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| Fotografía de Egor Shapovalov |
LA COLADA
Imaginar la eternidad
desde la terraza
de un décimo piso.
Las palabras tienen el vértigo
que sientes
al divisar la muerte desde arriba.
El eco chirría,
nunca el silencio
fue tan revelador.
Somos cáscara,
algo que cuelga con pinzas
en el tendedero,
movidos por el aire,
hartos de tanto miedo.
desde la terraza
de un décimo piso.
Las palabras tienen el vértigo
que sientes
al divisar la muerte desde arriba.
El eco chirría,
nunca el silencio
fue tan revelador.
Somos cáscara,
algo que cuelga con pinzas
en el tendedero,
movidos por el aire,
hartos de tanto miedo.
(Jerez de la Frontera, Andalucía, España, 1980)
Reside en Francia
de Provocatio, Premio Ana de Valle – Ayuntamiento de Avilés, 2010
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11 comentarios:
y tanto...
ahora visitaré su blog, gracias!
un poema aterrador "divisar la muerte desde arriba", "hartos de tanto miedo". Realmente sobrecogedor, cotidiano y quizás por eso más duro.
un beso
nunca el silencio fue tan revelador.
Me gusta y voy a su enlace, gracias Emma (de jerez!!, cerquita)
Me genera tristeza este poema. Y también vértigo..
Me siento minúscula. Tanto que se me han caído las palabras y no tengo manos para recogerlas...Beso
me encantó...
gracias por compartirlo...
Somos cáscaras, en ese punto donde descubrimos nuestra terrible finitud. Vuelvo a la tierra.
Existe un devenir enclenque, y entre claroscuros vemos las cenizas del infinito. Yo personalmente gozo ardiendo los segundos sin más. Aunque a veces me sienta cáscara.
El vello de punta.
Sublime y precioso.
El todo y la nada son efímeros.
Saludos desde Luz y Penumbra
Un poema pendiente o pendular, según el caso...
Besos.
Hartar del miedo, debe ser una hendidura demasiado humo que se desvanece pero nos disipa cada vez más.... Uhh, las fotografías.
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