6 de junio de 2018

Verónica Peñaloza, 4 poemas 4


Ilustración de Alia Penner

Te vi muy poquito rato
pero supe que eras de esas 
que te dan ganas de amasarle un pan los lunes
hacerle de desayuno tostadas con palta
y sacarle a pasear el perro los jueves por plaza Francia.
Después me confirmaron mi teoría
que estás hecha 100% de material enamorable. 
Hay pequeños indicios que me hacen dar cuenta,
querer hablar con alguien para mí ya es un montón
pero si hace falta más:
te hubiera cedido esa última empanada de roquefort
que quedaba en la bandeja
aunque por suerte había muchas
así que esto empieza bien
porque no se trata de ceder nada por nadie
sino de envolvernos en una mantita polar
cuando el mundo no sabe dar otra cosa que frío.
No sé si con la edad, el gusto se hace cada vez más difícil 
o es que la gente hecha de material enamorable 
está en peligro de extinción,
por las dudas no le avisemos a Greenpeace
porque te va a querer juntar con alguien 
también hecho de material enamorable
y a mí nunca me tienen en cuenta para eso.
Yo soy 70% algodón, 30% de una cosa inflamable
que se enciende cuando te ve.
Por eso me gustaría que no desaprovechemos esta oportunidad,
y además porque el pan con semillitas me sale rico
y el único molde que tengo 
es muy grande para una sola persona.



Ilustración de Alia Penner

CAMINITO 

Crucé océanos de tiempo para encontrarte.
Caminé desiertos rodeada de gente.
Aprendí rutas. Las desaprendí.
Cambié los puntos cardinales de tu mapa.
Desarmé constelaciones y las repartí de vuelta.
Inventé nuevos nombres.
Magneticé tu brújula.
Soborné a tu ángel.
Señalicé la pista de aterrizaje de mis miedos.
Olvidé todo el lenguaje conocido.
Aprendí a escuchar tus manos.
Nací miles de veces con cada uno de tus sí.
Te encontré.
Y haría la odisea las veces que sean necesarias
para encontrarte todos los días en la orilla de mi cuerpo.



Ilustración de Alia Penner

POLUCIÓN MODERNA

Ni las pilas
ni los chicles
ni las bolsas de supermercados.
El mayor problema de contaminación actual
es la cosificación de la humanidad.
Con los envases no alcanzaba
y con los pañuelos tampoco.
La tendencia marca ahora
tratar a los seres humanos
de manera descartable.
Lo mismo que con el diario de ayer,
se deja a las personas olvidadas
en un banco de plaza
o en el andén de la estación.
Algunos que todavía creemos
en el significado de la palabra incondicional
iniciamos un movimiento 
para frenar 
el desprendimiento indiscriminado de personas.
Se trata seriamente de entender
que para muchos de nosotros
las relaciones no son biodegradables.



Fotografía/Ilustración de Alia Penner

CONDIMENTO

El cuerpo
guarda en un frasquito en algún lado
la felicidad que me diste los días pasados
para sobrellevar un domingo como éste.
Lo destapo como si fuera un frasco de canela
lo giro con cuidado
lo miro
lo vuelco sobre la palma de la mano
lo contemplo largo rato
lo cierro con nostalgia
y lo vuelvo a guardar
pensando que ya fue suficiente.
Pero el tiempo es injusto.
No pasa media hora
sin que quiera condimentar
cualquier cosa que haga
con los ecos de ese amor.




Verónica Peñaloza 
(Buenos Aires, Argentina, 1986)


6 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Una maravilla!
Cariños Miriam.

lunaroja dijo...

qué poesía más bonita y delicada.
Es una delicia.

Marta dijo...

muy bello...

carlos perrotti dijo...

Magnífica pòeta llena de hallazgos "El cuerpo
guarda en un frasquito en algún lado
la felicidad que me diste los días pasados
para sobrellevar un domingo como éste..."
Sí, como éste.

Gracias Miriam por hacérmela leer.

Unknown dijo...

Me compartieron hoy tu poesía de tiempos y aromas de siesta otoñal en Santiago del Estero. Siesta y mandarinas.

EG dijo...

Qué lindos comentarios! Estoy segura que Verónica los leerá.

Hay mucho y hermoso en su blog para leer, no se la pierdan!

Saludos a todos

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