Fotografía de Nina Leen, 1947 |
AL FIN SOLA
Todos los hombres
me han deseado
lo mejor
con otro.
Miro desde la barrera
el abanico entrecerrado de sus barajas,
distingo poca cosa:
la borrosa silueta de un rey, oculta
la vana multiplicidad del cinco de corazones.
Ningún arcano mayor,
ninguna apuesta.
Vendo esta Casa VII,
se la vendo por dos reales.
Mi suerte no está en juego.
Está sólo escrita, echada
a llorar,
cumpliéndose.
Lo que ha de ser
ya Hera.
Entonces, recuerdo la sentencia de mi madre:
hija, las desgracias no vienen solas,
las precede un hombre
Corina Michelena
(Caracas, Venezuela, 1957)
Reside en Moscú
de Honra de sierva, Universidad Veracruzana, 2003
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6 comentarios:
espectacular...
sobre todo me ha encantado el final...
gracias, como siempre por compartir estos tesoros!!
besos!!
http://www.shearsman.com/pages/books/catalog/2013/panic.html
Este libro es.
Gracias Cámara deniebla!!!
hermosamente lindo
Buenísimo...
Besos
Ana
El final es impactante.
Saludos.
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