24 de septiembre de 2018

Victoria Guerrero, 3 poemas 3


Fotografía de Sannah Kvist
LA CASA ROJA 

La casa roja es un poema:
Tuve un esposo que se fue a la guerra
Trajo cosas de ella
Cosas antiguas de un saqueo
Entre ellas un libro de Anna
Anna Ajmátova
Todo estaba en ruso
Él sabía ruso
Era la época
Todos querían estar en la guerrilla
Escribir poemas
Hacer una película irse a Moscú
Yo no hice ninguno
Bueno a veces escribía poemas
Pero me fui a los Estados Unidos
A Nueva Inglaterra
Con gran culpa después de todo

En las calles de mi juventud
Las paredes decían “Yankees go home”
Esa era la consigna
El inglés machacado a la fuerza
El francés fue mi lengua
El uniforme plomo de escuela mi traje de batalla
Y los sueños de la Comuna mi bandera

No hice la guerra
Ni aprendí ruso ni llegué a Moscú
Pero leí a Anna Ajmátova

Hablaban francés en San Petersburgo
Ciudad de derroche y refinamiento
Allí empezó la revolución

Allí también me perdí con Roxana en la estación del metro
En camino a la casa de Dostoievski
(El alfabeto cirílico me mareaba)

La familia de Anna fue perseguida
Asesinado su esposo
Se pasaba horas al pie de la cárcel
Para visitar a su hijo en Leningrado
Igual le pasó a Marina
Marina Tsvietáieva
Los hijos muertos
El esposo deportado

Yo escribo ahora después de un siglo
La poesía ha muerto
Mi esposo ha muerto
Y la casa roja está llena de cosas antiguas
Objetos de guerra
Objetos de vida & poesía
Mi inglés es absurdo
Y los dueños del mundo ya no nos temen

extraído de: RODOLFO YBARRA

LA CASA ROSSA

La casa rossa è una poesia:
                                                       Ebbi un marito che andò alla guerra
E ne trasse cose
Cose antiche da un saccheggio
Tra esse un libro di Anna
Anna Achmatova
Era tutto in russo
Lui sapeva il russo
Era l’epoca
Tutti volevano stare nella guerriglia
Scrivere poesie
Fare un film Andare a Mosca
Io non feci nulla
Bene a volte scrivevo poesie
Ma me ne andai negli Stati Uniti
In Nuova Inghilterra
Con gran senso di colpa dopo tutto

Nelle strade della mia gioventù
Le pareti dicevano “Yankee go home”
Questa era la consegna
L’inglese parlicchiato a forza
Il francese fu la mia lingua
Il vestito grigio della scuola la mia uniforme di guerra
E i sogni della Comune la mia bandiera

Non feci la guerra
Non imparai il russo né andai a Mosca
Ma lessi Anna Achmatova

Parlavano francese a San Pietroburgo
Città di sperpero e raffinatezza
Lì  cominciò la rivoluzione
Lì mi perdei con Roxana alla stazione della metropolitana
Cercando la casa di Dostoievski
(L’alfabeto cirillico mi confondeva)

La famiglia di Anna fu perseguitata
Assassinato il suo sposo 
Passava ore davanti al carcere
Per visitare suo figlio a Leningrado
La stessa cosa successe a Marina
Marina Tsvetaeva
I figli morti
Lo sposo deportato

Io scrivo ora dopo un secolo
La poesia è morta
Il mio sposo è morto
E la casa rossa è piena di cose antiche
Oggetti di guerra
Oggetti di vita & poesia
Il mio inglese è assurdo
E i padroni del mondo più non ci temono

Traducción al italiano de Carlo Bordini e Myra Jara



Fotografía de Sannah Kvist
ROMPECABEZAS DE MÍ

He regresado a Lima y estoy montada sobre una bicicleta rosa
Alguien me dijo a la volada que la poesía había muerto
Y yo me sonreí
Porque era como decir que yo también estaba muerta
O que todo lo que me acontecía era falso

