cuerpos y yo no la vea

Esta es la historia de una bicicleta robada
Sólo sé que cerca del canal está el dueño
o la dueña
Cerca del canal,
cerca de un canal
Pero he olvidado el nombre de las calles

Una madrugada salimos de beber de un bar revolucionario
y mi bicicleta estaba atada accidentalmente a otra,
una cadena se enredaba por entre los cables del freno y
la mantenía
sujeta a un poste
Todos se iban
en taxis,
en colectivos,
en autos que estaban llenos
y a mi bicicleta, yo no la podía sacar
tuve que dejarla ahí

Si alguien la encuentra
rompe el candado
y se la lleva
pero de todas formas era robada,
comprada a muy bajo precio
en el mercado de pulgas
o en un patio de atrás sospechoso
a una mujer inmigrante
a quien que no se le entendía muy bien lo que decía,
pero de todos modos decía:
“esta ser bicicleta mia vieja”
“esta no ser robo”

Son las tres de la tarde de un día de verano con viento
Los árboles que hasta ahora había visto secos
se mueven demasiado cargados
de hojas rebosantes de vida
En lugar de nieve, hebras de pólen alargadas que vuelan
como insectos
Alguien ató su bicicleta accidentalmente a la mía
no sé si es un accidente o es un robo
no sé si es un robo o es la verdadera dueña
que sé que existe porque un día se me acercó en un parque

Yo no soy la verdadera dueña, yo la compré
por ese precio tan bajo
en ese patio
de atrás
o mercado de pulgas
a una mujer con acento extranjero
de pelo largo y jeans gastados
que decía
“no peligro, esta ser bicicleta mía pasado”

Luego de conocer la felicidad de de la bicicleta
estar sin ella es como vivir sin alas

Pasaban los días y la bicicleta seguía ahí en el Puente
el dueño no la venía a desatar, era verano, volaba el polen
manchado de sol
yo pedía bebidas que me hacían mal
como espresso
café
negro
sin leche
miraba la bicicleta desde el otro lado del Puente, y lloraba

La bicicleta rosada atada
a través del cable del freno
por error
a la bicicleta celeste, oxidada, de un desconocido

El secuestro de la bicicleta robada sucede
durante la única semana de sol del año

Las grandes cosas
las cosas raras
suceden en momentos de decisión o de locura
por ejemplo:
dejar su país,
cortar el cable del freno
con una pinza para liberar a la bicicleta,
disfrutar,
gozar
con el crimen,
romperle la rueda a la otra bicicleta o
tirarle ácido al asiento
Algo así.

La bicicleta era mi única fuente de diversión
Ahora que está llegando el verano
y hay pocas horas de verdadera noche
la bicicleta era mi mejor,
mi única amiga
Es tonto decirlo
es hasta tan simple
pero con la bicicleta paseando por la ciudad
me sentía libre
la ciudad era como un paisaje
que yo podía ver gratis
pasando a toda velocidad
por la ventana de un tren inter-city
sólo que la ventana no tenía marcos
era una ventana sin límite
y rosada
una ventana con forma de bicicleta rosada
robada
comprada a una chica
que decía “no ser peligro, no robado, mía antes bicicleta”

Yo sabía que era robada
igual la compré
Un día en un parque se acercó
la verdadera dueña
una mujer de unos treinta años
y dijo que esa sería su bicicleta
pero yo la defendí con uñas y dientes
inventé una historia extrañísima
complicada
con muchas etapas
de cómo esa bicicleta había
venido de París en barco
en correo, desarmada
en una caja de cartón
enviada como obsequio por un ex-amante

¿Si me quitan la bicicleta
qué más me queda acá?
Sí,
están los Cafés Revolucionarios
donde se discute el futuro del mundo
Pero nada,
nada
puede compararse
con ella.



BICICLETA ROUBADA SEQUESTRADA

Talvez a revolução esteja em seus corpos e eu não a veja

Essa é a história de uma bicicleta roubada
Sei apenas que perto do canal está o dono
ou a dona
Perto do canal,
perto de um canal
Mas esqueci o nome das ruas

Uma madrugada saímos depois de beber em um bar revolucionário
e minha bicicleta estava presa acidentalmente a outra
uma corrente se enredava por entre os cabos do freio e
a mantinha
sujeita a um poste
Todos iam embora
em táxis
em ônibus
em carros que estavam cheios
e eu não podia pegar minha bicicleta
tive que deixá-la ali

Se alguém a encontrar ali
vai quebrar o cadeado
e levá-la embora
mas de qualquer jeito era roubada
comprada por um preço muito baixo
no mercado de pulgas
ou em um quintal de fundos suspeito
de uma mulher imigrante
não se entendia muito bem o que ela dizia
mas de todo modo dizia:
“esta ser bicicleta minha velha”
“esta não ser roubo”

São três horas da tarde de um dia de verão com vento
As árvores que até agora estavam secas
movem-se extremamente carregadas
de folhas transbordantes de vida
Em vez de neve, fibras de pólen alongadas que voam
como insetos
Alguém prendeu sua bicicleta acidentalmente à minha
não sei se é um acidente ou um roubo
não sei se é um roubo ou se é a verdadeira dona
que sei que existe porque um dia se aproximou de mim em um parque

