3 de junio de 2011

María Gabriela Epumer, Canción para los días de la vida




CANCIÓN PARA LOS DÍAS DE LA VIDA

Este día empieza a crecer
voy a ver si puedo correr
Con la mañana silbándome en la espalda
o mirando  las burbujas.

Tengo que aprender a volar
entre tanta gente de pie.
Cuidan de mis alas unos gnomos de lata
que de noche nunca ríen.

Si la lluvia llega hasta aquí
voy a limitarme a vivir.
Mojaré mis alas como el árbol o el ángel
o quizás muera de pena.

Tengo mucho tiempo por hoy
los relojes harán que cante

Y la espuma gira en torno a mi piel
me han puesto manos para hablarle
a las cosas de mi.

Y al fin mi duende nació
tiene orejas blancas
como un soplo de pan y arroz

Y un hongo como nariz
cuatro pelos locos
y un violín que nunca calla
solo se desprende y es igual a las guirnaldas.

Este día es algo de sal
me dejó vibrando al nacer
pesa y es liviano como un hilo sin nombre
suena un poco a mi guitarra.

Tengo que aprender a volar
entre tanta gente detrás.
Me pondré las ramas de este sol que me espera
para usarme como al aire.

Y es que al fin mi duende se abrió
tiene el corazón de mantel y batón
y un guiño al ver que todo es verdad.

Ya los gnomos cuiden
a un violín que siempre canta
nunca se adormece y es igual a las guirnaldas.

Y es que nunca calla, solo se desprende
y es igual a las guirnaldas.



María Gabriela Epumer 
(Buenos Aires, Argentina, 1963-2003)
Letra de Luis Alberto Spinetta

1 comentario:

Rocío dijo...

Me ha encantado... la letra es preciosa! por cierto, que me gusta mucho Spinetta!

besos :)

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