Yo seguí pedaleando
Siempre por las veredas o por los parques
Porque me recuerdan mi infancia
Aprender a montar bicicleta
Tener fe ciega en aquel que va detrás de ti
Y mantiene tu equilibrio
Y tú sigues y sigues pedaleando hasta que te das cuenta
Que ya nadie te sostiene

Exactamente en ese punto es cuando caes a tierra

La poesía ha muerto
Volví a escuchar sus palabras
Ya nadie me sostenía
Era una mujer independiente
Y me derrumbé en la puerta de la casa familiar
Y mis vecinos se rieron al verme caer

Hay caídas que son graciosas
Hay gente que ríe sobre los caídos
Y gente también que llora

Recogí mis partes y metí mi bicicleta a casa
Allí va tomando el color del óxido
Secretamente se resiste a salir
Porque el futuro está lleno de sentencias de muerte en las calles
De automóviles que pasan raudos a tu lado
De escritores que alguna vez soñaron con escribir

La poesía ha muerto
Repiten
Aquellos que cambiaron
un paseo en bicicleta
por la fama

extraído de: RODOLFO YBARRA



Fotografía de Sannah Kvist
EN UN MUNDO DE ABDICACIONES

            He debido escribir de mi propia abdicación
Del trabajo sombrío en el que nos encontramos inmersos         Hoy
y en definitiva
No hay un solo día en que no piense en ello
Me siento frente a una máquina y saludo a mis compañeros
Muchas veces ni saludo
Hay un deseo de saludo o un deseo de hacerlos desaparecer
Como desaparecía ante los ojos de mis maestros
La sumisión a la que nos sometían era una confusa humillación
Del trabajo lo más sombrío es la sumisión          Que se hagan dueños
de tu nombre       de tu cuerpo            de tus días
Y que ese intercambio se convierta en un número exacto en la
planilla de fin de mes
Mientras yo quería hacer un collage de mi vida de mis amores de
mi escritura
Pero todo eso era gris y mis crisis          Ser profesora      no
Hoy y en definitiva el dictado se convirtió en una voz idiota al
otro lado de la pantalla del celular
Paralelamente tengo una casa roja intervenida en mis sueños   La
he construido recogiendo cosas
Es como una casa reciclable y eso no está demasiado mal después
de todo
Una casa roja reciclable
Hoy y en definitiva he debido trabajar y
tener miedo del despido arbitrario
Y de seguir comiendo en casa de mis padres
[porque ellos siempre tienen algo que comer] No como
yo que tengo la refri casi casi como la compré: vacía
Mi madre siempre decía: «Ten tus cosas» «No renuncies»
Y el lenguaje era un habla impostada palabras que sobraban
generaciones que
se habían hartado de trabajo y comprado cosas tenido hijas (mi
hermanita y yo) sobrevivido a desastres
Hecho huelgas armado sindicatos tirado piedras etc etc etc
Y nosotros haciendo mundo con un lenguaje precario
Trabajo digno                   Poder popular
Improviso el fin de mes improviso la casa improviso el amor
Pero otra vez y de ninguna debiera yo estar en este vocabulario
Y mi cuerpo debiera acostumbrarse a este nuevo lenguaje de la
carencia
Después de todo toda palabra es reutilizable o se pierde de un día
para otro
Pasados los 40 Qué estupidez: el sueldo mínimo la escritura la
casa las barricadas
Digo: Oh sí quiero hacer un collage y ya no me dejan

extraído de: SUB25 POESÍA JOVEN




Victoria Guerrero Peirano
(Lima, Perú, 1971)
POETA/INVESTIGADORA/EDITORA/DOCTORA EN LITERATURA/DOCENTE
de En un mundo de abdicaciones, Fondo de Cultura Económica, Lima, 2016
Prólogo de Eleonora Cróquer Pedrón
su viejo blog UNGOLPEDEDADOS
para leer + en LOW-FIARDENTÍA
MÁS



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