Fotografía de Marshall Ryan |
COINCIDENCIA
Me gusta pensar que tú lo sabes:
a la hora precisa de las nueve y diez
del pasado tres de agosto
experimentamos una espléndida coincidencia:
tú amabas a una mujer y yo a un hombre.
Lo mágico, por así decir, del caso es
que ni el hombre amado eras tú
ni yo la mujer amada
(como ves, una vez más, cuestión de pronombres).
Este tipo de azar incuestionable
que mueve las velas de los barcos
y las barbas encrespadas
es lo que nos convierte
en dos: entiéndase sin mitades ni unidades sucedidas.
Dos que por pura y simple coincidencia nunca se encontraron
(Sevilla, España, 1967)
4 comentarios:
terrible coincidencia.
Jaja, me sorprendió el final. Claro, todo es azar lo que se da y lo que no, pero como nos gusta pensar que hay algo de mágico y predestinado siempre en los encuentros, no?.
Me encantó.
Besos
Me gusto! pero me desconcierta el final, leo y releo pero me sigue desconcertando, jaja!
BesoooOO
3 de agosto, es el cumpleaños de mi ex, el padre de mis hijos...coincidencia?
bajo cuantas coincidencias pasa nuestra vida?
Publicar un comentario