La bibliothèque-immeuble de Lyon, quai de la pêcherie, de David Collin |
En él fluye bilis negra, eso lo hace una figura lúgubre y oscura como la
misma muerte,
él se sienta todos los días en un restaurante sin ver a nadie, sin ver nada más
que su cuaderno de bocetos cuyas páginas ha llenado con palabras, notas o imágenes, él está absorto en sus apuntes como si fuera el compañero de diálogo que no tiene, él decora constantemente las fibras finas del papel levantando de vez en cuando su mirada hacia la pareja de la mesa de al lado,
él besa solamente en papel, el papel,
él sabe qué es ser detenido siendo libre, en cuanto a color él es negro pero también blanco,
él no es un tema en la pared de Louvre sino un ser vivo, caminante en un restaurante en Chiado,
él da una monedita al drogadicto pasajero porque en otra época éste podría haber sido él mismo,
él siente compasión por el niño gitano que toca acordeón en la escalera del Gloria y
deja caer una moneda en la gorra apretada entre los dientes de un perro enano,
él hace circular el lapicero en el papel y si el lapicero pudiera provocar un incendio en
el papel, las llamas ya correrían por los tejados,
él recorre las mismas cuadras día a día encontrándose con las mismas personas,
él podría optar por algo diferente pero él
no quiere,
él está contento con su vida dedicada a darle vuelta a las piedras,
buscar secretos en oquedades,
él sabe que no trabaja en vano aunque
él quizás no viva según la percepción que tienen
de la vida estos seres burgueses que
entran al restaurante dónde él se sienta,
los paseantes sobre cuya invisibilidad
él escribe poemas día tras día los mismos versos
sin un resquicio de consuelo
Rita Dahl (Helsinki, Finlandia, 1971)
3 comentarios:
Él no es en vano!!!!Me ha gustado
Beso
Si estácontento con su vida, es lo que vale
Besos
Holá! Encontré su página busacando referencias con mi nombre. Bienvenidos en mi blog tambien, hay máteria por lo menos en inglés, más poemas en español tambien.
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