2 de mayo de 2019

Linda Pastan, Ética


La profetisa Ana, obra de Rembrandt (1631)

ÉTICA


Hace muchos años en clase de ética
nuestro profesor nos preguntaba cada otoño:
¿si se prendiera el fuego en un museo
qué es lo que salvaríais, una pintura de Rembrandt
o una anciana a la que de todos modos
no iban a quedarle muchos 
años de vida? Impacientes en las duras sillas
nos preocupaban poco los cuadros o la vejez,
optábamos un año por la vida, al siguiente por el arte
y siempre con poco entusiasmo. A veces
la mujer adoptaba el rostro de mi abuela
dejando por una vez la cocina para recorrer
algún museo inhóspito y solo a medias imaginado.
Un año, creyendo ser ingeniosa, respondí
¿por qué no dejar que decida la anciana?
Linda, explicó el profesor, evita
la carga de la responsabilidad.
Este otoño, casi anciana yo misma,
estoy en un museo real
frente a un verdadero Rembrandt. Dentro del marco
los colores son más oscuros que el otoño,
más oscuros aún que el invierno- los ocres de la tierra,
aunque los elementos más brillantes arden
a través del lienzo. Ahora sé que la mujer,
la pintura y la estación son casi una sola cosa
y todas más allá de la salvación de los niños.

ETHICS

In ethics class so many years ago
our teacher asked this question every fall:
if there were a fire in a museum
which would you save, a Rembrandt painting
or an old woman who hadn’t many
years left anyhow? Restless on hard chairs,
caring little for pictures or old age,
we’d opt one year for life, the next for art
– and always half-heartedly. Sometimes
the woman borrowed my grandmother’s face,
leaving her usual kitchen to wander
some drafty, half-imagined museum.
One year, feeling clever, I replied:
why not let the woman decide herself?
Linda, the teacher would report, eschews
the burdens of responsibility.
This fall in a real museum I stand
before a real Rembrandt, old woman,
or nearly so, myself. The colours
within this frame are darker than autumn,
darker even than winter – the browns of earth,
though earth’s most radiant elements burn
through the canvas. I know now that woman
and painting and season are almost one,
and all beyond saving by children.

(1981)


Linda Pastan 
(Nueva York, EE.UU., 1932-2023)
en Siete poetas norteamericanas actuales, 
Editorial Pamiela, Pamplona, 1991
Selección y traducción de Rosa Lentini y Susan Schreibman
para leer versiones de Jonio González en OTRA IGLESIA ES IMPOSIBLE
MÁS

1 comentario:

lunaroja dijo...

Me gustó muchísimo, es muy muy original! Un poema circular.
Precioso!

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