Feeding Ravens, Self Portrait (Detail), ph Agnieszka Sosnowska, 2014 |
LA VOZ DE QUIENES NO USAN PALABRAS
QUE DONDE HAYA TRISTEZA,
PONGA ALEGRÍA
Es fácil ser agradable,
cuando la vida fluye como una canción;
pero el hombre valioso es el que sonríe
cuando todo va de mal en peor.
Soy la voz de quienes no usan palabras.
A través de mí se pronunciarán
hasta que el oído sordo del mundo humano
se vea obligado a escuchar el grito
de animales más débiles que no usan las palabras.
En las calles, desde las jaulas y perreras,
desde la selva y las cuadras, el gemido
de mis hermanas y hermanos torturados
proclama la perversidad de la especie más violenta.
Soy un rayo del corazón de todo
e iluminaré el aliento de la Vida,
hasta que su luz brillante ilumine la noche y muestre
los hechos tenebrosos que acaecen en la oscuridad.
Y pleno, sobre tú que duermes y no piensas,
refulgirá este fuego de justicia
hasta que despiertes y contemples los crímenes
que el nombre de la justificación encubre.
La misma Fuerza que creó al gorrión
creó al rey que es el hombre,
La Vida alumbró
a seres con pelo, piel, plumas,
y yo soy la guardiana de mis hermanas y hermanos
y entablaré esta lucha,
hablando a favor de las bestias y las aves
hasta que el mundo humano rectifique su rumbo.
Que ninguna voz se queje al Conocimiento,
el brazo que sustenta la antorcha de la Vida,
pues valientes son sus hechos, aunque sus credos caducos
deben caer allí donde todo lo pisotearon.
Pero quien machacó la bondad
y la empatía hasta hacerlas polvo
ha perdido el camino, y su misión fracasará:
no es a Él a quien debemos seguir.
Lo que debe gobernarnos es el amor,
el amor como ideal máximo
y todo lo que nazca donde no hay amor
morirá al roce del tiempo.
Y el Conocimiento, la gran revelación,
tendrá que acercar su antorcha a la Fuente
para mantenerla iluminada con su luz de Vida
o si no, sus pies le harán caer en el camino.
Oh, nunca un animal en el bosque
y nunca una serpiente en el humedal,
o un ave rapaz rondando la muerte por hambre
ha cazado a su presa como los hombres.
Pues las bestias matan únicamente
por hambre, por miedo y pasión,
pero el hombre de las maravillas, la corona del Plan,
tortura y mata por afición.
Se levanta de la mesa, bien alimentado,
besa a su hijo y a su mujer,
y se marcha al bosque, a dejar huérfana a la camada,
o a robarle al ciervo la vida.
Apunta a un lugar del azul,
amor con alas, que ha echado a volar por una llamada,
que cae en picado a morir, y él no lo recogerá,
su placer, verlo caer.
Y otro, cansado de laureles,
de pesos y problemas de Estado,
que busca la selva, con la idea preciosa
de pegarle un tiro al compañero de una leona.
Y otro que baja del púlpito,
con el orgullo del deber cumplido,
y su túnica le basta, su emblema del Padre,
mientras humea el asesinato en su escopeta.
Y otro que pasea desde los lugares de moda,
con un cerebro indolente y virgen,
y sin embargo, su perezoso corazón se sobrecoge
cuando tiene la ocasión de infligir dolor.
Y las bandadas de palomas echando a volar
desde el suelo, urgentes,
de la cárcel a la muerte, le arrestan el aliento.
¡Oh, el arrebato de asesinar!
Ésta es la carrera que conocemos,
donde el amor, según el credo, es odio
y donde ave y bestia hallan un enemigo en el hombre de fe
y en los gobernantes de la moda y el Estado.
Pero hasta el Reino de los Pensadores
ha elevado el grito de nuestras hermanas y hermanos,
y las armas del pensamiento se afilan y traen
para chocar con las mazas de la perversidad.
