CANCIÓN PARA LOS DÍAS DE LA VIDA
Este día empieza a crecer
voy a ver si puedo correr
Con la mañana silbándome en la espalda
o mirando las burbujas.
Tengo que aprender a volar
entre tanta gente de pie.
Cuidan de mis alas unos gnomos de lata
que de noche nunca ríen.
Si la lluvia llega hasta aquí
voy a limitarme a vivir.
Mojaré mis alas como el árbol o el ángel
o quizás muera de pena.
Tengo mucho tiempo por hoy
los relojes harán que cante
Y la espuma gira en torno a mi piel
me han puesto manos para hablarle
a las cosas de mi.
Y al fin mi duende nació
tiene orejas blancas
como un soplo de pan y arroz
Y un hongo como nariz
cuatro pelos locos
y un violín que nunca calla
solo se desprende y es igual a las guirnaldas.
Este día es algo de sal
me dejó vibrando al nacer
pesa y es liviano como un hilo sin nombre
suena un poco a mi guitarra.
Tengo que aprender a volar
entre tanta gente detrás.
Me pondré las ramas de este sol que me espera
para usarme como al aire.
Y es que al fin mi duende se abrió
tiene el corazón de mantel y batón
y un guiño al ver que todo es verdad.
Ya los gnomos cuiden
a un violín que siempre canta
nunca se adormece y es igual a las guirnaldas.
Y es que nunca calla, solo se desprende
y es igual a las guirnaldas.
María Gabriela Epumer
(Buenos Aires, Argentina, 1963-2003)
Letra de Luis Alberto Spinetta
1 comentario:
Me ha encantado... la letra es preciosa! por cierto, que me gusta mucho Spinetta!
besos :)
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