Fotografía de Alfred Eisenstaedt |
NOTAS PARA UN AGITADOR
cuando era pequeño se le cayó un piano
en la nuca, desde ese día sus vértebras
suenan cada vez que baila
sobre la silla eléctrica: no muestra arrepentimiento
con palabras, no entona
baladas de protesta
Se dedicó a grabar sonatas
de guerra, percusión ósea contra
tiritar de dientes. La electricidad es buena
compañera dice ahora
encerrado a perpetua
De la música del cuerpo proviene
una verdad indisoluble pero si hubiera
caído una hoja
filosa sobre su nuca, ¿qué palabras
escribiría nunca?
un niño pregunta a otro
cuando el mar se agita, habla?
shh... le contesta su amiguito
al igual que las olas
y callan.
(de Notas para un agitador, la calabaza del diablo, 2008)
s/d del autor de la fotografía |
ARVEJA NEGRA
arranqué los ojos de mi muñeca
y ya no ve. Desde el noveno piso
lancé con ímpetu al patio interno
de mi vecina un ojito, el izquierdo.
En una alcantarilla, único
ojo abierto que permite
entrar en la imagen hecha cuerpo;
es de saliva poderosa
seduce agresiva cualquier intento
de entrega externa, la convierte
en interna destrucción. Allí
abandoné el otro ojo que rodó
como una arveja negra.
Mi muñeca: muñón del alma mía
no está ciega, es simple
no tiene en la cara ojos
y su cabeza recuerda
pequeño el patio que se agiganta
a gran velocidad, un agujero.
Yo le muestro
determinada cantidad de dedos, ¿cuántos
hay? le saco la lengua, me burlo
lloro en silencio y no lo nota, la amenazo
y nunca tiembla: Ojos que no ven
corazón que no siente. Necesito
dos ojos, o un corazón
autosuficiente. Mi lágrima no sabe
parir otros, mi problema es
operar en el hueco
de la mirada. No,
caer en él.
(de Arveja negra, Vox, 2005)
(Buenos Aires, Argentina, 1974)
POETA/BIBLIOTECARIA
POETA/BIBLIOTECARIA
en Poesía argentina para el siglo XXI /
Argentine Poetry for the XXIst Century,
Argentine Poetry for the XXIst Century,
Ediciones Continente, Visor Libros, 2011
Compilación y traducción de Andrew Graham-Yool
y MÁS
5 comentarios:
Wauh... me han encogido estos poemas. Brutalmente preciosos.
No la conocía, gracias por descubrirme a Verónica.
Besos!
"De la música del cuerpo proviene
una verdad indisoluble pero si hubiera
caído una hoja
filosa sobre su nuca, ¿qué palabras
escribiría nunca?"...Esto es bárbaro. Y el final del segundo me mató. Muy peculiar y preciosa la escritura de mi tocaya. Besos Emma!!
J.Gomis López ahora pongo un enlace para leer más de ella (no sé cómo lo pude omitir)...mis disculpas
Sabía Vera que te iba a gustar, no solo en el nombre hay coincidencia...
abrazo
Es curioso ver un piano y un ojo arrojados al vacío......
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