Fotografía de Gertrude Käsebier |
TIEMPO AÑIL
No se puede sufrir y
estar agradecido al mismo tiempo
Albor Rodríguez
Todo nacimiento es un abandono
Dos cuerpos se rompen
para quedarse solos en el mundo
Nadie nombra la confusión
al que son arrojados
la asfixia en el llanto
el paroxismo del exceso
Cómo se arrulla la incertidumbre
si la desolación enmudece la voz
Queda la tristeza de saberse solo
la preocupación distraída del padre
Y allí ambas
inmóviles como una concha sin mar
fuimos respirando
buscando palabras de ternura
que nunca aprendimos
tanteando la intimidad que nos asusta
mirándonos
extranjeras a nuestro propio cuerpo
Hasta el domingo madre
hasta dentro de dos semanas
un mes
o dos
Nunca es ahora entre nosotras
siempre es tarde
y los cipreses avanzan
verticalmente
desde la ventana
hasta mi cama
B O N U S T R A C K
De vuelta al pasado
la golondrina
no encuentra el nido
Karla Castro Betancourt
Iniciativa de Team Poetero
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