9 de marzo de 2021

Sara Pujol Russell, 2 poemas 2 (+3)


Fotografía de Riitta Päiväläinen


LAS MUJERES TIENDEN SUS FALDAS SOBRE LOS HOMBRES

Cuando las mujeres tienden sus faldas sobre los hombres,
algo, quizá el viento, se siente vencido y ama,
deviene un vagabundo de sueños por olas interiores de guijarros,
busca saladas lágrimas calientes acurrucándose entre dos pechos.
Puede convertir un octubre tranquilo en rompeolas de corazones.
 
Cuando las mujeres tienden sus faldas sobre los hombres,
el sol es amplio e inconsciente. Las sábanas se secan pronto.
Las sorpresas vienen con tiernas prendas aleteando;
con pequeños botones que se desprenden y caen y ruedan;
con aire repentino que cierra de golpe una ventana y atrapa la oscuridad.
 
Las mujeres ondulan y recogen sus faldas,
mientras se resbalan de sus manos húmedos peces agitados,
uno de esos peces está aprendiendo cuán incierto
es el paso de una nube de verano retumbando en la distancia,
perforando gorras de nubes, picadas de bordes aborregados.
 
Cuando las mujeres tienden sus faldas sobre los hombres,
echan una red de sombras
sobre la dulce forma indefensa que allí yace.
Niña, esto de ser hembra, este brillo, este temblor,
es lo que viento, sol y nube han hecho de ti. Haz tú otra cosa.

de El fuego tiende su aire / El aire tiende a su fuente, Ferrol: Colección Esquío de Poesía, 1999

WOMEN SPREAD THEIR SKIRTS OVER THE MEN

When women spread their skirts over the men,
something, maybe the wind, is overcome and loves,
becomes a drifter of dreams through cobbled inland waves,
looks for warm, salty tears nestled between breasts.
Can turn quiet October into a breaker of hearts.

When women spread their skirts over the men,
the sun is ample and unconscious. Sheets dry quickly.
Surprises come with tender garments flapping;
with small buttons that burst and fall and roll;
with sudden air that bangs a window shut and catches the dark.
 
Women billow and furl their skirts,
as wet, thrashing fish slip through their hands,
one of those fish learning how uncertain
is the passing of a summer cloud that rumbles distance,
that pierces cloud caps, pinked with mackerel edges.
 
When women spread their skirts over the men,
they cast a net of shadows
over the soft, helpless form that lies there.
Child, this being female, this glistening, this tremor,
is what wind, sun, and cloud made you. You make something else.

Traducción e introducción de Noël Valis
Selinsgrove: Susquehanna UP, 2005 



arte digital de Nichelle Quiocson kioxon

CERRAR PARA ABRIR

Cierro el pan para abrir la rosa, el tallo para abrir la paz —la paz, granada de luna y rumor que abro y golpeo en mi sangre, que abro en verbos que son manos, que golpeo en piedras que son sueños—, cierro el hambre de los búhos para abrir mi hambre que restaura la luz, cierro el color para abrir el sosiego demorado en la noche, porque, en lo oscuro, azafrán y lengua me asombran. Me cierro en pan para desnudarme, en hierba para ser carne que abre el bosque, en fuente para ser piel que roza la inocencia. Me abro en tiempo para ser un tiempo —cuenco de blanca leche, de lumbre que alimenta flores, frente, ruiseñor, belleza—, que me alimenta de hojas, recuerdos y un estar entre arroyos; ebro en fuego —no en llamas, la llama viene siempre de fuera—, me abro los sentidos para alcanzarme donde estoy ahora, me abro en cedros para ser mi alma, en cerezos para ser cuerpo de mi cuerpo y cuerpo en ramas donde el silencio brota en tigres. Cierro las manos —manos de pan y agua— para abrir el verso.

de Intacto asombro en la luz del silencio, Sociedad de Cultura Valle-Inclán, 2001


B O N U S  T R A C K 

arte digital de Nichelle Quiocson kioxon


Que la soledad cante, que amor diga: seamos sencillos.



arte digital de Nichelle Quiocson kioxon


A veces me sorprendo: la hierba se detiene en la boca del aire, y lo que fue y lo que será son sólo eterno presente.



arte digital de Nichelle Quiocson kioxon

EL REGAZO A VECES

El regazo a veces es noche oscura, y no es de noche
sino de todas las noches de los siglos que hemos conocido,
que llevamos en las manos de norte a sur, de dehesa a río,
de pan caliente a mar... Y preguntamos por nosotros,
por alguna dicha, por algún dolor, por algunos silencios
de pan caliente a norte, por alguna imagen del sonido
sin verbos, y preguntamos por el nombre de donde nace
el espacio, por el hombro que sostiene el espacio
si hay hombro en algún lugar, si hay corazón en alguna piedra,
algún limonero, en algunas manos,
si hay hombro para algunas manos... Por el nombre de la imagen,
solo esa imagen sola donde reposa la trascendencia.
Y todo es silencio, solo el sonido
donde se refleja la imagen.

(inédito)




Sara Pujol Russell
(Barcelona, España)
POETA/ESCRITORA/PROFESORA/TRADUCTORA/
DOCTORA EN FILOLOGÍA HISPÁNICA/
PROFESORA DE LITERATURA ESPAÑOLA
para leer una reseña por Francisca Pageo en DÉTOUR
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