SISTEMA SOLAR
El viernes me quedo dormida
mirando el fuego tenue de la estufa
mientras Patti Smith grita ¡Horses! ¡Horses!
sueño con peces y caballos brillantes
que cruzan el cielo como un cometa que agoniza.
Al despertar decido escribir poemas en las paredes
con temperas que mi hijo guarda en su mochila
para hacer una maqueta del cielo.
Mi idea es leerlos en voz alta
mientras pintamos pelotas de plumavit
que representen los planetas orbitando
en torno a un sol irreal.
Lo cierto es que estoy muy cansada
apenas puedo hacer el desayuno
los panes se incendian sobre el tostador
la leche hierve hasta hacerse espuma
mi hijo pregunta cosas sobre la galaxia
los hámsteres giran en su rueda
luego se aparean frenéticamente.
¿De qué están hechos los anillos de Saturno?
¿Cómo es posible que en un comienzo todo fuera materia
oscura?
¿Qué es lo que sujeta a los planetas en el cielo?
¿Y cómo funciona la ley de gravedad?
La vida es frágil en sus inicios
dependemos tanto de otros y luego negamos todo
nos gusta el desorden o al menos la atemporalidad
ir drogados al cine para reírnos de manera salvaje
sentir el poder de la ficción hasta la mañana siguiente.
No nos detenemos a mirar las pocas estrellas
que todavía brillan débilmente entre los aviones
olvidamos llamar a los amigos que cuentan monedas
para comprar una caja de vino que acabarán de a poco
mientras ven documentales sobre el fin del mundo.
Pero todo está bien así
Patti Smith enviudó y se mantuvo diez años
alejada de la música para criar a sus hijos
luego se convirtió en una estrella de rock
y yo soy quien soy ahora
y el sistema solar un día se apagará
seremos de nuevo solo un cuerpo celeste.
de Poemas sobre mi normalidad, RIL Editores, Santiago de Chile, 2018
Sello Ærea, Colección Carménère
Prólogo de Flavia Company
B O N U S T R A C K (X4)
PRIMERA CONFESIÓN
No aprendo los mandamientos,
me saco malas notas en religión,
no me gusta estudiar las parábolas
ni logro colorear dibujos sin salirme del contorno,
las canciones de panes y corderos callo en la liturgia
sus letras de memoria. No aprendo
a tejer mantas para mis futuros hijos,
a callar el reclamo
dejar quietos mis dedos,
a llevar el delantal limpio
a distinguir el camino al cielo
porque es muy tenue la luz que lo señala.
(...)
Fotografía de Brooke DiDonato |
Te pedí virgencita
que no soltaras mi mano
que me dieras de tu agua bendita
para calmar esta sed.
Que si no voy a tomarme un resto,
deshacerme en ruedos,
romperme en ruido.
Fotografía de Brooke DiDonato |
Esa noche que escapé por la ventana
no estuve sola, mamá, te juro permanecimos unidas
como hermanas de sangre,
tomadas de la mano avanzamos entre ellos
comprendiendo que deseaban tocarnos
por tener las caderas sin marcas,
los ojos febriles
y tantas ganas de llevarnos las guirnaldas
para colgarlas sobre el respaldo de la cama,
prolongando así
nuestra única fiesta.
Fotografía de Brooke DiDonato |
La virgen del cerro San Cristóbal se llama virgen de la inmaculada concepción.
Al cerro Tupahue le cambiaron el nombre y le pusieron cerro San Cristóbal
en honor al santo patrono de los viajeros. O sea de los colonos.
O sea de los violadores.
Los nombres de nuestras madres están cambiados.
Todos nuestros nombres están cambiados.
El cerro no es un violador,
el cerro es de las vírgenes violadas.
Siempre anónimas, mudas.
Fragmentos de La virgen de las Antenas, Colección Menos es más, Editorial Cuneta, 2011
en Identidad femenina, memoria y (re)creación de sí, en La virgen de las Antenas, por Alicia Salomone
Universidad de Chile, REVISTA CHILENA DE LITERATURA Abril 2012, Número 81, 137 - 144
para leer una reseña en DER GOLEM
Ph Tatiana Donoso |
Begoña Ugalde
(Santiago, Chile, 1984)
Reside en Barcelona
POETA/NARRADORA/LICENCIADA EN LITERATURA HISPÁNICA/
MÁSTER EN CREACIÓN LITERARIA
para leer una entrevista en LA TERCERA
para leer + en BUENOS AIRES POETRY
+ en LA POESÍA ALCANZA
+ en TXT
su web colaborativa TRAZA COLECTIVO
en INSTAGRAM
1 comentario:
Muy buenos poemas.
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