Soy la marca del descenso al mar profundo.
La piel es vestidura que me pesa.
Los cabellos cubren lo que ya no deseo ocultar.
Los muslos hacen erupción.
Las manos están borrachas de texturas obscenas.
Los pies se van entregando
se van enterrando
se van desarmando.
Fotografía de Anka Zhuravleva |
VINE A PERDER
Vuelvo sobre la misma grieta como una máquina destartalada.
Vuelvo sobre el mismo error,
sobre la misma cacería de blancos espejos.
Vuelvo, aun sabiendo que la palabra me es sensualmente inútil,
aun sabiendo que no daré nunca con ningún maldito clavo
sabiendo que nada podré decir
sobre los lobos ahogados en la carroña de mi tedio.
Vine con el poema
-ciegamente-
a perder.
Fotografía de Amber Ortolano |
¿Cuántas palabras ajenas
dormitan en mi lengua
a la espera de encontrar sus dueños?
Pobres palabras malheridas
palabras infieles
palabras que soñaron con ser cuerpo
palabras que se alejaron de mí
y dejaron de ser mías
(Caracas, Venezuela, 1989)
Reside en Lima
Reside en Lima
POETA/PERIODISTA CULTURAL
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1 comentario:
Oh, asombrosamente, increíblemente bello..desgarro puro.
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