Fotografía de Sean and Seng |
AMORES
Amamos
los nombres con los que nombramos las cosas exclusivas e íntimas.
Amamos
las fibras que no pudimos dejar vivir.
Y es entonces cuando los tallos se quiebran
y aparece un limón en tu vereda;
cuando el viento recarga los objetos
cuando respondes con palabras obesas todo lo que ignoras.
Y te fracasa la maternidad de los instantes del mundo.
Y las mañanas con su caracol salpicado de rocío.
Y pides a nadie que te alcance un rosario
cuyas cuentas son de miga de pan.
AMORI
Amiamo
i nomi con cui chiamiamo le cose esclusive e intime
Amiamo
le fibre che non abbiamo potuto lasciar vivere.
Ed è allora quando gli steli si rompono
E appare un limone sul tuo sentiero;
quando il vento ricarica gli oggetti
quando rispondi con parole obese tutto quello che non conosci.
E ti sfascia la maternità degli istanti del mondo.
E le mattine con la loro lumaca schizzata di rugiada.
E a nessuno chiedi che ti dia un rosario
i cui conti sono briciole di pane.
(Traducción del CCTM)
s/d del autor de la fotografía |
HISTORIAS
La historia de dos que se amaron
cae aquí, igual a la cucaracha
muere de envés.
Arrojamos cadenas de deseos al universo.
Quien haya visto girar la tierra,
su pelota loca sobre un solo sentido,
temerá más el batir de los rayos de las antiguas historias cayendo en el presente.
La unidad mutada,
su sentencia que puede enlazar la muerte de un limonero, el canto de un zorzal, un niño en las estaciones, un número abandonado.
Siempre es mayor lo que no puede ser
Y despierta con sus clavos nuestros días.
Las historias imposibles están en todos los sitios
mendigan tu día, tus hijos y tus muertos.
Van en dirección horizontal igual a los fantasmas
o la mirada de los ancianos.
Indefensas, son tus huérfanas,
la causa del vacío que crías algunas tardes.
Las aguas del bautismo no las curan.
Todo lo que no ames se dispara al mundo
para que alguien lo recoja
No amar es clausurar a un niño
quitarle el hombre.
Fotografía de Sean and Seng |
LOS TRES DESEOS
No se cumplirán los tres deseos
ni te será dado el instante único.
Entonces puedes partir.
Limpia y serena.
Puedes desnudarte
o partir el pan
o matar un animal para alimentarte
o trepar las ramas
o hundir tus manos en agua caliente.
Luego, igual, no te será concedido ningún deseo.
Tu ángel es esta mosca
que intentas aplastar
contra tu cara, y no lo sabes.
María Julia Magistratti
(Azul, Buenos Aires, Argentina, 1976)
de El hueso de la sombra, Editorial Ruinas Circulares,
Buenos Aires, 2011
para leer más en: VUELO DE NOCHE
y en POEMANÍA
y más en INTERCUERPOS
su blog: UNIVERSO VENIACA
2 comentarios:
Genial Miriam, y un lujo haberla tenido en el Festival poético de este año. Abrazo
Pues sí Andrea, así es. Tenemos enormes poetas en este país. Y el Festival tiene ojo crítico, y este blog...muy buen gusto y percepción :P
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