26 de enero de 2019

Eleonora Finkelstein, Vidas paralelas (+1)


Collage de Merve Özaslan



VIDAS PARALELAS

Él había vivido en una iglesia, pero ya no.
Ella trabajaba en un bar y nada qué hacer.
Llegaron al hotel y alquilaron la misma habitación
para pasar los meses fríos.
Pero fue en inviernos diferentes
(a cual peor).

Él buscaba una mujer
(ahora que su madre había muerto
casarse ya no le parecía tan mal).

Ella juraba conocer a los hombres:
todos diferentes, ninguno bueno.
Mejor sacárselos de la cabeza.

Él ya no estaba seguro
de que Dios se ocupara de sus cosas
como cuando era un niño. Pensaba:
la providencia es un asunto inestable.

Ella vivía dispuesta a creer
en cualquier cosa menos en Dios.
Adoraba las pirámides, los cuarzos y leía el Tarot.
La suerte está echada, le gustaba decir.

Cuando llegó cada respectivo verano
(a cual peor)
los dos siguieron su camino
con la promesa de volver en el otoño,
pero nunca más los volvimos a ver.

Si hubieran aparecido alguna vez al mismo tiempo
(con esa esperanza increíble que sostiene a los derrotados)
si hubieran pasado juntos el invierno
de un mismo año, en esa misma habitación,         
se habrían dado cuenta de que estaban
equivocados en todo.
En todo, excepto en aquello
de que ni Dios ni la suerte
intervienen en los asuntos sencillos.
Las cosas solo pasan:
a veces sí, a veces no.

de Todo se transforma, Valparaíso, México, 2017


VITE PARALLELE

Lui aveva vissuto in una chiesa ma ora non più.
Lei lavorava in un bar e null’altro da fare.
Arrivarono all’hotel e affittarono la stessa stanza
per passare i mesi freddi.
Ma accadde in inverni diversi
(quale il peggiore?)

Lui cercava una donna
(ora che sua madre era morta
sposarsi non gli sembrava poi così male)

Lei giurava di conoscere gli uomini:
tutti diversi, nessuno affidabile.
Meglio toglierseli dalla testa.

Lui ormai non era sicuro
che Dio si occupasse delle sue cose
come quando era bambino. Pensava:
la provvidenza è un tema instabile.

Lei viveva disposta a credere
in qualsiasi cosa tranne che a Dio.
Adorava le piramidi, i quarzi e leggeva i Tarocchi.
Il dato è tratto, gli piaceva ripetere.

Quando arrivò ognuna delle estati,
(quale la peggiore?)
i due seguirono la loro strada
con la promessa d’incontrarsi in autunno,
però mai più tornammo a vederli.

Se mai fossero apparsi allo stesso tempo
(con quella speranza incredibile che sorregge gli sconfitti)
se avessero trascorso assieme l’inverno
di un stesso anno, in quella stessa stanza,
si sarebbero resi conto che si stavano
sbagliando su ogni cosa.
Su tutto, eccetto in questo:
che né Dio né la fortuna
intervengono sulle questioni semplici.
Le cose passano soltanto:
a volte sì, a volte no.

Traducción al italiano de Alessio Brandolini



B O N U S  T R A C K 


Obra Spagetti & Wine, de Mertim Gokalp



ABISINIA

Aquí vine a fracasar
algunos dicen
que prematuramente.
Pero no es así.
Si vas a fracasar, lo mejor
es que sea lo antes posible.

Y a otra cosa.

de Partes del juegoEdiciones Liliputienses, Cáceres, 2017
para leer una reseña en: TODO LITERATURA





Eleonora Finkelstein
(Mar del Plata, Bs. As., Argentina, 1960)
Reside en Chile desde 1991
POETA/TRADUCTORA/EDITORA/CRÍTICA
para leer una entrevista en: MALDITA CULTURA

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