11 de julio de 2018

Jacqueline Goldberg, El más hermoso suicidio


Fotografía de Robert C. Wiles: 'The Most Beautiful Suicide', Evelyn McHale, 1947 



CADA SUICIDIO ES UN SUBLIME POEMA DE MELANCOLÍA (HONORÉ DE BALZAC)



EL MÁS HERMOSO SUICIDIO (1947)

Evelyn McHale habría sido una joven más
-californiana, huidiza-, 
pero subió al mirador del Empire State Building
la mañana del primero de mayo de 1947.
Y se convirtió en la suicida más bella del mundo.

El vuelo pudo haberla destrozado:
son normales fracturas en huesos de piernas
y columna vertebral,
severos traumatismos de pélvis.

El viaje de ochenta y seis pisos,
a una velocidad terminal de doscientos kilómetros por hora,
suele reventar la aorta y las cámaras del corazón,
hundir todo precioso cráneo.

El golpe seco deja en el cadáver muecas de dolor.

(Sólo se lanza desde un edificio
quien está irrevocablemente determinado a morir.)

Pero el cadáver de Evelyn sería pulcro,
con una pierna sobre otra,
la mano jugando con su collar,
el rostro plácido, la boca anhelante.
Como posado por un ángel sobre la carrocería maltrecha.

Robert Wiles escuchó el estallido,
corrió y fotografió a la difunta.
La imagen fue publicada
ese mismo mayo en la revista Life,
con el título El suicidio más hermoso.

Evelyn llevaba consigo una nota
con instrucciones para su funeral y el desamor:
"Él es mucho mejor sin mí (...)
yo no sería una buena esposa para nadie".

Se sabe: 
hay bellas despedidas, 
horrendas primaveras,
bellos cadáveres,
bellas catástrofes.





Jacqueline Goldberg
(Maracaibo, Venezuela, 1966)
de Las bellas catástrofes, Poesía Documental,
para leer una reseña en MERECE UNA RESEÑA
para leer MÁS
su BLOG

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