Eu não sou a verdadeira dona, eu a comprei
por este preço tão baixo
neste quintal
nos fundos
ou mercado de pulgas
de uma mulher com sotaque de estrangeira
de cabelos compridos e jeans gastos
que dizia
“não perigo, esta ser bicicleta minha passado”

Depois de conhecer a felicidade da bicicleta
Estar sem ela é como viver sem asas

Passavam os dias e a bicicleta seguia ali na ponte
o dono não vinha desatá-la, era verão, voava o pólen
manchado de sol
eu pedia bebidas que me faziam mal
como expresso
café
preto
sem leite
olhava para a bicicleta do outro lado da ponte e chorava

A bicicleta rosada presa
através do cabo do freio
por engano
à bicicleta celeste, oxidada, de um desconhecido

O sequestro da bicicleta roubada acontece
durante a única semana de sol do ano

As coisas grandes
as coisas raras
acontecem em momentos de decisão ou de loucura
por exemplo:
deixar seu país,
cortar o cabo do freio
com um alicate para liberar a bicicleta,
desfrutar
gozar
com o crime
quebrar a roda da outra bicicleta ou
jogar ácido no banco
Algo assim.

A bicicleta era a minha única fonte de diversão
Agora que está chegando o verão
e são poucas as horas de verdadeira noite
a bicicleta era a minha melhor,
minha única amiga
Sei que parece besteira
é até tão simples
mas passeando de bicicleta pela cidade
me sentia livre
a cidade era como uma paisagem
que eu podia ver de graça
passando a toda velocidade
pela janela de uma trem inter-city
só que a janela não tinha caixilhos
era uma janela sem limite
e rosada
uma janela com forma de bicicleta rosada
roubada
comprada de uma garota
que dizia “não ser perigo, não roubado, minha antes bicicleta”

Eu sabia que era roubada
mesmo assim comprei
Um dia em um parque chegou para mim
a verdadeira dona
uma mulher de uns trinta anos
e disse que aquela era sua bicicleta
mas eu a defendi com unhas e dentes
inventei uma história estranhíssima
complicada
com muitas etapas
de como essa bicicleta tinha
vindo de Paris de barco
pelo correio, desmontada
em uma caixa de papelão
enviada como presente por um ex-amante

Se me tiram a bicicleta
o que mais me resta aqui?
Sim,
há os cafés revolucionários
onde se discute o futuro do mundo
Mas nada
nada
pode se comparar
a ela.

(Traducción al portugués de Marília Garcia,
revista Inimigo Rumor número 20)




Cecilia Pavón 
(Mendoza, Argentina, 1973)
POETA/NARRADORA/TRADUCTORA/ARTISTA/
LICENCIADA EN LETRAS
de Gabriela, los hombres y yo, Ediciones Belleza y Felicidad, 2002
extraído de: REVISTA MODO DE USAR&Co.
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11 comentarios:

José Antonio Fernández dijo...

La bicicleta como metáfora de la vida. Un poema precioso, mi querida Miriam.
Buen domingo.

bixen dijo...

El viento en contra, por las yerbas altas, es superior a los 50 Km/h. Ella, por su cabello y dirección a favor, como mínimo va a 70 Km/h. saltando en su bicicleta. Su fémur izquierdo es más largo que el derecho y/o tiene la pelvis deforme...
Un amante es mitad realidad y mitad fantasía para una mujer. Una amante es mitad sueño y mitad pesadilla para un hombre.

EG dijo...

Cuánto me alegro José Antonio!!! A mí también me encantó!

un abrazo

EG dijo...

Bixen!!! no sé cómo hacés! pero siempre, con tus comentarios, me dejás minutos y minutos mirando una foto y descubriendo esos detalles que me contás...me siento un fraude eligiendolás... :(

igual un abrazo.

En mi propia tinta dijo...

precioso!
siempre descubriendo a través tuyo
más poesía
también
abrazo

Leo Mercado dijo...

Me quedo con el viento en la cara...
Hermoso texto.

Damu Aguirre dijo...

Me encanta cuando uno puede aferrarse a las cosas simples para evadirse y no pensar en las burbujas y los laberintos llenos de problemas.

EG dijo...

Me puse muy contenta ayer cuando me encontré con este poema de Cecilia. Esa frescura, ese sentir profundo por lo cotidiano, me renuevan las ganas de seguir leyendo. Yo no puedo hacer análisis de forma, ni interpretar si es poema o texto o lo que sea. Cuando a mí me gusta, me gusta. Y me alegra que a ustedes también!

Saludos Damu, Leo, Lobamarino, bixen y José Antonio!!!

Mariela Laudecina dijo...

Hermoso poema.

vera eikon dijo...

Sí, el poema es así, como un viento en la cara o una ventanita rosa abierta hacia alguien...Puro placer..Precioso. Beso

Pablo Seguí dijo...

¡Qué buen poema! (O texto, o lo que sea, ¡pero está bueno!)

Saludos desde La Babía, Miriam.

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