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| Ilustración de Ilya Milstein |
Me acerqué a su sueño.
Quise creer que era feliz en ese espacio del universo.
El lado más luminoso de su mano sostenía mi cabeza.
"Sos como un lugar donde puedo estar y caer";
"Nuestras sombras se unen", decía.
Era el instrumento más hermoso que jamás toqué.
Y ahora hay silencio.
¿Soñará el silencio con nosotros?
¿Soñaremos nosotros con el silencio?
¿Qué ilusión escondida nos acerca?
Sólo quiero ser ese cuerpo
que tanto imagina su mente.
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Cansada de tantas vueltas.
Mías, suyas, de los dos.
Cansada de ser yo siempre
la que espera
la que habla
la que invita
sin merecer que alguien
mueva los hilos alguna vez.
Cansada de ser esa clase de mujer
que nunca es suficiente.
De esas que siempre son
buenas amigas
amantes
confidentes
pero que no alcanzan jamás
la categoría de indispensables.
Cansada de ser de esas que poseen
el brillo adecuado para alumbrar
pero insuficiente para encender.
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De cara al sol
en el fondo de mis días
me hago poesía.
Tenue y suave
rodeada de espinas
me hago poesía.
Como si la oscuridad no existiera
como si tu amor fuera a salvarme
me hago poesía.
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Quisiste que mis rodillas
fueran el refugio
donde alimentar tu ego
donde llorar tus penas
donde contener tu sangre.
Quisiste usar mi piel
como el templo
donde albergar tus miedos
donde desatar el vuelo
cada vez que te desarmes.
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Escribirte poemas
es no saber si la herida
se está cicatrizando
o abriendo.
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El día que acepté mi tristeza
y pude abrazarla
como parte de mi naturaleza
dejé de sentirla como mi enemiga.
Ahora ya no me absorbe
sino que me enseña.
Gabriela Lucatelli
(Buenos Aires, Argentina, 1996)
de libro (aún inédito) "Todo este amor nuestro"
para leer + en EMMA GUNST
para leer una entrevista en HINCOHE
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1 comentario:
NO sabría cual elegir..
Son todos hermosos!
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