nadie te dice que hay perfumes que
no vas a poder volver a oler
sin destrozarte por dentro.
o que un día cualquiera,
cuando te despiertes
(y casi sin tomar conciencia)
vas a haber olvidado la mitad de las cosas
que alguna vez le dijiste
a la persona que más amabas en el mundo.
nadie te dice cuán fácil resulta,
a veces,
ser olvidado.
ni cuán aturdidor puede ser el llanto
cuando son las 3 AM y vos todavía
no te pudiste dormir por recordar.
hay muchísimas cosas que nadie te dice,
pero créeme,
así es mejor.
Fotografía de Amanda Jasnowski |
en las calles de Nueva York
todo lo que no le sirve a algunos
le puede servir a otros:
si mirás bien, podés encontrar
algún tesoro.
todo lo que no le sirve a algunos
le puede servir a otros:
si mirás bien, podés encontrar
algún tesoro.
caminábamos de noche
por Brooklyn
después de cenar,
vos paraste a ver unos libros
que alguien dejó apilados
en un rincón.
no te gustó nada pero yo dije
a ver, dame ese,
ese me gusta.
pero está arruinado, me dice.
está mojado, pero se va a secar.
vos respondés "me gustás"
y es la primera vez que siento
que lo decís genuinamente.
camino a casa con el libro en la mano,
una edición de diseño,
un libro objeto que para mí
es único
incluso aún más
por la mancha de humedad
de la tapa,
por las manos que dejaron
ese libro en ese rincón.
pienso que cuando te conocí
yo ya sabía que vos eras un tesoro:
así de roto como estabas,
así de roto como estás.
que tenía que ser paciente
y esperar
y también quererte así,
decidir agarrarte y llevarte a casa.
aunque vos no lo veas aún,
lo que no le sirve a algunos
es un milagro para otros.
Fotografía de Amanda Jasnowski |
todos sabemos que
cruzar la calle
es estar un poco
más cerca
de la muerte.
subirse a un avión,
cruzar el atlántico,
es estar un poco
más cerca
de la muerte.
el movimiento
siempre supone un riesgo
pero es también
la única forma
de sabernos vivos.
voy hacia adelante,
me hago preguntas.
todas dirigen a decisiones
que no tengo el valor de tomar.
me hago preguntas.
todas dirigen a decisiones
que no tengo el valor de tomar.
sin embargo escribo.
y en esa acción hay una decisión.
pero no estoy segura
de haberla tomado yo.
yo me detengo y escucho.
para mí escribir poesía
es traducir
para otros
el alma del mundo.
ph Nazarena Ventrice |
Evelyn Reggina Idiartegaray
(Buenos Aires, Argentina, 1995)
Reside en Viena
POETA/ESCRITORA/ARTISTA/FOTÓGRAFA/DISEÑADORA
su página LA CHICA ENTRE EL CENTENO
su WEB
2 comentarios:
Lindísimos poemas.
Con que facilidad traslada a palabras lo que llevamos dentro
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