Obra de Mertim Gokalp |
HOY
Hoy necesito hablarte
de las cosas que amo,
que son mi razón,
y a casi nadie le importan.
Nombrarte la paciencia,
esa palomita torcaza que vive
en las manos de mi abuela Carmen,
suaves como su nostalgia.
Traer hasta mis labios la ternura,
la que puede decir amigo, hijita, mis perros,
tu mirada en silencio cuando has comprendido.
Necesito nominar a la bondad,
anillito de fantasía que podían regalarme
mis tías, las señoras viejas del barrio,
mi abuelo limpiándome la rodilla estropeada.
Debe haber un homenaje a la ilusión,
mariposita de las tripas, cosquilla de la mente,
insomnio encantado, universo ahí nomás
tan cerquita...pero aún no.
Es preciso que hablemos del alma
aunque no haya atlas que la contenga,
isla efímera donde duele el desamor
y se sindican las musas y el espanto.
Una estrofa es preciso que diga la piedad,
con un susurro, con algún ungüento mentolado,
un abrazo tibio y del talle justo, que no apriete,
que permita un consuelo pero también el llanto.
Necesito hablarte de la gracia,
de lo bendito, lo maravilloso y lo mágico...
Necesito hablarte de que habré de partir
un día cualquiera, como otro cualquiera,
y será, claro, para siempre.
Y me iré, con gran delicadeza,
sabiendo que mis hijos ya conocen
Obra de Mertim Gokalp |
DESPIERTA, pueblo, despierta
¿Cómo es que puedes dormir
con tanto ángel allá afuera?
¿Por qué no rompe su sueño
la iguana de tu conciencia?
Animal de sangre fría,
ojos de mirada yerta...
¡Despierta, digo! Despierta!
¿Cómo es que puedes dormir
Si tus plazas tienen rejas,
Y las cárceles de pobres ,
Y de inocencia revientan?
¡Despierta pueblo despierta!
¡Se llevan ríos a cuestas!
¡Han esposado los cerros!
¡No nos devuelven la tierra...!
Sordos huyen sobremontes,
traidores de manos llenas,
y en el círculo honorable
toma café la protesta.
¡Despierta, pueblo, despierta!
Afuera mi gente tiembla,
falta el pan, falta el abrigo,
falta el techo y la tibieza,
faltan tus manos gigantes
que ayuden a traer leña...
¡Despierta, digo, despierta!
¿Cómo es que aún permaneces
oculto tras de las puertas?
No ves ir a los gendarmes
por la alegría murguera?
¿cómo bailarán los niños
si les balean las piernas?
¿dónde guardarán, heridos
su ilusión de lentejuelas?
¿Dónde duerme alcoholizada
el alma de tu vergüenza?
Despierta, ahora, despierta!
No oyes cantar al hollín
su himno de carreteras?
Ves la silueta del hombre
que no encuentra su clemencia
armar chozas de intemperie,
en el Sur de la belleza?
¡Despierta pueblo, despierta!
Es noche y el frío quema…
moradas traigo las manos,
helada el alma y el reuma,
la pobreza es un soldado
que mata de muerte lenta
Despierta, pueblo, despierta!
Ya!
¡Suelta tu rebeldía!
Deja la ventana abierta,
deja que te llame el día.
Afuera está haciendo frío,
no puedo ver las estrellas,
la escarcha me va quemando
el hambre me tiene alerta.
Vengan a luchar conmigo
brujas, magos y poetas
tengo una idea en la mano
¡y en la mente una gomera!
¡Despierta, pueblo, despierta!
Acude, abre tu puerta!
viene quemando el invierno
y está tu hermano aquí afuera!
Mariana Ferro
(Berisso, Buenos Aires, Argentina, 1971)
POETA/CANTANTE/DOCENTE EN ARTES PLÁSTICAS
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