28 de agosto de 2011

Cristina Peri Rossi, Para qué sirve la lectura


Ilustración de Sally Nixon

PARA QUÉ SIRVE LA LECTURA

Me llaman de una editorial
y me piden que escriba
cinco folios sobre la necesidad de la lectura

No pagan muy bien
¿quién podría pagar bien por un tema así?
pero de todos modos
necesito el dinero

así que enciendo el ordenador y me pongo a pensar
sobre la necesidad de la lectura
pero no se me ocurre nada

es algo que seguramente sabía cuando era joven
y leía sin parar
leía en la Biblioteca Nacional
y en las bibliotecas públicas

leía en las cafeterías
y en la consulta del dentista

leía en el autobús y en el metro

siempre andaba mirando libros

y me pasaba las tardes en las librerías de usados
hasta quedarme sin un duro en el bolsillo

tenía que volver a pie a casa

por haberme comprado un Saroyan o una Virginia Woolf

Entonces los libros parecían la cosa más importante de la vida

fundamental

y no tenía zapatos nuevos
pero no me faltaba un Faulkner o un Onetti
una Katherine Mansfield o una Juana de Ibarbourou

ahora la gente joven está en las discotecas
no en las bibliotecas

yo me hice una buena colección de libros
ocupaban toda la casa

había libros en todas partes
menos en el retrete

que es el lugar donde están los libros
de la gente que no lee

a veces tenía que seguirle durante mucho tiempo
las huellas a un libro que había salido en México
o en París

una larga pesquisa hasta conseguirlo

No todos valían la pena
es verdad
pero pocas veces me equivoqué
tuve mis Pavese mis Salinger mis Sartre mis Heidegger
mis Saroyan mis Michaux mis Camus mis Baudelaire
mis Neruda mis Vallejo mis Huidobro
para no hablar de los Cortázar o de los Borges
siempre andaba con papelitos en los bolsillos
con los libros que quería leer y no encontraba
por allí andaban los Pedro Salinas y los Ambrose Bierce
la infame turba de Dante

pero ahora no sabía decir para qué maldita cosa
servía haber leído todo eso

más que para saber que la vida es triste

cosa que hubiera podido saber sin necesidad de leerlos

Cuando habían pasado cinco horas yo todavía no había escrito
una sola línea
así que me puse a escribir este poema
Llamé a los de la editorial
y les dije creo que para lo único que sirve
la lectura
es para escribir poemas

no puedo decirles más que eso

entonces me dijeron que un poema no servía,
que necesitaban otra cosa.





Cristina Peri Rossi 
(Montevideo, Uruguay, 1941)
ESCRITORA/POETA/LICENCIADA EN LITERATURA COMPARADA/PERIODISTA/TRADUCTORA
de Playstation, Editorial Visor, 2009
para leer MÁS
su BLOG


17 comentarios:

Jenn Díaz dijo...

Me encanta este poema. Me gusta mucho, Mi (tercera nota). Justo ahora estoy leyendo un libro de correspondencia entre mujeres, y la primera carta es de Peri Rossi. La pareja de autoras que estoy leyendo ahora (sus cartas) habla de cómo leían antes, sin piedad... y cómo ahora, cada vez más, tienen menos paciencia con esos libros que de joven leían (no todos valían la pena, es verdad, dice Peri Rossi), con los que no cumplen expectativas. Leer también sirve para eso, para moldear un criterio... y no bajar de ahí. El listón aquí en Emma Gunst está altísimo.
Un abrazo grande. Y gracias por tener el número 15 ahí arriba.

EG dijo...

No puede no estar, me hice adicta!
Un abrazo Fusa!

mónica pía dijo...

me parece una maravilla este poema! Ellos se lo pierden... Un abrazo

Errata y errata dijo...

Peri Rossi es una fenómena y este poema lo confirma.

Paloma Corrales dijo...

Es por eso que me gustan las cosas que no sirven... Gracias, un beso.

El hombre de Alabama dijo...

Convincente. Para mostrar la necesidad de la lectura también me vale Fahrenheit 451.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Me gusta a rabiar este poema, pero es que me gusta todo lo que he leído de Cristina Peri Rossi.
Gracias por traerlo. Me identifico tanto...
Besazo.

Leo Mercado dijo...

He aquí la paradoja circular: un poema no sirve más que para propiciar la lectura que nos lleva al poema, nuevamente, y éste a la lectura y.....

Blue dijo...

Aaah, me encantó. Debe ser como un callejón sin salida, leer, escribir, leer, escribir...
Besos.

EG dijo...

Móni!!! =)

Maia, es de tus pampas! ;)

Paloma, gracias por pasar...!

Fahrenheit 451 no la leí Hombre de Alabama, pero ví una obra de teatro y es absolutamente cierto lo que decís!

Isabel, sí Cristina es excelente, me alegra que les haya gustado tanto como a mí.

Leo y Blue, siempre me ayudan a entender más allá de lo que puedo percibir. Gracias. Un abrazo.

Leo Mercado dijo...

Uffffff.... es que los domingos tengo una lucidez que ni te cuento, jeje....

Manel Muntada dijo...

Bravo!!

vera eikon dijo...

Leer es una pasión, un amor, o no es. Y la pasión no conoce razones...

Pablo dijo...

Los libros nos acompañan en nuestra soledad, nos permiten viajar a otros lugares y tiempos o recorrer lugares interiores que no habíamos visitado. Sobre todo esto último.

Maga h dijo...

Preciosa entrada Emma!!!

Jorge Dipré dijo...

Me parece brillante, me identifico en este poema. No conocía a esta poeta.

Maria Liberona dijo...

La verdad me encontré con este poema sin saber como, derrepente apareció de improviso sin hablar y con sus letras y palabras me hizo recordar, aquellos tiempos de adolescente en que también quizás había pasado por lo mismo y me ha encantado leerlo... muchas gracias

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