Lejana liberación, en un millón de corazones,
acércate a la tierra de nuevo:
sé más que un Nombre, sé un Fuego vivo,
“Haz bien” en los corazones de esos hombres.
Brilla plena en el camino del Conocimiento,
y muéstrale las alturas a las que no accedemos aún,
donde residen las cosas verdaderas que la mirada que duda busca
mientras persigue la antorcha del amor.
Traducción de Michelle Renyé
-dedicado a la gente vegana y a quienes luchan por los derechos de otros animales-
THE VOICE OF THE VOICELESS
I am the voice of the voiceless;
Through me the dumb shall speak;
Till the deaf world's ear be made to hear
The cry of the wordless weak.
From street, from cage, and from kennel,
From jungle and stall, the wail
Of my tortured kin proclaims the sin
Of the mighty against the frail.
I am a ray from the centre;
And I will feed God's spark,
Till a great light glows in the night and shows
The dark deeds done in the dark.
And full on the thoughtless sleeper
Shall flash its glaring flame,
Till he wakens to see what crimes may be
Cloaked under an honoured name.
The same Force formed the sparrow
That fashioned man, the king;
The God of the Whole gave a spark of soul
To furred and to feathered thing.
And I am my brother's keeper,
And I will fight his fight,
And speak the word for beast and bird,
Till the world shall set things right.
Let no voice cavil at Science--
The strong torch-bearer of God;
For brave are his deeds, though dying creeds,
Must fall where his feet have trod.
But he who would trample kindness
And mercy into the dust--
He has missed the trail, and his quest will fail:
He is not the guide to trust.
For love is the true religion,
And love is the law sublime;
And all that is wrought, where love is not,
Will die at the touch of time.
And Science, the great revealer,
Must flame his torch at the Source;
And keep it bright with that holy light,
Or his feet shall fail on the course.
Oh, never a brute in the forest,
And never a snake in the fen,
Or ravening bird, starvation stirred,
Has hunted its prey like men.
For hunger, and fear, and passion
Alone drive beasts to slay,
But wonderful man, the crown of the plan,
Tortures, and kills, for play.
He goes well fed from his table;
He kisses his child and wife;
Then he haunts a wood, till he orphans a brood,
Or robs a deer of its life.
He aims at a speck in the azure;
Winged love, that has flown at a call;
It reels down to die, and he lets it lie;
His pleasure was seeing it fall.
And one there was, weary of laurels,
Of burdens and troubles of State;
So the jungle he sought, with the beautiful thought
Of shooting a she lion's mate.
And one came down from the pulpit,
In the pride of a duty done,
And his cloth sufficed, as his emblem of Christ,
While murder smoked out of his gun.
One strays from the haunts of fashion
With an indolent, unused brain;
But his sluggish heart feels a sudden start
In the purpose of giving pain.
And the fluttering flock of pigeons,
As they rise on eager wings,
From prison to death, bring a catch in his breath:
Oh, the rapture of killing things!
Now, this is the race as we find it,
Where love, in the creed, spells hate;
And where bird and beast meet a foe in the priest
And in rulers of fashion and State.
But up to the Kingdom of Thinkers
Has risen the cry of our kin;
And the weapons of thought are burnished and brought
To clash with the bludgeons of sin.
Far Christ, of a million churches,
Come near to the earth again;
Be more than a Name; be a living Flame;
'Make Good' in the hearts of men.
Shine full on the path of Science,
And show it the heights above,
Where vast truths lie for the searching eye
That shall follow the torch of love.
de Poems of Experience/Poemas de experiencia,
Gay and Hancock Ltd., Londres, 1910
B O N U S T R A C K
QUE DONDE HAYA TRISTEZA,
PONGA ALEGRÍA
Es fácil ser agradable,
cuando la vida fluye como una canción;
pero el hombre valioso es el que sonríe
cuando todo va de mal en peor.
Ella Wheeler Wilcox
(Wisconsin, 1850 - Connecticut, EE.UU., 1919)
POETA/PERIODISTA
para leer más en POESÍA DE MUJERES
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