12 de julio de 2014

Claudia Magliano, Conocemos el peligro de la vida (+1)


Fotografía de Amber Marie Chavez

CONOCEMOS EL PELIGRO DE LA VIDA

Conocemos el peligro de la vida
La angustia como plomo
Sobre los calendarios
Cae y se instala
Con su furiosa
Presencia
Acomoda el dolor
Y nos retiene
Su mano de cieno
Hace callar a las palabras.
No decimos porque no podemos
Hacemos un hueco en el silencio
Y de pronto se inunda con el llanto.
Todo es triste. Curiosamente triste
Nos desconsuela arrancarnos el alma
Salir hacia los otros
Abriendo el pecho
Tendido en hilos de memoria.
La casa es un laberinto
Que recorremos con los ojos cerrados
Y sin embargo…
Nos abruma el conocimiento
La conciencia
El lugar común de este poema
Me abruma.
Si yo fuera tú iría hacia ti buscando reconocerte.
La soledad es cruda y necesaria
La alegría sólo un concepto.
He visto llorar
Te he visto llorar
Y hubiera querido tantas cosas
Tragarme tu llanto para convertirlo en arabesco
Dibujar una cruz
Y crucificar a tantos.
Es verdad que también cargo con el odio
No puedo sustraerme a tanta hermosura
Todo es esencia
Energía disipada
Motor
Comienzo
Lucha por resistir a la suerte de saber.
Ya todo pasó y no hemos salido todavía
Asistimos con horror a la conciencia.
El velo cae sobre el verso
Y el poema se forma
Como los círculos de la piedra en el charco.



Fotografía de Amber Marie Chavez
REPETIR EL ACTO

Repetir el acto de repetir una escena cualquiera
cotidiana
como tocar cinco veces la taza del café
o mirar detrás de qué puerta por si acaso.
La infancia es un pasadizo de iteraciones
un rito inmaculado,
la casa es demasiado grande para tantas cosas
es necesario obedecerse
mantener el orden sin tentar el desafío,
es necesario estar solo
que nadie vea el desacato
la manifestación extraña de temerse.
Dos veces he dicho este poema
Dos.
Repito.

REPETIR O ATO

Repetir o ato de repetir uma cena qualquer
cotidiana
como tocar cinco vezes a xícara de café
ou olhar detrás da porta apenas por acaso.
A infância é uma passagem das interações
um rito imaculado, 
a casa é demasiada grande para tantas coisas
é necessário obedecer-se
manter a ordem sem tentar o desafio, 
é necessário estar só 
que ninguém veja o desacato 
a manifestação estranha de temer.
Duas vezes eu disse este poema
duas.
Repito.

(Versión al portugués de SPERSIVO)





Claudia Magliano 
(Montevideo, Uruguay, 1974)
para leer MÁS

4 comentarios:

Sinuhé dijo...

Así es. Lo que mata no es la humedad, sino la conciencia...

Saludos, eMMa!!

Tatiana Aguilera dijo...

Dos interesantes poemas, el primero sobretodo que leí dos veces porque encontré destellos que me lo exigieron.
Un abrazo.

EG dijo...

Gracias Sinuhe, usted siempre al pie del cañón!

EG dijo...

Así es Taty, lamentablemente no tengo ningún libro de Claudia M., sólo la leí a través de la web, y lo que encontré es bien interesante.

Un abrazo

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