9 de noviembre de 2018

Emilia Gutiérrez, 4 poemas 4 (+3)


Fotografía de Tabitha Soren
AUGURIOS

Sigo con anhelo
el augurio brillante
que me devela el camino
de lo que soy, de lo que fui.
He aprendido mucho
más hoy brilla el camino,
y en ningún otro momento
es tan tibia la luz,
tan fulgurante.

Insisto en lo que me asombra,
me acerco a lo que me interpela
desde eras antepasadas,
de antigüedad mineral
como el círculo que constela
el amor en mi,
como las plantas
como la película de mi vida
antes de que existan las películas.

Amo el ser y enciendo el fuego
de tu vida antes que pase la noche.
Volveremos a encontrarnos;
es fácil leer el futuro
cuando se entiende que el tiempo
sólo es un lienzo
desplegado.



Fotografía de Tabitha Soren

VIRTUD VERDE

He unido mi experiencia
a la virtud del bosque:
Allí aprendí  lo siguiente:
 las cosas mueren,
resucitan, viven, lamen, recorren,
desean, sufren, faltan.
Me siento orgullosa
de ser de la estirpe
que abraza.

El ardor
no se pronuncia.
El crecimiento
no se escribe.
En el bosque
No hace falta:
aquí
sólo
se ama.




Fotografía de Tabitha Soren
EL VIAJE

Llegar a ser nuestra propia mujer
Esa que nosotras amamos
Esa que somos cuando nos amamos
Buenas, feas, hermosas y malas:
Ser mujer no es ser una estatua.

Aún cuando la decisión potencial
De recorrer un camino
Todavía era palabra callada
Por nuestras lenguas:
Ese motor inefable,
Ese querer lo lejano,
Nos acercaba.

Y el ardor de nuestras piernas,
y los desvelos de tantas mañanas
de estar en pie a pese a nuestras ganas.
Somos mujeres. 
Y llegar a ser mujer es buscar
lo inalcanzable
donde sea que haga falta.

Y en ese viaje, 
nos han reprimido,
nos han ceñido los recorridos
o nos han matado el anhelo 
antes de que el anhelo nazca.

El destino de todas es morir
si a una sola la matan.
El destino de todas es sentir
el pronunciamiento de lo infinito
fogueándonos el alma.

Cuando una de nosotras llega,
cuando una de nosotras se alcanza
a sí misma en la noche más larga
y se jura amor eternamente,
y se lame la herida en carne viva
salva la vida de sus hermanas.

Cuando en una de nosotras nace
una vida que nos crece desde el alma,
un proyecto que nos enciende 
el rostro de ganas
una virtud que se enaltece
después de haber sido ocultada,
es como si en todo el cielo brillaran
lámparas de nuestras hermanas.

Todo se deshace dentro nuestro como si nos extrañara.
y es que ser de nosotras mismas hace falta
y es que sabemos cuando nos hacemos falta
y es que es necesario extrañarse, para poder volver a casa.



Fotografía de Tabitha Soren
ARBORESCENCIA

Tu mirada siembra
frutos que veo en tus ojos.
El momento en que te miro
soy árbol de esa semilla.



B O N U S  T R A C K



DOMÉSTICO

Ver una película
llorar
lavar la ropa
llorando.
Inclinarse
ver los almácigos
de pimiento.
Observar sus raíces
del tamaño de mi uña
más pequeña.
¿de verdad son esas
las raíces
de donde nace un pimiento?

Muchas cosas, mi amor
nacieron casi siempre
de casi nada.
DOS PALABRAS

Leí que donaron un corazón
al hombre que vive
al final de aquella avenida
y vos y yo, mi vida
sin podernos asir
el cartílago de una mano
en esta noche de luces
renegadas
e infinitas.



¿PARA QUÉ ESCRIBO?

Una ventana
hacia la montaña
revela
más hermosura y misterio
que cualquier palabra.





Emilia Gutiérrez
(Tucumán, Argentina, 1986)
POETA/LICENCIADA EN COMUNICACIÓN SOCIAL/
GESTORA CULTURAL/COLLAGISTA
de El azúcar de la fábula (poemario inédito)
para leer + en EMMA GUNST


2 comentarios:

lunaroja dijo...

Especialmente el Bonus Track me enamoró.
GRACIAS!

EG dijo...

Viste Ale! no hay que perderla de vista a Emilia...

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