Fotografía de Marc Riboud, 1967 |
APRENDO SIN CONOCER EL NOMBRE DE LAS COSAS
Aprendo de la infinita ley
-flexible y absoluta-
como el tronco de la vida.
Aprendo, sin conocer el nombre de las cosas,
ni su espacio en el vacío abandonado,
Aprendo y sé
y sin embargo olvido...
Vuelvo a tropezarme con las piedras,
vuelvo a comenzar de nuevo,
entonces,a descubrir el cielo con los dedos,
a unificarlo todo en sus fragmentos.
Retorno siempre y luego sigo,
con la razón del aire entre las manos,
con el por qué del ave,
con el silencio azul de los orillas.
Aprendo,
y no del hombre exactamente,
ni de su realidad de hierro, -encajonada-
sino de lo que va dejando atrás
por los caminos
de los despojos sucios en la tierra
y de la quietud profunda
de las almas dormidas.
de Aprendo sin conocer el nombre de las cosas, Panamá, 1977
Fotografía de Marc Riboud, 1967 |
ESTAMOS SOLOS POETAS
Te cuento que estamos solos
para que revientes de ternura,
para que rasgues la angustia que te envuelve...
y despiertes de una vez
y sepas
que nos hacen falta más metros de garganta
para poder cantar, -gritar-
como los desahuciados,
vida, amor/muerte/tiempo/hijos/patria/libertad/soledad eterna para los vivos,
y canciones dulces para los muertos.
Estamos solos poeta...
el hombre no quiere saber,
no quiere conocer a sus demonios.
No importa dónde está el engaño, dice...
y se bebe a sorbos las mentiras...
Te cuento poeta guerrillero, que estamos solos
y que la paz es una orilla muy lejana,
es un lugar inaccesible donde estallan los sueños
verdaderos.
de Tiempo justo, Ediciones Torremozas, 1990
(Montevideo, Uruguay, 1953)
Reside en Jerusalén
POETA/FOTÓGRAFA
para leer + en EMMA GUNST
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1 comentario:
Tremendos...
una belleza !
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