26 de junio de 2011

Kyra Galván, Contradicciones ideológicas al lavar un plato


 Madeleine Smith (Sussex, Inglaterra, 1949) 


CONTRADICCIONES IDEOLÓGICAS AL LAVAR UN PLATO

Entre el Yin y el Yang
¿cuántos eones?
Julio Cortázar

Contradicciones ideológicas al lavar un plato. ¿No?
Y también quisiera explicar
por qué me maquillo y por qué uso perfume.
Por qué quiero cantar la belleza del cuerpo masculino.
Quiero aclararme bien ese racismo que existe
entre los hombres y las mujeres.
Aclararme por qué cuando lavo un plato
o coso un botón
él no ha de estar haciendo lo mismo.
Me pinto el ojo
no por automatismo imbécil
sino porque es el único instante en el día
en que regreso a tiempos ajenos y
mi mano se vuelve egipcia y
el rasgo del ojo, se me queda en la Historia.
La sombra en el párpado me embalsama eternamente
como mujer.
Es el rito ancestral del payaso:
mejillas rojas y boca de color.
Me pinto porque así me dignifico como bufón.
Estoy repitiendo/continuando un acto primitivo.
Es como pintar búfalos en la roca.
Y ya no hay cuevas ni búfalos
pero tengo un cuerpo para texturizarlos a mi gusto.
Uso perfume no porque lo anuncie
Cahterine Deneuve o lo use la Bardot
sino porque padezco la enfermedad
del siglo XX, la compulsión por la posesión.
Creer que en una botella puede reposar
toda la magia del cosmos,
que me voy a quitar de encima,
el olor de la herencia,
la gravedad de la crisis capitalista,
porque a pesar de todo/hembra.
Se dice que las mujeres débiles/que los hombres fuertes.
Sí y nuestras razas tan distintas.
Nuestros sexos tan diversamente complementarios.
Yin & Yang.
La otra parte es el misterio que nunca desnudaremos.
Nunca podré saber -y lo quisiera-
que se siente estar enfundada en un cuerpo masculino
y ellos no sabrán lo que es olerse a mujer
tener cólicos y jaquecas y
todas esas prendas que solemos usar.
Dos universos físicos en dialéctica constante
con la nostalgia de una unión duradera
donde la fusión de los dos desconocidos
llegue a la profundidad del entendimiento.
Hay una necesidad compulsiva
de dar razones para la escisión
para agudizar racismos con sonrisas
Y las amigas y los amigos
ellos comprenderán.
Ellos entienden la distancia que te separa
del amigo/amado/enemigo/desconocido.
Que la reconciliación es un esfuerzo máximo.
La unión, la sublimación
de nuestros propios misterios.
Que el lavar un plato
significa a veces afirmar
las contradicciones de clase
entre el hombre y la mujer.





Kyra Galván 
(México DF, México, 1956)
POETA/NOVELISTA/ECONOMISTA/
FOTÓGRAFA/TRADUCTORA/PERIODISTA
de Un pequeño moretón en la piel de nadie, 1982
Reeditado por La Centena Poesía, Editorial Verdehalago, 2005
para leer más en: CÍRCULO DE POESÍA
MÁS
su BLOG



20 comentarios:

Blue dijo...

"Me dignifico como bufón"...¡Que fuerte! Me gusta mucho esa comparación con las pinturas primitivas, las cuevas y los búfalos. Se ve que no cambiamos tanto.
Besos.

vera eikon dijo...

Dios, qué grande el poema!!!! Me ha entusiasmado. Qué belleza lo que dice de pintarse la raya. O lo de echarse perfume. Que a hombre y mujer les separa un universo, lo sabía. Creo que en mayor medida somos las mujeres las que nos negamos a asimilar esta distancia. A ellos les encanta sentirse así, machitos y aislados en su masculinidad. Ellos son "el hombre" Y nosotras desde siempre un paso por detrás. Tratando de alcanzarles, amarles, imitarles. Porque somos "la mujer", el ser que llega a destiempo, un pasito más tarde, la consecuencia de una costilla....Y en nuestra necesidad de alcanzarlos olvidamos que en el camino que hemos caminado (aunque siempre un paso por detrás)ha habido más distancia, más obstáculos, más riesgos. Que a veces se nos ha obligado a estar quietas, con las manos atadas a las tareas de la casa, pero con la mente en constante reflexión y ensueño. Y esas mujeres que fregaban platos soñaban con ser hombres, con hacer cosas de hombres. Y de tanto soñar se volvieron seres más sensibles, más sagaces e intuitivos. Y en tanto el hombre guerreaba y hacía enemigos, la mujer era paz y era amor. Y las mujeres, soñando ser hombres, se distinguieron de estos en mayor medida y de forma muy bella. Y si han sido los hombres quienes han hecho este mundo tal y como es(para bien y para mal), el mundo necesita encarecidamente de la presencia de la mujer, porque el mundo está en desequilibrio, y llora. Porque el mundo necesita que los contrarios se aunen en perfecta armonía (no que el uno sea soberano del otro). Y estará en permanente conflicto hasta que no se produzca esa conciliación, la perfecta comunión entre hombres y mujeres. Construyendo puentes desde la diferencia (no aniquilando la diferencia para construir puentes)
Besos

Juan C. dijo...

