Fotografía de Anka Zhuravleva |
CIUDAD AL FONDO
El viento se extendía como un bosque de grosellas.
A lo lejos, el banco de nubes semejaba la ciudad.
Sus finas torres como alfiles me aproximaban
secretamente a sus orillas.
Atrás queda el vaho que escasamente se sujeta del
recuerdo.
Soy otra. Me convierto entonces, en el pensamiento
diario, ese compuesto de bulla y carcajada o de
silencio; un silencio abreviado, justo y vengativo.
Me convierto en los sueños sin memoria o en
aquellos peregrinos que se plantan al costado como
un pedazo perdido.
Llego. Del otro lado soy habitante desprendido.
Mi cobija es otro sol y es otro canto.
La ciudad al fondo tiene la forma del amor.
(de Ciudad al fondo, Ediciones Exilio, 1995)
Fotografía de Anka Zhuravleva |
ENÉRGICO
Estamos
en la medida
en que sentimos
El corazón deshecho
es equipaje inútil
Ajeno es el tiempo
Al fin y al cabo
lo que nos es dado
tampoco es nuestro
Fotografía de Anka Zhuravleva |
Uno cree que el pasado
por el solo hecho de serlo
no regresa.
Cuántas caras de antaño
se ven luego por ahí y después del asombro
nos parece que fuese ayer.
Cuántas veces creímos
en el valor de un secreto
y el desafío de que no fuera.
Cuántas voces te recordaron
la calidez de los abrazos
y cuántos silencios te enterraron su daga.
No. No es mentira.
El pasado corretea contigo los segundos
se baja en cada lágrima
te mira al amanecer.
No te acompaña en vano.
Te restriega lo miserable
o lo estúpido que fuiste.
Sí.
Te recuerda que el verdadero rostro
aquel que escondes y disimulas muy bien,
es tu alma
tu miseria que se repite
como un disfraz de distinto tono
como la nada que eres.
(de Lianas, -Poemas 1998-2008-, Ediciones Exilio, 2009)
Fotografía de Anka Zhuravleva |
XXVIII
Ahí viene
Va cayendo
Suave y lenta se desliza
Segura
Yo la veo
Y el vaivén de su caída
Distrae cualquier dolor,
Afortunada ella
La hoja,
Que solo cae una vez,
Uno que nace cayendo…
Uno que no sabe dónde diablos va a caer.
(de Lianas, -Poemas 1998-2008-, Ediciones Exilio, 2009)
XXVIII
Eccola arriva
va cadendo
delicata e lenta scivola
sicura
la vedo
e il vai e vieni del suo cadere
distoglie da qualsiasi dolore.
Fortunata lei
la foglia,
che solo cade una volta.
Uno che nasce cadendo…
Uno che non sa dove diavolo cadrà.
Traducción de Antonio Nazzaro
Monique Facuseh
(Santa Marta, Colombia, 1964)
para leer + en FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE MEDELLÍN
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1 comentario:
Qué buenos poemas en su desnudez necesaria y absoluta, Emma.
Besos
Ana
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