7 de marzo de 2023

Viviane Nathan, 2 poemas 2


Fotografía de Marc Riboud, 1967

APRENDO SIN CONOCER EL NOMBRE DE LAS COSAS

Aprendo de la infinita ley
-flexible y absoluta-
como el tronco de la vida.
Aprendo, sin conocer el nombre de las cosas,
ni su espacio en el vacío abandonado,
Aprendo y sé
y sin embargo olvido...
Vuelvo a tropezarme con las piedras,
vuelvo a comenzar de nuevo,
entonces,a descubrir el cielo con los dedos,
a unificarlo todo en sus fragmentos.
Retorno siempre y luego sigo,
con la razón del aire entre las manos,
con el por qué del ave,
con el silencio azul de los orillas.
Aprendo,
y no del hombre exactamente,
ni de su realidad de hierro, -encajonada-
sino de lo que va dejando atrás
por los caminos
de los despojos sucios en la tierra
y de la quietud profunda
de las almas dormidas.

de Aprendo sin conocer el nombre de las cosas, Panamá, 1977


Fotografía de Marc Riboud, 1967

ESTAMOS SOLOS POETAS

Te cuento que estamos solos
para que revientes de ternura,
para que rasgues la angustia que te envuelve...
y despiertes de una vez
y sepas
que nos hacen falta más metros de garganta
para poder cantar, -gritar-
como los desahuciados,
vida, amor/muerte/tiempo/hijos/patria/libertad/soledad eterna para los vivos,
y canciones dulces para los muertos.
Estamos solos poeta...
el hombre no quiere saber,
no quiere conocer a sus demonios.
No importa dónde está el engaño, dice...
y se bebe a sorbos las mentiras...
Te cuento poeta guerrillero, que estamos solos
y que la paz es una orilla muy lejana,
es un lugar inaccesible donde estallan los sueños
verdaderos.

de Tiempo justo,  Ediciones Torremozas, 1990



Viviane Nathan 
(Montevideo, Uruguay, 1953)
Reside en Jerusalén
para leer + en EMMA GUNST

1 comentario:

lunaroja dijo...

Tremendos...
una belleza !

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