Vamos, que lavo los platos no porque sea menos que nadie sino porque alguien debe ponerse y hacerlo (bobo). Y me pinto y me perfumo más o menos porque me da la gana..
Cuánta dignidad con un estropajo en la mano. Me ha encantado.

Besos

José Antonio Fernández dijo...

Yo también lavo platos!! Ahora, no me pinto los ojos. La diferencia entre sexos es de percepción y de concepto. Se sabe que polos opuestos se atraen y ahí puede estar la unión, en esa atracción entre iguales.

Carmela dijo...

A mí tambien me ha encantado la comparación con las pinturas primitivas, y el poema en general.
Pero si algo tengo claro es que el hombre y la mujer solo somos didtintos físicamente y eso no cambiará (gracias a dioss nunca) y el resto, pues me cansa un poco el empeño en querer marcar las No diferencias, que en el fondo solo acentúan las distinciones que parece ser que estamos empeñados en remarcar. Me gusta sentirme muher y me gusta ser mujer.
Besos Emma

EG dijo...

La tv no logra que el mundo sea heterogéneo. Debemos ubicarnos siempre en espacio y tiempo. Los países centro y suramericanos siguen siendo muy patriarcales aún. No nos engañemos. Y difiero con José Antonio y Carmela. No somos iguales en casi nada.
También hay que tomarlo con humor.
Un abrazo a todos

José Antonio Fernández dijo...

Creo que me expliqué mal. Somos tan opuestos, tan distintos, que eso es lo que hace que nos sintamos atraidos por el otro polo.
Ahora sí.
Besoo!

EG dijo...

y yo también me recontra equivoqué! donde dice heterogéneo quise decir HOMOGÉNEO...perdón

Carmela dijo...

Yo también quiero puntualizar algo, las diferencias que existen son las naturales y claro que sé que somos distintos y tambien lo que desde los incios de la historia ocurre con ambos sexos, no porque existan esas diferencias sino por abuso de poder.
Besosss

Desclasado dijo...

Veraaaaa, que te estoy viendo, jajaja.

Mira que te gusta dramatizar con la condición femenina, Verita.

Mira, no me iré muy lejos: tú y yo hemos tenido largas charlas. ¿No crees que estoy más cerca de ti que de cualquier hombre con el que no coincida?
Me pasa un tanto como a Carmela: que de tanto querer marcar diferencias al tiempo que se pide igualdad ¿?, sale un empastre bastante raro.

Pd: Las mujeres que han tenido poder han iniciado porcentualmente bastantes más guerras que los hombres. Déjate de cuentos de mujeres amorosas y pacíficas que hay cada malvada por ahí que pa qué.
Besos.

Y y venía, Emma, a darte las gracias por tu comentario en casa Carmela, pero es que Vera me pone el trapo... y yo entro, jajaja.
Besos y gracias, Emma.

vera eikon dijo...

Justamente me largo este comentario y a ti se te ocurre pasarte Descla!!! A eso casi se le podría llamar intuición femenina ¿eh??? Está claro que las mujeres también sabemos guerrear. Te lo dice una que tiene mucho de pendenciera. Ya sabes que adoro polemizar contigo sobre estos temas. Y sí, en el fondo tú y yo no estamos tan lejos, pero de un tiempo esta parte ya no me importa que seamos(atención, estoy diciendo "seamos", no hablo de situaciones, ni de derechos. Ahí sí que no se debe transigir....Después es cada uno quien decide que uso hace de ellos) diferentes. Hay que asimilar la diferencia para poder aproximarse. Por cierto, hoy me encuentro un tanto pachucha (el sol y el calor son malos para mí, y parece que estoy incubando algo...), pero me has hecho reir..
Besos

Desclasado dijo...

No, Vera, jaja, lo de la intuición femenina me parece que no la desarrollaré.
Fue algo más terrenal: Emma me echó unas flores en otro blog, viene a darle las gracias, me gusto este poema y ¡zas!: me encuentro a Vera haciéndome al puñeta escondida creyendo que no la voy a ver, jajaja.

