10 de mayo de 2011

Lucille Clifton, 2 poemas 2


Diana Ross in a hotel room at the Apollo, New York, 1965

(SIN TÍTULO)

en algún lado
alguna mujer
igual que yo
prueba la cerradura de la ventana
de la habitación de los chicos,
prepara la ropa de la escuela para mañana,
pone la mesa para el desayuno temprano,
encuentra una lapicera entre los almohadones
del sofá
se sienta y escribe las palabras
Buenos Tiempos.
pienso en ella mientras empiezo a enseñar
las vidas de los poetas,
sobre su espacio en la mesa
y mi propia inexplicable vida.



Simon Peacock, Untitled London, Oxford Circus, London
NOTA PARA MÍ MISMA
NOTA PARA MI SER

es una cosa de negros que no entenderías (t-shirt)
 amira baraka — Me rehúso a ser juzgada por hombres blancos.

o definida. y veo
que incluso los mejores creen
que tienen ese derecho,
creen que
lo que dicen que yo quiero decir
es lo que yo quiero decir
como si las palabras sólo importan en el mundo que ellos conocen,
como si cuando elijo palabras
tengo que elegir aquellas
con las cuales ellos pueden vivir
incluso si algo dentro de mí
no puede vivir,
como si mi historia es
tan trivial
que podemos olvidar juntos,
como si no tengo cicatrices,
como si el enemigo de mi familia
no se les parece,
como si no me he estirado
a través de nuestra historia para tocar,
para consolar en más de una
ocasión
y lo haré de nuevo,
aunque lo meramente humano
me sea negado todavía
y yo soy ahora ya no bestia
sino santa.



Lucille Clifton - Thelma Lucille Sayles -
(Búfalo, Nueva York, EE.UU., 1936-2010)
de Quilting – poems 1987-1990, Rochester, 
NY: BOA Editions Ltd., 1991
y en The Words Under the Words: Selected Poems
Portland, OR: Eighth Mountain Press, 1995
Traducción de Gabriela Adelstein
para leer MÁS

7 comentarios:

Carmela dijo...

Me gusta, sobre todo el segundo...."como si cuando elijo palabras tengo que elegir aquellas
con las cuales ellos pueden vivir
incluso si algo dentro de mí
no puede vivir".
por señalar una parte, aunque todo, entero, me encanta.
Un beso Emma.

Errata y errata dijo...

Ambos, pero el segundo más, el segundo tiene una fuerza muy especial para mí.

vera eikon dijo...

Que poemas más distintos....El primero, sobre lo cotidiano. Lo cotidiano me parece un gran tema, sin embargo los poetas suelen preferir otros grandes temas...El segundo es una herida y las palabras que emanan de ella...
Besos

Jesús Galbraith dijo...

me gusta, transmite

Darío dijo...

Aunque está visto que los hijos de puta vienen en todos los colores, el poema es un desgarro.
Como que nosotros jamás podremos sentir en la carne el dolor de los otros, ni siquiera nos imaginamos.
Me pongo en tu lugar...es una farsa.

EG dijo...

Como dice Curiyú, difícil comprender palpablemente el dolor de los otros.

Maia, un abrazo enoooorme.

Amigos todos, saludos, de corazón.

karina dijo...

quien nos quita ser madres, no?

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