Fotografía de Imogen Cunningham, Morning Mist and Sunshine, 1911 |
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Mi abuela -si hará tiempo de esto, al otro lado de la gran montaña- tuvo oído para los muertos. Paseando por el campo decía:
-Aquí, gente enterrada. Caven, verán.
Cavábamos. Aparecían los huesos.
Con los años se me abrió ese oído.
Otros, por el gusto del viento saben dónde está el enemigo. Yo tengo tratos con los muertos.
En busca de una hierba para teñir la lana camino muchas veces. En algún punto llama un muerto.
Llaman, como un guerrero en el alcohol del sueño, como las criaturas en la noche. Sus huesos amarillos ya son polvo. Yo les digo que duerman.
-Nosotros caminamos de día. Pronto vendrá la noche.
Fotografía de Imogen Cunningham |
VAPOR EN EL ESPEJO
Tokio se llama la tintorería de mi barrio. Su dueña, desde una mesa, vigila los trabajos. Casi no habla español. Entre el vapor sus hijos escuchan tangos en la radio.
El día que me hicieron rector en la Universidad fui a hacer planchar mis pantalones. Los muchachos me dieron una bata mientras esperaba.
Por pudor, la madre dejó el puesto. Lo ignora: enseño lenguas orientales. Pude leer, en la mesa, qué escribía:
Aquí estabas
espejo
cuatro años escondido entre papeles.
Un rastro de belleza perduraba en tus aguas.
¿Por qué no lo guardaste?
De alguna cosa sirve, comprendí esa tarde, ser rector de la Universidad, experto en lenguas orientales, dueño de un solo pantalón.
Sara Gallardo
(Buenos Aires, 1931-1988)
ESCRITORA/PERIODISTA
de El país del humo, Editorial Sudamericana, 1977
reeditado por Alción Editora, 2003
en Narrativa breve completa de Sara Gallardo, Buenos Aires: Emecé, 2004
para leer una nota de Malena Rey en: LAS12
para leer más en: REVISTA ANFIBIA
en EMMA GUNST
y en: EL LITORAL
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