Fotografía de Stefania Paparelli |
INVOCACIÓN
Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.
Huya yo del resabio,
del cinismo,
de la imparcialidad de hombros encogidos.
Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.
Engáñenme los cantos de sirenas
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.
Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
helado.
Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.
Huya yo del realismo encorsetado.
Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.
Por si vinieran tiempos de silencio.
(Jerez de la Frontera, España, 1973)
POETA/LICENCIADA EN FILOSOFÍA Y LETRAS/
DOCTORA EN EDUCACIÓN
de Diario de un destello, Ed. Rialp, Col. Adonáis, Madrid, 2006
para leer + en LAS OLVIDADAS
de Diario de un destello, Ed. Rialp, Col. Adonáis, Madrid, 2006
para leer + en LAS OLVIDADAS
5 comentarios:
¡Muy bueno!
Fabulosa invocación...
Besos
Ana
Raquel es muy grande.
Gracias por este poema, muy necesario, sobre todo en los tiempos (espero que no), que podrían llegar a venir.
Saludos desde el sur
Bienvenido este poema... nos llama a un despertar de la conciencia en este tiempo tan dificil que venimos transitando.
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