Fotografía de Geoffroy Demarquet |
"Ahora, a dieciséis años de no escupir al caminar
a dieciséis de no mear en los potreros, ahora que
el Lito espera un hijo, que Haroldo va por el
segundo; ahora que el Preso se mudó y no lo
veo; ahora, que caigo en la cuenta de que al Rodi
hace diez años lo mataron dos veces: la primera
por error, la otra jugando; ahora, que no puedo, que
no puedo; al barrio no vuelvo por miedo a mí
mismo, porque ahora el chico es un ilustrado que
asiste a la academia y evita ensuciarse los zapatos; ahora
que la licenciada en ciencias psicológicas Erzetic Paula
diagnosticó neurosis, y el psiquiatra no se pone de acuerdo
con la enfermedad y la droga para la cura; ahora, que es
un intelectual convertido, un converso pibe del barrio Colón
que antes escupía y meaba el portón de cualquier vecino, ahora
que sufre porque de las palabras no se vuelve: el siete de octubre
Laura soñó le decía: no quiero más esto, Laura, no quiero más esto"
Ignacio Uranga (Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina, 1982)
Extraído de ACÁ
15 comentarios:
Maravilloso poema, el barrio después la academia.
mis padres aún viven en el barrio donde crecí, siempre me produce sensaciones extrañas cuando estoy allí
me ha encantado Emma! no conocía a Ignacio así que apuntado queda.
Besitos
En el terruño... duermen fundidas las pisadas con el rocío en el empedrado... un halo del niño se queda ahí para siempre
uy la puta madre! qué terrible, porque es verdad, pero además, de las palabras no se vuelve...
me queda sonando
Maravilloso poema. Pero igual no vuelve porque teme que el barrio no lo reconozca, y lo largue fuera. Porque en el fondo los barrios son muy selectivos, no vale cualquiera para ellos. Biquiños!!!!
es que sos un pibe de barrio Joven, te recomiendo el libro absolutamente.
me recordaste una película pero ahora no recuerdo el nombre, creo que el protagonista es Robert Downey Jr...
Ro, el blog de Ignacio estuvo un poco abandonado, pero hay mucho material de él en la web. Un abrazo
Por supuesto que sí Corina, siempre dejamos huella, pero las de la infancia son indelebles. Beso
Noelia!!! tus comentarios son taaaan de adentro que siempre me dejás sin palabras! :)
Miedo a no reconocerse y que no lo reconozcan...? y sí, o no aceptarse y no ser aceptado...también puede ser.
Un abrazo Vera
Porque a lo mejor el tipo se siente demasiado importante para ese barrio y para aquella infancia. Pero en el fondo al barrio hay que merecérselo.....Abracito
hondo y roto
y por leer "El Ella real".
un saludo.
Me alegra saberlo Scardanelli!
saludos
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