Fotografía de Katerina Plotnikova |
POSICIÓN
Miren, ahí yace ella, la gran muerta, en el pálido
brillo claro de un prado cenagoso muy cerca
de un juncar. Volteada, y brillando en el fango. Su
cadáver, por él caminan hormigas melancólicamente
en la luz, lo rubio encrespado, y atormentan la carne
abiertamente. Mira en lo hondo, deslumbrante es la hendidura.
Sobre su cadáver en el que tantos pensamientos jugaron,
tejidos se tensaron y frentes descansaron. Anaranjado
gris mate de la hierba. Es una parte del mundo elevada
a la fuerza con la frente contra la tierra, con la carne estriada
por las rejas pálidas de los juncos.
La frente de él cae sobre el cuerpo de ella
hundiéndose en su carne. En el fango de lo rubio silencioso.
Nunca. Nunca, aunque casi entumecido, él piensa: quizá
soy yo el que vive sepultado ahí abajo. Lo que él ve y experimenta
en su pierna: por encima de mi cadáver soy yo el que
yace allá fuera.
Fotografía de Katerina Plotnikova |
VOZ
Monstruo, acuéstate en torno a mí, qué es lo que debo
sentir Grande e inexplicablemente mudo, manta como para un
caballo Ojo, nariz, frente, lóbulo, la mejilla se cubrió mi boca,
por qué estás abandonado una brizna de paja se introduce, un sabor a
minerales, sales El pie recorre el paso angosto hacia arriba,
blanco e ignoto dentro de mí, la corriente de viento sopla Y el aire es
fuerte, y frío, y negro y alto Ahora pasto
la hierba del mundo
RÖST
Monstrum, lägg dig runt mig, vad är det jag skall
känna Stort och oförklarligt stumt, ett hästars
täcke Öga, näsa, panna lob, kinden täckes min mun,
varför är du övergiven Ett strå sticks in, en smak av
mineraler, sälta Foten vandrar upp den trånga gången,
vit och okänd i mig, draget kommer Och luften är
stark, och kall, och svart och hög Nu betar jag
världsgräs
Fotografía de Katerina Plotnikova |
DÓNDE
Ahora, cuando todo ha brotado
está ahí para cogerlo con la mano
Las montañas no se hunden
lo profundo no sube a la superficie
En la ciudad apagada
alguien me agarra por el brazo
sólo alumbran las estrellas
el terror que no siento
me lleva a casa
la casa, de donde el país ha brotado,
es la mano
Fotografía de Katerina Plotnikova |
NO SOY LA MADRE DE NADIE
Serpiente, repta
bajo las constelaciones
no soy madre de nadie
por eso me quedo y veo
que mi ojo está solo
formando una bóveda
por encima de todo
yo no soy nadie
pero
en el desierto
soy la que lo abarca todo
Katarina Frostenson
(Estocolmo, Suecia, 1953)
POETA/ENSAYISTA/DRAMATURGA/TRADUCTORA
de Los pensamientos, 1994
en Mujeres en el Norte. Trece poetas suecas, Devenir, Madrid, 2011
Selección y traducción de René Vázquez Díaz
extraídos de: ASAMBLEA DE PALABRAS
para leer más en Poesía Nórdica, Ediciones de la Torre, 1999
Traducción y edición de Francisco J. Uriz, y en: BUENOS AIRES POETRY
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