Obra de Roxana Halls |
Mi vida es un brutal accidente
sin sangre.
Tan solo la frente suda
y la cabeza se deshace.
No debí nacer pero aquí estoy,
escondida en una esquina de la casa.
Otras mujeres, que como yo,
tampoco debieron nacer, me acompañan.
Escucha sus nombres vanos,
tal vez a ti no te digan nada
pero ellas son de la misma estirpe maldita,
maldecida, negada,
oscurecida.
Eunice, la apátrida,
Camille, la mujer hacedora de los oscuros recintos, la bella
que acaso evoca la tristeza de su hermano,
Alejandra, la hermosa muerta que reivindicó París.
Violete, la bastarda,
Teresa, la maga de Valparaíso,
Yolanda, la que realizó su ruta,
Alfonsina, la que encontró a su madre en el mar,
Mariana, la portuguesa, cuyo amor brilla en la eternidad,
Juana Inés la de conciencia cósmica
en cuya soledad me hallo,
me encuentro,
y soy como un Ícaro de espuma
y camino y cavilo
en esta casa interminable y sola,
envuelta en un silencio sórdido,
de prisión,
de miedo,
de negación.
Estas son mis hermanas,
mi familia.
Otra no tengo.
Somos de la misma maldita sangre
que me recorre,
que nos recorre.
Somos las parias, las mujeres hechiceras
que en cada siglo aparecen para ser castigadas,
quemadas,
incineradas,
olvidadas.
Solo yo no las olvido.
Están aquí conmigo en este árido cuarto,
el de las palabras,
el del conjuro.
Soy familia de estas mujeres
que pecaron,
que miraron emerger la vida en lo profundo.
La vida es cíclica.
La rueda que gira
nos vuelve a colocar frente a los mismos verdugos.
Siempre habrá un poder masculino
y cruel que nos acabe.
Yo soy de la misma estirpe.
Miradme.
Estoy sola,
Muy sola.
Mis verdugos están aguardando
que acabe,
que me acabe,
Pero no puedo,
Estoy atada a mis hermanas
a través de hilos infinitos.
Y ellas me piden escribir,
para disentir,
para increpar.
Y yo no me rindo.
Mía Gallegos
(San José, Costa Rica, 1953)
POETA/PERIODISTA CULTURAL/PROFESORA UNIVERSITARIA/
MIEMBRO DE LA ACADEMIA COSTARRICENSE DE LA LENGUA/
RELACIONISTA PÚBLICA
de El umbral de las horas, San José: Editorial Costa Rica, 2006
para leer más en LA CASA DE ASTERIÓN
y MÁS
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