Fotografía de Lambert Schlechter |
EL REGRESO
Regresarán follajes y entrecruzar de ramas,
el complejo rumor de los árboles, los múltiples,
salpicados, cambiantes colores de las hojas.
Volverán a su única semilla
a su primera vez, a su germen oscuro
donde un día dormían.
Y juntos, sin saberse ni verse, sin el ansia
por salir a la luz desde allá abajo
como ahora se esfuerzan en los espesos montes
alzándose y luchando.
Regresará aquel rojo de pétalo encendido
aquel verdor de luz, de dorada alegría
aquella flor veteada y de irisar rizado
todo aquel amarillo llovido sobre el campo
cuando abril se caía en gotas amarillas
sobre un lado del cerro.
Todos regresarán a su hueco de sombra
al centro oscuro y simple donde estuvieron juntos
donde una vez durmieron.
LA PIEDRA DEL MAR
Es una piedra chica, gastada por las olas
mojada y con arena, cuando la recogimos.
Mojada y seca, opaca
pero blanquísima
sobre la palma abierta.
Sobre todo del tacto vienen las realidades.
De su suavidad y peso, y más aun su frío.
No tanto su blancura, fundida ya en el resto
de colores volantes en la playa.
No tanto su blancura, definida a esta hora.
Blanco sin grietas, parejo blanco limpio
que si anochece vuela con azules y rojos
sobre las azoteas.
En su lago de blanco los ojos se sumergen
pero su pura gota de color se disuelve
se cae en las corrientes de colores llovidos
que borra un aire negro.
La dureza y el frío permanecen, se sienten
sobre la mano, clara realidad de la piedra.
Fría materia, ligero frío, frío
sobre la palma abierta.
Circe Maia
(Montevideo, Uruguay, 1932)
6 comentarios:
Tentador ese regreso al hueco de sombra donde dormimos alguna vez.
Hermoso poema. Un abrazo.
Amando, bienvenido!
un abrazo
Estos dos parece que los hubieras elegido para mí, porque necesitaba unos versos desprovistos de la dureza de los anteriores.
El primero me hizo acordar a un breve relato que incluí entre blues y blues, alguna vez; aquí te dejo, de regalo, la "Historia de una hoja" (de Giovanni Papini).
Gracias por tanta poesía, eMMa. Te deseo un feliz año...
Nací hoja de árbol en medio de un hermoso campo. Mi
primer amor fue el sol, mi primer columpio el viento. Pero
después vi brotar cerca de mí las flores, sobre las ramas de
mi árbol y tuve envidia de las flores, que eran más bellas
que yo. Cayeron poco después los pétalos y tuve compasión
de las flores. Pero vi crecer, en el lugar de las flores, los
frutos coloreados y carnosos y tuve envidia de los frutos.
Pasaron las semanas y muchos de aquellos frutos fueron
cogidos, mordidos y tratados por los hombres; otros cayeron
en tierra y se pudrieron y entonces tuve piedad también de los
frutos, mientras que yo permanecía aún fresca y verde en
el aire tibio, en lo alto. Llegó noviembre y me hizo amarilla y
arrugada, un tirón un poco más fuerte del viento me arrancó
de la rama y también yo caí en tierra, podrida y sucia.
Tuve compasión de mí misma y envidié el majestuoso tronco
que permanecía intacto y derecho a pesar del inminente
invierno. Pero antes de que me deshiciese por completo, vi
llegar dos hombres armados de hacha y hacheta que se
acercaron al árbol, mi padre, y comenzaron a golpearle
bárbaramente en su base para hacerle caer. Y supe por sus
palabras que estaba destinado al fuego de la familia.
Y entonces, a punto de tornar a la nada, tuve tiempo de sentir
una inmensa compasión por ti árbol donde había nacido.
Sinuhe, qué preciosidad este texto que dejaste!
y entiendo y comparto lo que decís de la dureza de los anteriores textos. A mí también me pasa que necesito relajar cada tanto. Aunque reconozco que son los que más me atrapan, como te habrás dado cuenta. Pero a veces se hace insoportable tanto dolor manifiesto. Hasta llego a pensar en cerrar el blog (cosa que creo que no haré, solo me iré).
Felíz año 2013 para vos! un abrazo
Querida eMMa:
Si llegaras a dejarnos huérfanos de "tus" poesías... yo no podría menos que cerrar mi rinconcito de blues, hacer una pancarta como la de la foto que incluiste anteriormente, y promover una deserción en masa de todos los que disfrutamos de tus propuestas (imprescindibles, aún las más descarnadas y dolorosas)... hasta que tuvieras que volver, renovada, con tu vincha multicolor (que muchos deben extrañar)y munida de un par de libros nuevos para compartir con nosotros...
Pero te podemos dar licencia unos días... para descansar, disfrutar de tu familia, de tus amigos. Y después... a seguir trabajando como hormiguita!
Que seas feliz...
Hasta pronto, eMMa!!
Una emoción reencontrarme aquí con mi querida amiga Circe
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