9 de agosto de 2014

Leticia Ressia, 2 poemas 2 (de El hielo de la guerra)


Fotografía de Helen Warner
Cuando los vidrios rompen
el involuntario gesto del espejo
pienso que en el principio
todo fue arena y agua
cada uno por su lado.

Tengo en mi casa 
un espejo prestado
alguien me dijo
ponelo ahí.

Me veo de pasada
para acomodar el cuello de la camisa
el escote de la remera
el collar de pelotitas verdes
para verme así
la cara
el pelo
de paso, casi nunca
el peine.

Cuando hay tormenta lo cubro
para que un rayo no me parta la cara
que no separe
de esta apariencia ficticia
mi arena y mi agua.

Cuando estoy a oscuras
prendo una vela
y su luz se multiplica.

No es un detalle menor
hay algo adentro
que encuentra la belleza.



Fotografía de Barbara Una Rad 
No siento el calor de la estufa
cuando acerco las manos
la sangre camina lenta
y su círculo apenas entibia la carne.

El frío es adentro
el hueso irradia su muerte
que me abriguen las lanas
el pelo del perro que toco en la calle
cosas así, de animal solo
y arrancado.

Perseguida por la pena
la luz helada que me crece
deja azules las manos
los pies
su fenómeno es irreal
Raynaud parece ser
la esquirla de alguien que no arde
un alambre de plata
atado a mis escombros.




Leticia Ressia 
(Pellegrini, BS.As., Argentina, 1979) 
Reside en Córdoba
de El hielo de la guerra, caballo negro editora, Córdoba, 2014
para leer una reseña del libro en PÁGINA 12
para leer MÁS









1 comentario:

Darío dijo...

Impecablemente Ressia.

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