Fotografía de Gregory Crewdson |
El sufrimiento es el dolor del tiempo
la angustia es la memoria del desamparo
y la depresión apenas una cobardía del cuerpo
el único dolor que confiere nobleza,
es la tristeza.
La tristeza del mono cuando comprendió que lo había
atrapado el profesor del universo,
la tristeza del árbol cuando entre sus ramas congeladas
comenzó a escuchar los cuchicheos desesperados de los pájaros,
o la tristeza del hombre primitivo
obligado a quedar atrapado en la jaula de la nostalgia.
O la tristeza de mi abuelo
cuando vio desaparecer la ferretería,
luego la tintorería...
y comprendió que pronto iba a esfumarse en la nada
el bar en donde él había construido veinte años atrás,
su hogar nómade.
Esa es la tristeza,
la tristeza de un niño ya un poco más grande
encontrando en los cables
el cadáver de algún barrilete
que remontó hace mucho tiempo.
La tristeza de rememorar,
o la tristeza de un niño pequeño en la playa,
inventando historia dentro del castillo de arena que va construyendo,
historias que el mar inmediatamente destruirá,
tratando de enseñarle al niño las consignas de la existencia:
que nada es real,
que todos están solos,
que la ausencia es eterna.
A veces, locamente, me parece comprender
el contenido de todos los argumentos,
el origen de todas las historias,
y hasta… y hasta el destino de todas las intrigas.
No es que...
No es que tenga la pretensión de haberlo vivido todo,
ni siquiera lo he soñado todo,
no guardo en los bolsillos de mi memoria
la versión taquigráfica de todo cuanto existe.
Pero igual todas las voces me resultan conocidas
como si ya las hubiera escuchado,
y todos los paisajes me parecen vistos
como si ya los hubiera visto.
Escucho la misma canción en la letra de todas las canciones,
sin embargo, no es que guardo en la memoria de mis ojos
el largo laberinto de todos los reflejos.
Entonces...
¿Cómo es posible que sienta que a todos he amado?
¿Que todo lo he llorado? ¿Y que ha todos he perdido?
Es como si en una instancia imposible
un misterioso filamento luminoso
uniese todo cuanto existe...
Y aún... lo que no existe.
en Fantasmas de luz - Crónicas malditas de márgenes y fronteras,
Colección Biografías y Testimonios, SUDAMERICANA, 2019
Selección y prólogo Rodolfo Palacios
Enrique Symns
(Lanús, Bs. As., Argentina, 1946 - 2023)
ESCRITOR/PERIODISTA/ACTOR
para leer Invitación al abismo, Antología de Cerdos&Peces, 1995
para leer una nota en INFOBAE
para leer + en ALGUNOS ESCRITOS
+ en APOLOGÍA
Fotografía de Gregory Crewdson |
MALA SUERTE
Mala suerte es estar siempre en el lugar equivocado
Mala suerte es la calle donde yo vivo con mis amigos
y en donde nadie nunca consiguió mudarse
Estoy sentando en la mesa de la ventana del fondo del bar de la calle Necochea
frente al hopital Argelice
Por la ventana estalla una granada de fotones
que iluminan mis sueños vencidos
el cielo como siempre
anuda su vieja corbata azul
y del miedo que ronda en el aire
los autos caminan en puntas de pie
Frente a mi el negro yo no
acaricia con tristeza su vieja pistola oxidada
y a mi lado el gordo hitler
aprieta entre las piernas
los cinco kilos de cocaína
que vamos a vender para comprarnos un velero
y escaparnos de este lugar a un lugar en el mundo
En donde
los hombres no mendiguen bombachas
en donde las mujeres den besos de mescalina
en donde todas las casa sean bares
y todos los niños ebrios
un barco para escaparnos de este corral
La mala suerte es una mujer perdida
buscando a su hombre en una noche fatal
ya te dije:
de este barrio nadie nunca nadie se muda
Así que estamos en la ventana del fondo del mar
pero no hay clientes
ni hay tres enfermeras culonas
que son médicos chamullando de autopsias
y bisturíes
No hay cajeros ni mozos
son todos policías que nos gritan deténganse
y entonces ya no es el mar y por la ventana
la vieja sonrisa cínica de dios asoma sus dientes
La mala suerte tiene olor a dentista
en los sobacos de un camionero
la malas suerte ama tus lágrimas
y va esquivando la lluvia para besarte
Así que nos lanzamos por la ventana del bar
el diariero que vende en la esquina
nos grita deténganse
Un perro que esta cagando un enorme sorete negro en en la esquina
nos grita deténganse
los cadáveres se asoman por la ventana del bar…
Mala suerte es la calle donde yo vivo con mis amigos
y en donde nadie nunca consiguió mudarse
Estoy sentando en la mesa de la ventana del fondo del bar de la calle Necochea
frente al hopital Argelice
Por la ventana estalla una granada de fotones
que iluminan mis sueños vencidos
el cielo como siempre
anuda su vieja corbata azul
y del miedo que ronda en el aire
los autos caminan en puntas de pie
Frente a mi el negro yo no
acaricia con tristeza su vieja pistola oxidada
y a mi lado el gordo hitler
aprieta entre las piernas
los cinco kilos de cocaína
que vamos a vender para comprarnos un velero
y escaparnos de este lugar a un lugar en el mundo
En donde
los hombres no mendiguen bombachas
en donde las mujeres den besos de mescalina
en donde todas las casa sean bares
y todos los niños ebrios
un barco para escaparnos de este corral
La mala suerte es una mujer perdida
buscando a su hombre en una noche fatal
ya te dije:
de este barrio nadie nunca nadie se muda
Así que estamos en la ventana del fondo del mar
pero no hay clientes
ni hay tres enfermeras culonas
que son médicos chamullando de autopsias
y bisturíes
No hay cajeros ni mozos
son todos policías que nos gritan deténganse
y entonces ya no es el mar y por la ventana
la vieja sonrisa cínica de dios asoma sus dientes
La mala suerte tiene olor a dentista
en los sobacos de un camionero
la malas suerte ama tus lágrimas
y va esquivando la lluvia para besarte
Así que nos lanzamos por la ventana del bar
el diariero que vende en la esquina
nos grita deténganse
Un perro que esta cagando un enorme sorete negro en en la esquina
nos grita deténganse
los cadáveres se asoman por la ventana del bar…
Enrique Symns con González y los Asistentes, Santiago de Chile, 1999
Enrique Symns
(Lanús, Bs. As., Argentina, 1946 - 2023)
ESCRITOR/PERIODISTA/ACTOR
para leer Invitación al abismo, Antología de Cerdos&Peces, 1995
para leer una nota en INFOBAE
para leer + en ALGUNOS ESCRITOS
+ en APOLOGÍA
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