Me voy, que estoy en un cíber, ya no podré responder hoy.

Besos y mejórate.

Darío dijo...

La verdad es que el poema es un poemón y como tal debe tratarse. Un hermoso poema.
Ahora, que adhiero a lo que dice Desclasado y esa dramatización de la condición femenina!
Si, a veces se pasan de la raya!!!

Darío dijo...

Si!

vera eikon dijo...

Mira por dónde!!! Los hombres haciendo piña!!! Esa es una de las grandes diferencias entre hombres y mujeres. Los hombres siempre hacéis piña y las mujeres, por lo general, nos partimos los piños y nos metemos zancadillas (y afortunadamente no estoy hablando por experiencia propia). Y no creo que exista nada de dramatización en mis palabras. Sólo la asunción de las circunstancias históricas y culturales que nos han convertido en lo que somos, y de que por mucho que queramos ya no podemos retornar al estado de esa primera mujer, y ese primer hombre. Que las mujeres no tenemos porque querer ni ser, ni comportarnos como hombres. Que esperemos que llegue un día en el que, independientemente del contexto y del país, cada mujer pueda elegirse con la misma libertad (está claro que nunca es absoluta) que un hombre. Y si le apetece quedarse en casa a tener niños y lavar platos, que lo haga siempre que sus propias circunstancias personales se lo permitan (que no las culturales y sociales). Y si por el contrario le apetece convertirse en una ejecutiva sin escrúpulos que para llegar a lo más alto hace rodar tantas cabezas que no le llegan para contarlas los dedos de ambas manos, pues idem. Sólo por poner casos extremos. En fin, que entendáis de una vez que las mujeres no queremos ser hombres. Que os podéis quedar para vosotros esos privilegios que os otorgan vuestra supuesta supremacía, como eructar cada vez que le pegáis un trago a la cerveza, pasar por la ducha sin echaros desodorante, ir debajo de los vaqueros a "escape libre", o quedarse mirando embobados como un tío le da patadas a un balón... Que no, que nosotras no queremos eso. Que nuestros descontentos tienen que ver más con las circunstancias que con lo que somos. Que tenemos claro que somos diferentes, o vosotros sois diferentes(que aquí el hombre no es la norma y la mujer la excepción..)Y sólo asumiendo esa diferencia podemos llegar a entendernos...
¿Por qué? ¿Por qué me tiráis de la lengua que hoy me siento bien espesita? ¿Por qué? ¿Por qué habré ido al trapo y recomenzar otra polémica inacabable (que ya hemos tenido anteriormente) con Descla? Supongo que la anterior me resultó bien divertida...
Besos a los dos. Saben que les aprecio ¿no?

Darío dijo...

Tenés razón, Vera.

vera eikon dijo...

Ahora me das la razón como a las locas????? Da igual, estoy muy cansada, así que me quedo la razón...

Desclasado dijo...

Tienes razón, Vera. (Jajajajajaja).

Va, no lo dejo sólo en tomarte el pelo.
Fíjate que separas muy separados a hombres y mujeres. ¿Por qué? Sois las mujeres un molde, por lo visto, y todas pensáis igual...
En vez de acercar, distancias, en vez de buscar comprendernos, buscas diferenciarnos. Yo, de verdad, de corazón te lo digo, no sé qué tipo de feminismo es ese...
Y yo también sé hablar de lugares comunes femeninos que no quiero ni ver ni mis amigas practican: "los hombres no queremos saber nada de estar enganchados a culebrones, de hablar solo de mis sentimientos como si fuera el ombligo del mundo, de confiar en curanderas, pitonisas y demás supersticiones, de... etc"

Si yo hablase así de las mujeres estaría haciendo lo mismo que tú cuando hablas de los hombres. Y mis amigas no son así. O sea, que habrá mujeres de todo tipo, ¿no?

Besos, mira que te gusta discutir, jajaja.

vera eikon dijo...

Descla. Te contesto vía mail....

Malena dijo...

Me maquillo porque me gusta y me perfumo porque me gusta aún más. Y me cuelgo aros en las orejas y uso pulseras y me cepillo el pelo para que brille. Y lavo platos y cocino. Y voy a la oficina y mando, porque soy el jefe de un grupo de hombres que obedecen sin chistar lo que digo (porque no pueden hacer lo contrario, claro). Y llego a casa y hago las tareas con mis hijos y rezongo y los hago bañar y les leo cuentos antes de que se vayan a dormir y también abro la puerta para ir a jugar.

PORQUE SOY MUJER, Y ME ENCANTA!!!!

http://www.youtube.com/watch?v=xjdw9krFJcI

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