Fue en la tercera hora, del único día del mes número catorce, del año tardío.
Ese mes no hubo soles, la pude ver perfecta, mente y cuerpo...
la pude ver, pero sus lutos…
Daba miedo su amor y me alejé de sus pasos.
Cargué mi fusil, en el segundo eterno de la noche de sus párpados cerrados,
le acerté... en el centro mismo de su pecho.
La herida parecía un cuervo dispuesto a salirse todo,
a llevarse su presencia.
Pero maldito día único del mes catorce del año tardío...
en ese instante que la hubiese liberado para siempre , apareció ...
Siempre creí ser la única viajera, pero él... no sabía yo de él.
Bebió sus azúcares, devolvió el cuervo a su lugar, a su corazón... danzaron.
Y en su palma dejó el regalo que ella esperaba.
El regalo que día a día, noche a noche la exilia de la realidad.
Disparé nuevamente el fusil, hacia mi pecho, pero yo no anido cuervos.
Empezaba el mes quince de ese año, el mes de las quinientas tardes,
y yo emprendía un nuevo viaje.
Oigo sus risas, aún en el mes cuatro
y faltan todavía siete siglos para que suceda lo que he contado.
Victoria Sibelles
(Córdoba, Argentina)
(*) s/d del autor de la fotografía
para leer MÁS
(*) s/d del autor de la fotografía
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8 comentarios:
Lo leo y lo siento de ensueños, con imágenes que me atraviesan, luego, leo el título completo... pues claro!
Besos mi queridisima,
que disfrutes estos días!!
Te sigo desde hace poco, pero he leído muuuuchas entradas y siempre que veo que actualizas es una alegría porque se que voy a descubrir palabras de las buenas :)
Hoy me apetecía comentarte y decirte que, una vez más, este texto me ha encantado!
Genial tu blog, de verdad.
muaaak.
Axis, aunque ni yo logre desentrañar la trama de este poema...pero esta "confusión" que provoca tan parecida al despertar y tan bien descripta por mi amiga Victoria, hacen que estemos hoy acá saludándonos.
ABRAZO dominguero
The Gossip Eye, BIENVENIDA
y me alegran los comentarios, no dejes de hacerlo cuando lo sientas.
beso
Hoy he soñado contigo,
o con alguien
que yo crei que eras tu.
Solo queria que lo supieras.
Atravesabas el oceano,
en una especie de balsa,
o diligencia, mientras,
no se como, yo te observaba cruzar
las olas entre krakens, arcoiris,
gaviotas y otras muchas cosas.
Pasaste miedo
porque eras valiente,
y yo te preguntaba
si habias visto a Dios.
Tu callabas, entre avergonzada
y temerosa, aunque se
que viste muchas cosas
que no me podias contar.
Despues venias a mi casa
y me sacabas de mi callle,
de mi barrio, de mi vida y,
sorprendido, me vestias y nos ibamos
de fiesta.
Ocupabamos una tienda
y bebiamos hasta casi
perder la conciencia.
Paso la policia, que no nos dijo nada
y nos marchamos
de aquel lugar que,
entre vino y amigos que nos visitaron
durante una noche entera,
hicimos solo nuestra.
Me enamore de ti, esa noche,
por eso creo que eras tu.
Despareciste despues,
como un manto negro
dando pabulo a la niebla.
Y hablaba de ti la radio,
la television y las casas de apuestas
y nadie te localizaba a pesar
del soplo que habias
clavado en mis costillas.
Despues venian a recogerme,
no se que amigos,
mientras intentaba localizarte,
inutilmente, a traves
de un numero de telefono
anotado en una servilleta.
Pero ya no estabas, ni respondias,
habias desaparecido.
Y cuando desperte esta mañana,
aun me preguntaba como la vida
podia parecerse tanto a un sueño
y no saber cual es la diferencia.
Ahora suenan las noticias
y se que es hora de dar la vuelta
a mi reloj de arena.
Antonio...
Un texto que se lee con el disfrute que implica pasear por los bordes curvos de cada letra, y por la sospecha de cierta complicidad, en Victoria, que ignoramos.
Beso.
me encanta tu blog. Victoria me parece fantástica. Me gusta cuando la gente "escribe en negro", que es mi manera de decir, profundo, desgarrador. Obviamente te sigo.
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