Fotografía de Cig Harvey |
ante todo
no te culpo
pero por qué entregarte
sin vértigo
al deseo ajeno
dejar tu trabajo y entregarte
a los hijos
dejar el alemán porque aprendías rápido
y él no lo soportaba
aceptar el silencio, blanca
una amante
un hijo de otra
otra amante
seguir seguir
como si nada
tiemblo
qué cosas estaré soportando
yo ahora
opacadas bajo el trabajo milimétrico
de la costumbre
qué fuerza ejerce sobre mí el hombre
que amo, para volverme más inútil
sin saberlo
y qué fuerza ejerceré yo, sobre quién
hasta aplastarlo
no te culpo
yo tampoco he sabido rebelarme.
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irán quedando pedazos de mí a lo largo de la tierra
en los lugares más íntimos y más públicos
de las ciudades del norte
y del sur
siempre es otoño
las finas capas de mis órganos caen
y luego crujen en el suelo
bajo el peso ligero de los transeúntes
en cada acto de amor estallo
como una granada
y después de la sobremesa
-una vez que ya hemos digerido la muerte-
me recolecto, metódica y mansa
pero estoy empezando a perder la paciencia
tengo un fuego y un miedo grande
por los años futuros:
cómo serán las próximas casas
los próximos almuerzos, sin lengua
o sin manos
cómo serán los próximos hombres y mujeres
que me desvistan
y qué pasará cuando quiera armarme
y no encuentre, por ejemplo, el corazón.
Leído en EL INFINITO VIAJAR
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el día que me dijiste que no me amabas
y el corazón se me volvió pesado como el plomo
deforme como una fruta extravagante
vos decías cosas muy tontas
(la verdad que el desamor se ve:
es un gesto
y ya estaba dado
pero vos insistías en explicarme)
y entonces me explicabas
y me dabas náuseas al mismo tiempo
hasta que yo dejé de escucharte
y noté que estaba lloviendo
(qué derroche, qué pena
yo acá confinada en esta burocracia
¿no podemos hacer trampa
y saltear los desenlaces?)
cuando terminaste tu discurso
-poco esmerado por cierto
porque nunca fuiste demasiado interesante-
yo con una risa ácida, lúcida
al mismo tiempo te dije:
está todo bien, querido
sólo lamento que esté lloviendo
porque este amor, sabes, es olvidable,
pero ahora que llueve, este día
voy a recordarlo,
no hay escapatoria
y así fue
aquí la prueba.
Poema inédito
Leído en LA PRIMERA PIEDRA
B O N U S T R A C K
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LLEGAMOS AL PUNTO
ya conociste mi ropa de verano y de invierno
ya me sacaste la ropa
de verano
y de invierno
tengo una pregunta
¿dejamos acá
o empezamos de nuevo?
(Buenos Aires, Argentina, 1990)
POETA/ESCRITORA/FOTÓGRAFA/TRADUCTORA
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2 comentarios:
Uno mejor que el otro...
Qué belleza.
Muy buena poeta. Su escritura es sorprendente.
Abrazos
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